
Uruguay fue el primer país en América Latina en legalizar la marihuana para consumo recreativo en el 2013. Hace pocas semanas, México se convirtió en el segundo.
Las aprobaciones causaron controversia. Por ejemplo, antes de la legalización en Uruguay, se hablaba sobre el reto de disputar el negocio de la droga a los narcos, mientras que la Sociedad Uruguaya de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia (SUPIA) recordaba los efectos adversos en la salud -como alteraciones en el ánimo y episodios psicóticos agudos- del consumo de la marihuana.
En México, el Movimiento Cannábico Mexicano (MCM) se opuso a la aprobación de la ley que regula el consumo de marihuana, asegurando que es una legislación que no los representa porque no reconoce el derecho al consumo personal responsable, individual o compartido y que, de lo contrario, los deja de lado para poner al frente a los empresarios de transnacionales.
Relación entre el consumo de la marihuana y las enfermedades mentales

De acuerdo con el Dr. Luis Eduardo Sandí, psiquiatra del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), antes de conocer que conlleva esta legalización en materia de salud y cómo afectaría en la tasa de enfermedades mentales, es necesario saber que el cerebro humano tiene un sistema regulador de la función cerebral que se llama endocanabionide y está compuesto por canabionoides endógeneos (sustancias similares a fitocanabinoides) y el éter 2 de araquinodil-glicerol.
“Todo esto quiere decir que el cerebro produce su propia marihuana, por así decirlo. El sistema endocanabinoide participa activamente en la regulación de funciones cognitivas como la atención, memoria, concentración, aprendizaje, regulación del estrés, el dolor y el sueño. En los mecanismos de recompensa como placer, en la ingesta de alimentos y en la modulación de los sinápsis o conexiones nerviosas”, explicó el Dr. Sandí.
El experto afirmó que múltiples estudios epidemiológicos y comunitarios han encontrado relación entre el consumo de esta droga y las enfermedades mentales, especialmente psicosis, esquizofrenia, depresión, ansiedad, ataques de pánico y dependencia a ella, especialmente en personas vulnerables y quienes consumen a temprana edad.
“Recordemos que la mayoría de las personas que consumen marihuana no lo hacen de manera regular o intensiva y no desarrollan un trastorno por consumirla. Las vulnerabilidades genéticas, del desarrollo, traumáticas, familiares y ambientales juegan un papel preponderante en aumentar la susceptibilidad para el riesgo de desarrollar un trastorno”, enfatizó el psiquiatra del IAFA.
Enfermedades con potencial de desarrollo
Sandí aseveró que existe evidencia robusta que respalda la aparición de psicosis y esquizofrenia según la edad y frecuencia de consumo, y concentración de canabinoides en la planta.
“El consumo de marihuana es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades mentales principalmente en personas vulnerables. Sin embargo, hasta el momento no se ha encontrado una relación causal directa. Por otra parte los enfermos mentales con esquizofrenia que consumen marihuana sí tienen síntomas más severos, más recaídas, hospitalizaciones y síntomas positivos”, agregó Sandí.
La Dra. Natalia Bastos, Decana de Farmacia de la Universidad de las Ciencias Médicas (UCIMED), también reconoce que la evidencia científica apoya una asociación entre el cannabis (que contiene delta-9-tetrahidrocannabinol) y la psicosis. Se ha documentado en literatura en muchas formas, incluidos estudios experimentales, datos epidemiológicos y series de casos.
“Esta asociación tiene implicaciones para los resultados psicóticos, que van de leves a graves y pueden ocurrir de minutos a años. También parece haber un fuerte efecto según la frecuencia del consumo y de la concentración del delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), a mayor concentración o potencia del THC, hay mayor riesgo de psicosis en determinados individuos”, comentó la Dra. Bastos.
Agregó que en el caso de las personas con una enfermedad mental preexistente y que a su vez, consumen drogas, pueden experimentar un agravamiento de su condición.
En cuanto a la aparición de la depresión, el Dr. Sandí señaló que no hay mucha claridad. “Algunos estudios encuentran correlación y otros no. Sin embargo, un estudio en gemelos encontró más bien que es la base genética y el ambiente lo que influye más en el desarrollo de depresión”, aseveró el experto.
Generación de dependencia
La marihuana puede producir dependencia a consumo, que se demuestra por a presencia de un síndrome de supresión físico cuando se suspende. En algunos consumidores crónicos el trastorno es tan severo que ameritan tratamiento e incluso internamiento para poder librarse de la droga.
