Este jueves 15 de diciembre, se aprobó en segundo debate el proyecto de ley 23.275, que elimina el impuesto sobre la venta que tienen las cervezas importadas.
Para hacerlo, la iniciativa propone la reforma de los artículos 36, 37 y 39 de la Ley sobre la Venta de Licores, del 7 de octubre de 1936. Ahora, esta ley indicará que el impuesto aplica solo para licores nacionales y extranjeros, eliminando del texto las cervezas extranjeras.
La vocera de la Asociación Costa Rica Saludable, la Dra. Giselle Amador, comentó que siempre que hay una disminución de impuestos a productos de bebidas alcohólicas, habrá un aumento de ventas.
“Cuando hay una baja de los impuestos y por ende, de los precios, aumenta el consumo. Eso quedó demostrado con el tabaco. Todos vieron cómo al pasar la ley de tabaco, disminuyó su consumo principalmente en personas jóvenes. Si vamos a llegar a tener una disminución del precio de la cerveza, pues va a haber un aumento en el consumo”, detalló la experta.
Al aumentar su consumo, la doctora asegura que habrá un incremento de embriaguez y de intoxicación. “Recordemos que el costarricense toma grandes cantidades en poco tiempo, buscando el efecto de la bebida alcohólica como droga, no lo hace para acompañar una linda tarde o una buena comida”, recalcó Amador.
Según la vocera de la asociación, el patrón de bebida del tico es de tomar fines de semana -generalmente o en eventos deportivos- y siempre en grandes cantidades. “Es importante tomar en cuenta que también esto puede aumentar la violencia en el hogar y en los bares, así como los accidentes de tránsito”, concluyó.
Pérdida de un impuesto saludable
El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) indicó que como ente rector en materia de drogas en Costa Rica, se apega al criterio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que respalda la implementación de impuestos selectivos al consumo sobre tabaco, alcohol y bebidas azucaradas, como “impuestos saludables”.
Consumir este tipo de productos, para el IAFA, es sinónimo de adquirir factores de riesgo para múltiples enfermedades no transmisibles, entre ellas: cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes. También, provoca consecuencias sociales que no se reflejan en el precio de mercado.
Este tipo de impuesto, por el contrario, permiten a los responsables de la formulación de políticas, identificar los productos dañinos para la salud y aumentar el precio, lo que los hace menos asequibles que otros bienes y servicios.
“Mantener el impuesto respectivo a la cerveza importada es importante, ya que se asegura que poblaciones vulnerables como la niñez y la adolescencia no tendrán facilidad de acceso al alcohol, por el costo que implica”, manifestó el IAFA.
Además, la institución recordó que a pesar de que la venta de bebidas alcohólicas a personas menores de edad es ilegal, el deber del Estado es implementar mecanismos necesarios para impedir el acceso a esa sustancia psicoactiva, por ejemplo, la medida que actualiza los montos de los impuestos por cada mililitro de alcohol absoluto.
Una Ley discriminatoria
El diputado Eliecer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista, expresó que "la Ley 10 de impuesto de licores es una práctica discriminatoria. Una vez que Costa Rica ingresa a la Organización Mundial de Comercio y antes de eso, al Tratado General sobre Comercio y Tarifas, esa práctica discriminatoria se vuelve ilegal. Ya varias veces diferentes países a la hora de negociar tratados de libre comercio lo han hecho ver de esta manera”.
De acuerdo con la Asamblea Legislativa, este impuesto no se le cobra a la cerveza nacional, y con él se cumplen los compromisos internacionales que adquirió el país desde hace más de 20 años. Asimismo, a través de él se recaudan ₡220 millones.
“Cuando se negoció el Tratado de Libre Comercio con México, los importadores de cerveza mexicana pidieron que se exonerara su cerveza, para darle el mismo trato que la nacional. El Gobierno en ese momento tomó la decisión de exonerarla. Después vino la negociación con Estados Unidos y Centroamérica, y también los estadounidenses lograron que se exonerara su cerveza de ese impuesto”, agregó Feinzaig.
Por su parte, el diputado Jonathan Acuña, del Frente Amplio, asegura que otra forma de eliminar la práctica discriminatoria es poner el impuesto del 10% también a la cerveza nacional.
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Marianela Sanabria Leandro
Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.
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