¿Se ha preguntado cómo se transformarán nuestras vidas cuando las restricciones puestas por los jerarcas de salud ante el Covid-19 se reduzcan? ¿Cuánto nos costará volver a la normalidad? ¿Habrá una nueva normalidad o volveremos a vivir como en el 2019?
Regresar a una “normalidad” como la que conocíamos aún se encuentra lejos, sin lugar a dudas el coronavirus llegó a nuestra sociedad para cambiar la forma de vida para siempre; por lo menos esto es lo que comentan 12 especialistas de la BBC. Ellos y ellas nos explican aspectos en que nuestras vidas podrían cambiar radicalmente, acá los resumimos para ustedes tropicalizando algunos datos de Costa Rica:
- Seremos dependientes de la tecnología por un largo tiempo
Según la periodista de Tecnología de la BBC, Zoe Kleinman, las plataformas virtuales como Zoom y Whatsapp han sido las herramientas elementales para educarnos, trabajar, mantenernos en forma y entretenernos. Aunque en Costa Rica ya Whastapp era el App más utilizada, no ocurría esto en Europa, el cambio cultural les llegó de la noche a la mañana. En Europa ha sido un reto para los proveedores de internet y telefonía móvil; sin embargo en Costa Rica ya esto había sucedido. Quien definitivamente aprovechó en el mundo entero el Covid-19 fue Zoom, empresa que ahora vale miles de millones de dólares.
- ¿Dejaremos de comprar ropa?
Para la corresponsal de Negocios, Emma Simpson, la cuarentena ha acelerado las consecuencias de la mala salud financiera del comercio minorista. El comercio débil está lidiando con baja en las ventas, el aumento de costos y la competencia que es más fuerte que nunca, donde solo sobrevive el más apto. Se espera un rebote de las ventas y es probable que las tiendas bajen los precios, pero este puede ser de corta duración ya que hay mucha gente desempleada y no habrá dinero que gastar. Se tendrá que reconsiderar las prioridades y hábitos que se tenían anteriormente y probablemente se continúe con la venta online con más fuerza que antes.
- ¿Habrá desaparecido la hora pico?
El teletrabajo podría hacer que la hora pico pase a ser historia. Para Simon Jack, editor de Negocios, la transformación digital de los negocios crecerá. Las cadenas de suministros podrían volverse más cortas, más resistentes y posiblemente más locales. Podría ser que el teletrabajo haya llegado para quedarse para siempre.
- Ante menos vuelos mayores precios en los boletos
Según Tom Burridge, corresponsal de Transporte, algunas aerolíneas podrían no sobrevivir a esta crisis, unas desaparecerían y las que logren superarla saldrán debilitadas. Además, habrá menos vuelos por el acostumbramiento al teletrabajo, a las videoconferencias y a los webinars. Además las empresas tendrán menos dinero para pagar vuelos. Por otra parte, volar generará más nerviosismo, los asientos estarán más distanciados y los aviones más vacíos serán más costosos.
- Clases virtuales para un largo rato
Según la UNESCO el 90% de los niños alrededor del mundo no están recibiendo clases presenciales, esto tendrá secuelas durante años. El aprendizaje se ha trasladado a forma online, donde resalta la pobreza digital de muchos países.
Se estima que el deseo de estudiar lejos de la familia no será tan fuerte como antes. Investigaciones realizadas por el sindicato de universales y colegios de Reino Unido (UCU) señalan la combinación de la caída de asistencia de estudiantes internacionales este año y la de decisión de estudiantes de posponer o ni siquiera inscribirse a universidades podría constarles a las instituciones unos US$3.130 millones y resultar en la pérdida de 30.000 empleos, escribió Branwen Jeffreys, editora de Educación.
- Demanda de combustible fósiles vs. energía verde
Según escribe David Shukman, editor de Ciencia, los niveles de dióxido de carbono cayeron, el tráfico vehicular disminuyó, y el auge de las reuniones online demostró lo que se pueden lograr sin tener que viajar. Sukman asegura que se puede buscar una recuperación sostenible con políticas que fomenten un futuro bajo en carbón, apostar por la energía renovable, aumentar el uso del transporte público versus el personal, y promover la eficiencia energética en los hogares.
