
Cada año son más las personas que utilizan el servicio del Hospital de Salud Mental Manuel Antonio Chapuí. En el 2000, la cantidad de personas que atendieron fue de 8.613; en 2010 aumentó a 14.078 y en el 2022, a 23.104.
Actualmente el centro médico cuenta con 44 camas, para un crecimiento de la capacidad instalada de esta población de 183%. Incluso, a inicios de año la Defensoría de los Habitantes comprobó problemas de hacinamiento en el lugar.
Como solución, el hospital desarrolla el “Proyecto de readecuación del servicio de urgencias y admisión”, que ampliará la edificación actual para mejorar las condiciones de infraestructura y espacios dentro del servicio de urgencias, observación y admisión.
Precisamente, en estos espacios es donde la Defensoría detectó problemas de hacinamiento. Por ejemplo, no existía diferenciación entre la atención de personas adultas, menores de edad, privados de libertad y custodios penitenciarios en el servicio de emergencias.
La investigación que realizó la Defensoría en mayo de 2023, se dio a raíz de denuncias que alegaban colocación de sillas y camillas en los pasillos. En total, recibió seis denuncias de menores de edad que estuvieron varios días en estas condiciones mientras se liberaba alguna cama de hospitalización.
Por su parte, la dirección del hospital había confirmado que como medida extrema a la cantidad de pacientes que recibían en ese momento, y que en algunas ocasiones los menores de edad debían esperar en el área de Observación donde solo hay 10 camas.
Según aseguró la Defensoría:
Daremos seguimiento a la solicitud del estudio de demanda y oferta solicitada por el centro médico de la Dirección de Servicios de Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social, para que esté listo lo antes posible y dentro de un plazo prudencial, para que, tanto la Gerencia Médica como el Hospital, procedan a planificar las acciones necesarias para establecer las medidas que se requieran.
Como parte de las recomendaciones de la institución, está el apoyo prioritario a la población menor de edad valorada en el servicio de Emergencias, que por sus características clínicas se pueda tratar con un modelo de intervención en crisis que evite la hospitalización.
Voces sin nombre
Según alertó una doctora de la institución, quien prefirió no dar su nombre:
En el hospital hay una gran deshumanización. Por ejemplo, a las mujeres en ciertas áreas no las sacan a tomar el sol. Hay gente que pasas semanas acostada sin ver la luz del día, lo que sabemos que es necesario para salir de muchos problemas mentales.
Cuando uno solicita que se saque a los pacientes al sol, los encargados que deberían hacerlo se quejan y no lo hacen.
Ley por la salud mental
Desde el 2021 la exdiputada Paola Vega presentó el expediente 22430 Ley por la Salud Mental, este proyecto fue retomado por la liberacionista Andrea Álvarez en el actual Congreso, y el mismo fue aprobado en pasado 18 de octubre.
Con 34 artículos, la normativa introduce una definición más amplia, incluye a más instituciones y profesiones en el abordaje psicológico y psiquiátrico y garantiza a los pacientes, entre otras cosas, lo siguiente:
- Recibir la atención en condiciones dignas.
- Recibir acompañamiento de familiares o personas seleccionadas antes, durante y después de los tratamientos.
- Posibilidad de revisar el expediente con ayuda profesional adicional, por ejemplo de un abogado.
- No ser objeto de investigación clínica o experimental salvo que haya consentimiento expreso.
- Derecho a pedir un cambio del médico y equipo tratante.
Un reglamento integral
El psiquiatra Ricardo Millán escribió en La Nación, que se podrían incluir varios ingredientes esenciales en el reglamento de esta Ley de salud mental ya que los trastornos psiquiátricos contribuyen con el 14% en discapacidades y mortalidad.
Algunos de esos ingredientes que citó son:
- El etiquetado frontal de alimentos, pues asegura que la alimentación incide en la depresión y otros trastornos psicológicos y psiquiátricos.
- Educar sobre el control parental de las redes sociales y el uso de dispositivos electrónicos por niños y adolescentes.
- Regular la marihuana recreativa priorizando estos aspectos y no intereses comerciales.
- Fomentar el aprendizaje financiero sano.
- Incentivar la adopción de estilos de vida saludables en cada centro de salud y municipalidad: más salud física y mejor estado emocional.
- La ética a la hora de transmitir información sensible en medios de comunicación, especialmente en las redes sociales.
- Impulsar programas de fortalecimiento del vínculo padre-madre-hijos en los grupos poblaciones, con particular énfasis en las familias de alto riesgo.
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