El Expediente 23928 que se encuentra en análisis en la Comisión de Niñez, Juventud, Niñez y Adolescencia de la Asamblea Legislativa busca reformar el Código Penal para hacer responsables a las organizaciones que silencien u oculten delitos sexuales de sus integrantes, principalmente contra menores de edad. Establece también la obligación de denunciar a quienes desempeñen cargos de autoridad y representación en organizaciones si hubieran identificado indicios de delitos sexuales en perjuicio de la niñez. Asimismo, busca que cualquier organización que encubra delitos de violencia sexual contra menores de edad y personas con discapacidad responda económicamente por ocultar la información.
En principio, se ve como algo lógico y que debe ser así. El problema está en que da un permiso a los ministros o autoridades religiosas para que puedan levantar el secreto de confesión, cuando sean autorizados por el confesor o la víctima. Esto es imposible porque no hay quien tenga el permiso de cambiar el Derecho Canónico, ni un Sacramento de la Iglesia Católica. Es inviable que un Congreso se inmiscuya en las leyes de la Iglesia.
Falta de conocimiento del Derecho Canónico
La iniciativa fue presentada presentada en septiembre del 2023 por el jefe de bancada del Frente Amplio, Antonio Ortega. Mientras que los co-proponentes de este expediente son todo los diputados del Frente Amplio (Ariel Robles, Jonathan Acuña, Priscilla Vindas, Sofía Guillén y Rocío Alfaro ), además de Jorge Dengo y Kattia Cambronero del PLP, Luz Mary Alpízar independiente, Manuel Morales del PPSD, Andrea Alvarez, Montserrat Ruíz y Rosaura Méndez del PLN, quienes no se percataron que la solicitud es inviable.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica emitió un comunicado el 30 de octubre en el que pidió el rechazo al expediente y posteriormente, el 1 de noviembre, manifestó que tiene un compromiso inquebrantable con la protección de la niñez y de las personas más vulnerables, y en ningún momento ha pretendido obstruir la justicia o encubrir delitos de violencia sexual.
La Iglesia de Costa Rica aseguró:
El sigilo sacramental es inviolable según las leyes de la Iglesia y la doctrina católica. Este principio, consagrado durante siglos, no se trata de proteger a quien delinque, sino de preservar el carácter sagrado de la confesión como un espacio seguro para el arrepentimiento y el acompañamiento espiritual.
Es incorrecto y engañoso afirmar que los obispos o la Conferencia Episcopal se oponen a la justicia o a la protección de los menores. La Iglesia ha colaborado activamente con las autoridades en la implementación de políticas de prevención y denuncia en casos de abuso, y apoya cualquier medida que, respetando los principios de nuestra fe, ayude a erradicar la violencia sexual y a asistir a las víctimas.
Este proyecto de ley, al pretender levantar el sigilo sacramental, no solo amenaza un derecho fundamental de la práctica religiosa, sino que también compromete la esencia misma de la libertad de culto. En lugar de promover desinformación y polarización, hacemos un llamado a dialogar de manera respetuosa y a buscar soluciones conjuntas que velen por la protección de las víctimas sin atentar contra la libertad religiosa ni la integridad del sacramento de la confesión.
Audiencia en la Asamblea Legislativa
El 31 de octubre, los sacerdotes Mauricio Granados y Ricardo Cerdas de la Conferencia Episcopal de Costa Rica se manifestaron en contra de la posibilidad de levantar el sigilo sacramental durante una audiencia ante la Comisión que estudia el expediente.
Por su parte, la Conferencia Episcopal aseguró que la iniciativa:
Es un claro intento de algunos legisladores de inmiscuirse en la doctrina y liturgia de la Iglesia irrespetando la sacralidad de ese momento en que el penitente está frente a Dios y su conciencia. Esto es reprobable tanto desde el punto de vista de la Iglesia, como desde la doctrina de Derechos Humanos más actualizada y constituiría un ataque a la Libertad Religiosa en nuestro país.
