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Colombia: una crisis anunciada

Qué pasa en Colombia

Por: Juan Sebastián Castellanos López, estudiante de política en Colombia

En estos últimos días, Colombia ha vivido una serie de manifestaciones que tristemente terminan con hechos de vandalismo, y peor aún en la muerte de personas inocentes.

Como delegado de derechos humanos, me he visto en la obligación de reportar hechos de violencia a manos de la fuerza pública, o la desaparición de personas de tercera edad, y especialmente de jóvenes.

Pero ¿a qué se debe ese detonante público?

En primer lugar un rechazo rotundo de los colombianos por el manejo monetario que se ha dado en el país, pues para nadie es un secreto que el Covid-19 ocasionó desempleo, la quiebra de empresas, y una mayor perspectiva de indiferencia.

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Esa indiferencia se ha visto reflejada en el incremento de informalidad, y el índice de pobreza durante el 2020 y lo que llevamos este año. A partir de eso el país ha vivido con un inconformismo que se intensificó con el radicado de la reforma tributaria. Pues dentro de esa reforma se buscaba incrementar el precio del combustible, del internet para estrato tres, y otros productos que son de vital importancia para el progreso.

Sin embargo, no es lo único que le pasa al país: Los colombianos estamos cansados de la corrupción, y del manejo institucional, ya que estamos eligiendo a los mismos con las mismas, donde no se están dando garantías de cambio. Estamos viviendo en un país tercermundista, donde el campesino no gana lo suficiente, la pobreza representa está representada por más de la mitad de la población, pues hay presencia de pobreza oculta, y las minorías no tienen derecho al progreso, no tienen acceso a la educación, y el sistema vial aún es precario.

La fuerza pública

Ahora otra cosa: La fuerza pública no está dando la seguridad necesaria al país, aún se siguen reportando hechos de violencia y muerte de líderes sociales, que por lo general pertenecen a las comunidades antes mencionadas. Por lo que su única salida es desplazarse a otras ciudades, o sembrar coca en sus territorios, y pagar a grupos armados el derecho a la vida y a la propiedad. Esto no se puede seguir admitiendo porque este Gobierno solo quiere sufragar las perdidas que la pandemia ha dejado, y busca soluciones por salir de paso.

Soluciones que atentan contra el medio ambiente, como es el uso del glifosato siendo una herramienta fácil para erradicar cultivos ilícitos, o algo aún más deprimente: Pretende formular una reforma a la salud donde no se están dando las garantías para mitigar el consumo de tabaco, además de regular el sistema ocasionando un mayor monopolio. Pero ese no es el detonante mayor, por que las instituciones como la policía ha generado muchos hechos de violencia, que tristemente termina con la muerte de jóvenes.  Es por esto y por más que estamos pidiendo a gritos una reforma a la policía nacional.

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