“El desarrollo de la dependencia a la marihuana ser relaciona estrechamente con el inicio de consumo a edad temprana, consume frecuente y alta concentración. El consumo a los 16 años aumenta en cuatro veces el riesgo de desarrollar una dependencia”, apuntó el Dr. Sandí.
Agregó: “La marihuana puede producir alteraciones psicomotoras y cognitivas. Afecta la atención, la concentración, la memoria, capacidad para procesar información, el aprendizaje, capacidad para resolver problemas, además aumenta la latencia de respuesta a estímulos y reducción de la coordinación muscular”.
En definitiva, el psiquiatra del IAFA considera que esta droga puede facilitar o propiciar alguna gran variedad de trastornos mentales, en virtud de que múltiples funciones cerebrales están regulados por los canabinoides.
“La relación no es causal, el riesgo de desarrollar estos trastornos se relaciona principalmente con un inicio temprano de consumo, consumo frecuente, marihuana con alta concentración de tetrahidrocanbinol, sobre todo, en personas vulnerables en aspectos genéticos, del desarrollo, experiencias traumáticas, familiares y socioeconómicos”, finalizó el Dr. Sandí.
Consumo asociado a la violencia

Después del tabaco y el alcohol, la marihuana es la droga adictiva más consumida. Alrededor de 134 millones de personas en el mundo han referido haberla consumido.
Priscilla Spano, adictóloga y directora del Centro Paso a Paso, afirmó que el alcoholismo y otras formas de dependencia química, incluyendo la marihuana, promueven la violencia adictiva familiar.
“No solo como efecto de esas sustancias en quienes las usan frecuentemente; sino que puede verse también en el cónyuge, hijos o padres preocupados el consumo de ese ser querido. Se ven consumidos por la frustración que les genera esa adicción y pueden manifestar violencia. El padre puede llegar a pegarle a ese hijo por consumir, la madre a los hijos y estos a un hermano menor, a un compañerito de escuela o a su mascota”, enfatizó Spano.
Otros tipos de violencia asociados al consumo de esta droga son: espiritual, verbal, sexual, económica, física, colectiva, interpersonal, entre otros.
“Nadie puede negar que algunos de los principios activos del cannabis, especialmente el THC, pueden causar efectos nocivos científicamente establecidos como la interferencia aguda con procesos cognoscitivos y desarrollo cerebral, y la exacerbación de enfermedades mentales en personas vulnerables. Además de la adicción -con su uso temprano y crónico- con muchos de los tipos de violencia mencionados”, dijo la adictóloga.
También le puede interesar: Tipos de violencia asociados con la marihuana y otras drogas
Aumento en accidentes de tránsito
La marihuana también afecta la capacidad de conducir. Según el National Institute on Drug Abuse, disminuye la velocidad de reacción y la capacidad de estimar tiempo y distancia.
La Universidad de California San Francisco (UCSF) estudió más de 28 millones de registros hospitalarios entre los dos años anteriores y los dos siguientes a la aprobación de la legalización del cannabis en Colorado.
Gregory Marcus, autor de la investigación y jefe adjunto de Cardiología para Investigación de la División de Cardiología de UCSF, declaró a la Agencia de Noticias EFE: “Tenemos que pensar cuidadosamente sobre los efectos potenciales en la salud de extender sustancialmente el acceso a la cannabis. Nuestros resultados demuestran varios efectos potenciales dañinos que son relevantes para los médicos y los legisladores, al igual que para las personas que estén considerando el uso de cannabis”.
Según el estudio, después de la legalización de la marihuana en Colorado, el número de accidentes de tránsito aumentó 10% en ese estado. Asimismo se dio incremento del 5 % en las heridas o muertes por el abuso de licor y las sobredosis de drogas.
“Estos datos demuestran la necesidad de advertir seriamente contra la conducción (de automóviles) bajo la influencia de cualquier sustancia que altere la mente, como el cannabis”, dijo el investigador a EFE.
De igual forma, las cifras “pueden sugerir que los esfuerzos para combatir la adicción y el abuso de otras drogas recreativas vienen a ser aún más importantes una vez que la marihuana ha sido legalizada”, aseguró Marcus.
- Organización ingenia proyecto para dar empleo a quienes superan adicciones - 29 de noviembre de 2023
- Jueza tica es la tercera mujer en presidir Corte Interamericana de Derechos Humanos - 29 de noviembre de 2023
- Festival turrialbeño ofrece música, arte y skateboarding este fin de semana - 22 de noviembre de 2023
Comentarios