Llamamos a todos los católicos a defender nuestra Fe y el respeto a la libertad religiosa de los católicos en Costa Rica, de frente al proceso de aprobación de este Proyecto de Ley que se pretende dictaminar por la Comisión Legislativa.
Pedimos a nuestros fieles a unirse a nuestro rechazo a esta iniciativa de Ley y como creyentes pedir que el Espíritu Santo ilumine a nuestros legisladores y gobernantes para que cumplan con su cometido de buscar siempre el Bien Común en respeto a los derechos fundamentales de la Persona Humana.
Ni el Papa puede levantar el secreto de confesión
Como explicó el sacerdote Ricardo Cerdas durante la audiencia, ni siquiera el Papa tiene la potestad de levantar el secreto de confesión.
Ante la pregunta del legislador Fabricio Alvarado de Nueva República de:
¿Cuáles son las sanciones que la Iglesia Católica establece para un sacerdote que viola el secreto de la confesión?
El sacerdote Ricardo Cerdas respondió que:
Es la máxima que contempla el Derecho Canónico, que es la excomunión lataesententiae, lo cual quiere decir que en el momento mismo que el sacerdote revela -por cualquier motivo- a un penitente y la información que ha recibido en ese ámbito, queda excomulgado.
Qué es el sigilo sacramental
El Catecismo de la Iglesia Católica trata el tema del sigilo sacramental en los números 1467 y 2490. Este sigilo, también conocido como el secreto de confesión, es la obligación absoluta que tiene el sacerdote de no revelar, bajo ninguna circunstancia, lo que ha escuchado en el sacramento de la confesión.
Los puntos clave para entender por qué el expediente 23928 contradice este mandato de la Iglesia Católica son:
El Carácter inviolable: En el número 1467, el Catecismo declara que el sigilo de la confesión es inviolable, y que el sacerdote no puede revelar lo que se le ha confesado. Esto significa que ni siquiera por el bien de la justicia civil o cualquier otra razón se le permite divulgar información obtenida en la confesión.
Sanciones para su incumplimiento: La Iglesia considera la violación del sigilo sacramental como un pecado gravísimo y un delito canónico. Un sacerdote que rompa el sigilo sacramental está sujeto a la excomunión automática y a otras sanciones graves, debido a la importancia de este secreto para la confianza de los fieles y el respeto del sacramento.
Confianza y dignidad de los penitentes: En el número 2490, se menciona la importancia de la confidencialidad para proteger la dignidad de los penitentes. Este sigilo también contribuye a que los fieles tengan la libertad de confesar sus pecados sin temor a que sean revelados.
El sigilo sacramental es uno de los aspectos más estrictos de la doctrina católica sobre la confesión, y se considera fundamental para la integridad del sacramento de la reconciliación y la relación de confianza entre los fieles y el sacerdote.
Algunas organizaciones apoyan
Según representantes del Frente Amplio, a favor del proyecto están organizaciones como el Patronato Nacional de la Infancia, la Corte Suprema de Justicia, Fundación Paniamor, Fundación Ser y Crecer, Defensoría de los Habitantes, Guías y Scouts y diferentes colegios profesionales como el de Abogados.
Diputados de Nueva República en contra
Los diputados del partido Nueva República son los que han salido a defender la libertad de culto, la objeción de conciencia y a la misma Iglesia Católica en la Asamblea Legislativa.
El diputado David Segura aseguró que:
Aquí en la Asamblea Legislativa no tenemos facultades para cambiar las normas internas de ninguna religión. Ni de la Iglesia Católica ni de ninguna otra. Eso es una falta de respeto y un absurdo.
¿Qué pensarían ustedes si los diputados del partido Nueva República propusiéramos cambiar las normas internas del judaísmo, o del islamismo, o del hinduísmo, o del budismo? Con sobrada razón, ustedes dirían se volvieron locos.
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