En momentos en donde hay que mantener las restricciones de socialización como el actual, se debe prestar atención a la salud mental, especialmente a la de los niños y adolescentes que suelen compartir libremente con sus congéneres.
Pero, ¿cómo reconocer actitudes que pueden estar indicando un desequilibrio en la salud mental? De acuerdo con los expertos de World Vision, Arantxa León y Mauricio Sánchez, existen muchos síntomas de un malestar emocional con los que se pueden actuar con prontitud.
Algunos de estos indicadores son:
- Disminución en el ánimo y sentimientos de esperanza.
- Dificulta para dormir o cansancio excesivo.
- Aumento de conductas agresivas.
- Incapacidad para concentrarse.
- Disminución del disfrute de actividades que solían ser placenteras.
- Sensación de inseguridad o miedo.
- Disminución del apetito.
- Desinterés en labores académicas.
“Si un adolescente o niño presenta un comportamiento anómalo por un tiempo considerable, es mejor someterlo a la supervisión de un profesional de la salud mental que pueda acompañarle en su proceso de recuperación”, aseguraron los expertos de World Vision.
No obstante, también existen algunas prácticas que se pueden implementar desde las casas para mejorar la salud mental de esta población:
- Crear rutinas: Establecer horarios para realizar actividades como levantarse de la cama, asearse, practicar algún deporte o actividad física, estudiar, apoyar a las labores de la casa, entre otras, aún si el menor no está asistiendo a clases.
- Explorar las áreas de interés: Cada persona es diferente y sus intereses pueden variar, por lo que debe estimularse la búsqueda contante de actividades que fortalezcan sus destrezas e intelecto.
- Pasar tiempo en familia: Se puede reforzar la confianza y la sensación de respaldo que pueden sentir los niños por medio de espacios de conversación y de actividades que se puedan realizar en conjunto.
- Fomentar el contacto con amigas y amigos: A través de herramientas tecnológicas se puede reforzar la comunicación y la interacción.
- Promover la actividad física: Se necesita mostrar a la niñez y a la adolescencia que permanecer en el hogar no es sinónimo de sedentarismo y que en familia pueden realizarse actividades que impliquen movimiento como bailar, saltar la cuerda, estiramientos, pasear la mascota o jugar en alguna zona verde.
León y Sánchez añadieron que World Vision a través de su plataforma iSmart ha desarrollado programas especializados para mantener una buena salud mental y emocional, que están al alcance de la ciudadanía por un costo de US$10.
Un informe de UNICEF Costa Rica indica que el 34% de los adolescentes y jóvenes sienten ansiedad y tienen una percepción pesimista del futuro, según una investigación que realizó en diciembre del 2020 en la que aplicó cuatro encuestas de opinión.
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Marianela Sanabria Leandro
Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.
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