Por: Dr. Pablo Mora Poveda, Colegio de Profesionales en Nutrición
Debido a la alta tendencia que ha impuesto el mercadeo y la publicidad, la venta de alimentos ultraprocesados se ha visto incrementada en los últimos años en comparación con otros alimentos. Se ha cambiado la estructura básica de la alimentación de la población haciendo ver que los productos ultraprocesados son de primera necesidad o indispensables. Sin embargo, esto no es real, ya que el aporte de nutrientes de estos alimentos es muy pobre, lo que comúnmente se conoce como calorías vacías, ya que estos productos nos aportan energía, sin incluir ningún otro nutriente del cual nos podamos ver beneficiados.
La referencia hacia los productos ultraprocesados corresponde a formulaciones o preparaciones que se realizan a nivel de industria alimenticia en la cual a base de sustancias que son derivadas o extraídas de otros alimentos confieren propiedades al producto final o terminado. Se incorporan aditivos que aportan sabor o textura especifica para intentar imitar los alimentos, pero con un importante desequilibro nutricional ya que estos exceden los niveles recomendados de azúcares libres, grasa total, grasas saturadas o sodio.
Qué son los alimentos ultraprocesados
Podemos categorizar como alimentos ultraprocesados: las bebidas gaseosas, los snacks dulces o salados, las galletas, los pasteles y postres, las salsas y los aderezos, embutidos, etc. Además, es importante tener presente que no solamente se contemplan los ingredientes, ya que la forma de prepararlos influye mucho en el aporte calórico y nutricional, entre estas técnicas de cocción poco saludables podemos encontrar: fritura, refinación, hidrólisis de proteínas, hidrogenación, extrusión de harinas y cereales.
El mayor problema que generan los alimentos ultraprocesados es la asociación de estos con el incremento del peso corporal. De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) casi el 60%, unos 360 millones de personas de la región viven con sobrepeso, y esto se debe a que los productos ultra procesados están diseñados y fabricados para promover su consumo elevado.
Características organolépticas
Estos productos cuentan con características organolépticas (aquellas que pueden percibirse por los sentidos) que estimulan nuestro paladar y por ende el apetito de manera muy intensa. Por ejemplo, el azúcar y el glutamato monosódico estimulan el sistema digestivo enviándole señales a nuestro cerebro de sentirnos insatisfechos y provocando así, el deseo de seguir consumiendo creando así un círculo continuo haciendo muy complejo detenerse y sin considerar que estos productos no nos están dando un aporte nutricional adecuado.
A mayor consumo de productos ultraprocesados menor consumo de alimentos con características más nutritivas. Así se pierde calidad en nuestra alimentación diaria, ya que estamos cambiando un aporte completo de nutrientes, vitaminas y minerales por un aporte de calorías vacías donde solamente nos vamos a sentir llenos por un tiempo provocando problemas cardiovasculares, sobrepeso y obesidad, incluso algunos tipos de cáncer.
A mayor cantidad de procesamiento tengan estos productos, el perfil nutricional es mucho menor, provocando menor saciedad y una mayor respuesta glucémica (mayor aumento de azúcar en sangre). Los productos ultraprocesados poseen más sodio, grasas trans y saturadas y mayor densidad energética, todo lo cual puede afectar negativamente nuestra salud a largo plazo.
Cómo evitar consumirlos
- Basar nuestra alimentación en productos frescos y naturales.
- Aplicar técnicas de cocción saludables.
- Aprender a leer etiquetas e identificar los ingredientes más y menos saludables.
- Planificar los menús semanalmente, para evitar espacios en los tiempos de alimentación que nos hagan adquirir productos ultraprocesados.
- Crear una lista de compras con productos naturales y hacer uso de especias para potenciar el sabor de los alimentos.
- Reaprender a comer, saber elegir los alimentos en cada momento, incluso durante las festividades, actividades o salidas a comer fuera de casa.
- Incluir el consumo de vegetales, frutas, fibra y agua diariamente.
Los productos ultra procesados facilitan el día a día con opciones que satisfacen nuestras necesidades inmediatas y a precios relativamente bajos, pero a la vez, suman en detrimento de nuestro estado de salud y la aparición de enfermedades que son prevenibles por medio de una correcta alimentación.
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