Por: María José Mora, Colegio de Profesionales en Nutrición
Para nadie es un secreto que la nutrición se ha encasillado en una profesión cuya única función es perder peso. Incluso quitar alimentos a los pacientes, haciéndoles creer como consumidores finales, que generalmente es una carrera estética y que su implicación en salud pública se limita solamente a esto.
Por ello, este 6 de noviembre, en la celebración del Día Nacional del Nutricionista, es tan importante remarcar lo que la nutrición puede hacer por nosotros, no que sea un tema de privilegios para unos cuantos.
Que se contemple en el eje de salud pública como un servicio accesible para todos, tomando en consideración que la población tiene más acceso a información, y a comida, pero no así en salud.
Una profesión tan versátil, que puede ser incorporada en cualquier ámbito de trabajo: educación alimentaria, prevención de enfermedades, nutrición empresarial, creación de negocios, consulta clínica, política pública, servicios alimentarios, creación de contenido para medios y redes sociales, entre otros.
Ir más allá de lo estético es lo que se busca con esta conmemoración, darle el valor que se merece. No dejar que algo tan complejo y personal como lo es aprender a comer, quede en manos de personas no capacitadas, que lo único que quieren es jugar con su dinero y su salud.
Asegurar su salud y mejorar su calidad de vida es el pilar que como profesionales en ciencias de la salud buscan los nutricionistas.
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