Por: John Agwunobi, Herbalife Nutrition
Al igual que muchas compañías de todo el mundo, estamos analizando la mejor forma para que los empleados vuelvan al trabajo a medida que algunos países comienzan a recobrar cierta normalidad, pero reconocemos que muchas cosas deberán cambiar.
Si bien algunos la llaman la “nueva normalidad”, prefiero otra frase que escuché poco tiempo atrás: la “próxima normalidad”. Porque, si lo pensamos por un momento, las empresas se vienen adaptando a la “próxima normalidad” a lo largo de la historia. Nuestra forma de trabajar actualmente es radicalmente diferente de la forma en que trabajábamos tan solo 50 años atrás.
Guiarse por algunos principios claves, como ofrecer programas de nutrición personalizados y apoyo individualizado, entender y promover la importancia de la comunidad, el liderazgo de servicio y desarrollar confianza en todo lo que hacemos, es muy importante.
Creo que estos mismos principios ayudarán a otras compañías a adaptarse a la próxima normalidad y a crear un lugar de trabajo aún más sólido y comprometido que antes de que la pandemia afectara todas las áreas de nuestras vidas.
Programas personalizados y apoyo individual
Los empleados tienen necesidades y circunstancias únicas que deben considerarse a medida que volvemos a nuestro lugar de trabajo. El año pasado quedó demostrado que muchas empresas, incluida la nuestra, pueden ser flexibles y operar con éxito con el teletrabajo de los empleados.
Como equipo ejecutivo, esperamos que, en primer lugar, nuestros líderes escuchen a sus empleados, determinen sus necesidades particulares y cómo satisfacerlas y, luego, logren un equilibrio entre lo mejor para sus equipos y las exigencias del negocio. Escuchar a los empleados y brindarles mayor flexibilidad en cómo y dónde trabajan es parte del liderazgo de servicio.
Suscribirse a ayudar a otros a alcanzar el éxito es un principio fundamental que ayudaría a las compañías. Si bien queremos que nuestros líderes pongan a los empleados en primer lugar, indicarles que tomen decisiones en el lugar de trabajo con el sombrero de líder de servicio no es suficiente.
Debemos ayudarlos a alcanzar el éxito brindándoles “flexibilidad dentro de cierto marco” y dándoles las herramientas y la capacitación necesarias para abrirse camino en la próxima normalidad.
Comunidad
Las compañías son más que un negocio: deben funcionar como una comunidad. De hecho, me atrevería a decir que nuestro negocio es desarrollar comunidades. Y el poder de nuestra comunidad nunca ha sido más evidente ni más importante que el año pasado.
Cuando el mundo entró en cuarentena, nos enfrentamos al mismo desafío que muchas compañías: cómo garantizar que nuestros empleados sigan sintiéndose parte de una comunidad. Era importante mantener su compromiso y sentido de pertenencia, así como demostrarles que no habían sido olvidados como personas tan solo porque no los veíamos todos los días.
Es crítico que los líderes mantengan el impulso a medida que volvemos a nuestro lugar de trabajo y nos abrimos camino en la próxima normalidad. Los empleados tienen nuevas expectativas, no solo respecto de dónde trabajarán, sino respecto de aquello que necesitan para promover la salud mental y el bienestar general. No podemos volvernos complacientes.
Nuestros planes para la vuelta al trabajo incluirán esfuerzos activos para desarrollar la comunidad que nutrimos durante la pandemia. Debemos continuar desarrollándola y prestar atención a las necesidades de nuestros equipos.
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