- El deporte cambió
Natalia Pirks, corresponsal de Deportes, dice que los deportes aparte de ser un placer para muchos, son una industria que emplea a miles y que ha sido afectada como nunca antes. Los eventos han caído como dominó, algunos como las Olimpiadas han sido pospuestas, mientras que otros, como Wimbledon, han sido cancelados. Jugadores han sufrido cortes salariales o despidos. El futuro de los deportes de contacto físico será un dolor de cabeza: ¿cómo se puede respetar el contacto físico en deportes como el rugby? La industria está siendo afectada por áreas como el pago de transferencias, salarios, acuerdos de retransmisión y premios. Aunque los deportes se reactiven este año la recesión global afectará a esta industria por años.
- ¿Podrán recuperarse los cines y teatros?
Para Will Gompertz, editor de Artes, el gremio artístico está dividido en partes iguales en cuanto a su futuro después de la pandemia, entre optimistas y pesimistas. Los optimistas dicen que habrá un florecimiento de la industria como nunca antes, los pesimistas temen que los pequeños centros artísticos desaparecerán en una nueva era de presupuestos austeros. Para Gompertz, la realidad se acomodará entre estas dos visiones. La transición post confinamiento de pasar de cerradas a bulliciosas salas no será inmediata. El distanciamiento físico probablemente limitará la actividad. Va a ser muy difícil, pero apuesto a que el sector de arte y entretenimiento liderará como punta de lanza.
- ¿Seguiremos siendo buenos vecinos?
Mark Easton, editor de Asuntos Locales, espera que el tradicional aplauso para los trabajadores de la salud sea el sonido de una sociedad redescubriéndose a sí misma y que, sin el lujo de la autocomplacencia, se hayan abierto los ojos a lo que verdaderamente importa. Se dice que el confinamiento ha desatado una emanación de buena vecindad que seguirá fluyendo mucho después de que se levante la orden de distanciamiento físico.
- ¿Necesitará refuerzos el sector de asistencia?
Para Alison Holt, corresponsal de Asuntos Sociales, es impactante la cifra de muertes en asilos de ancianos en el viejo continente. La dificultad de encontrar equipo de protección personal y la lentitud en realizar pruebas en algunas comunidades se han vuelto síntomas de angustia. ¿Reconoceremos, valoraremos y financiaremos apropiadamente a un sistema integrado que provee apoyo a toda la comunidad? O, a medida que nuestros recuerdos se desvanezcan, ¿permitiremos otra vez que la importancia de este tipo de cuidado se pierda de nuevo?
- El comercio internacional sobrevivirá
Para Dharshini David, corresponsal de Comercio Global, ya desde antes del confinamiento, la guerra comercial entre China y EE.UU. amenazaba el progreso de globalización. Pero esta pandemia ha expuesto otras vulnerabilidades: Se depende de tres países -EE.UU., China y Alemania- para el suministro del 40% de los equipos de protección personal y también hay negocios que dependen de fuentes únicas para obtener componentes vitales. Habrá una recapacitación sobre qué productos serán considerados "estratégicos" para la supervivencia de una nación.
- La pandemia no eliminó las tensiones globales
Para el corresponsal de Defensa, Jonathan Marcus, la pandemia ha demostrado que las cuestiones globales requieren soluciones globales. Se ha demostrado que las primeras reacciones de los gobiernos han sido de tipo nacional: China y EE.UU. se han mostrado los dientes, naciones cierran sus fronteras y se da una competencia indecorosa por recursos médicos. La capacidad de la seguridad nacional será juzgada por el aprovisionamiento de equipo médico y la preparación para la próxima pandemia o catástrofe ambiental, y habrá menos dinero en los presupuestos militares tras la redefinición de la seguridad debido a lo mostrado por la pandemia.
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