En poco más de tres meses se han registrado 800 hectáreas afectadas por incendios forestales en Áreas Silvestres Protegidas.
La situación más crítica la vive Guanacaste, donde se han presentado cinco incendios que han impactado 775 hectáreas.
De acuerdo con Luis Diego Román, coordinador del Programa Nacional de Manejo del Fuego, hay un incremento de 20 hectáreas afectadas con respecto al 2020 y se espera que a raíz de los efectos del cambio climático, cada año se atiendan temporadas más críticas de quemas.
“Como es conocido y la experiencia nos indica, semana a semana se tendrá un escenario más crítico, máxime que nos encontramos en uno de los meses donde se tiene mayor número de incendios por atender y áreas afectadas”, comentó Román.
Campaña para evitar la problemática
Desde febrero comenzó la campaña 2021 de “Un verano sin incendios forestales”, que tiene como objetivo reforzar en esta época las labores de prevención frente a siniestros, a través de mensajes difundidos por televisión, radio y redes sociales.
Al iniciar el proyecto, el director ejecutivo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), Rafael Gutiérrez, solicitó la ayuda para llevar el mensaje de prevención a todos los ciudadanos. “Marzo y abril son los dos meses más fuertes de temporada de incendios. Un simple descuido puede traer serias consecuencias”, dijo.
Para este año la iniciativa cuenta con el apoyo del gobierno de Canadá, que aportó equipos y materiales para contribuir con el Programa de Manejo del Fuego del SINAC y con los bomberos forestales.
Evitar los incendios forestales y revertir sus efectos
El 98% de los incendios forestales son provocados por las personas y una de las razones que contribuyen al aumento de estas situaciones, es el cambio climático.
Además de ese factor, las quemas en terrenos con fines agrícolas son otras de las principales causas, pues en ocasiones se salen de control.
Para contrarrestar esta situación, el gobierno solicita a las empresas agrícolas contar con un permiso para realizar quemas. Cualquier movimiento de este tipo sin autorización, es ilegal y puede ser sancionado con multas que pueden ir desde los 10 días hasta los 200.
Asimismo, una agricultura más sostenible y en armonía con los bosques que rodean las plantaciones, puede revertir el impacto sobre estos; prácticas que según indicó Román, se realizan en pueblos indígenas.
Por ejemplo, el pueblo cabécar cuenta con la Asociación de mujeres cabécares protectoras del bosque y la montaña Kábata Konana, que ha logrado dar pasos importantes en este tema.
También en este territorio y en el bribri, promueven prácticas ancestrales a través de su manual, apoyado por varias instituciones y organizaciones.
En cuanto a cómo recuperar el área dañada después de un incendio forestal, el coordinador del Programa Nacional de Manejo del Fuego mencionó la reforestación inducida como un mecanismo eficaz para repoblar de árboles, pero además, beneficiar el suelo, el clima, la disponibilidad de agua y el hábitat de especies de animales.
“Otra medida importante es proteger las zonas que han sido impactadas por incendios. En Jalisco, México, se prohibió el cambio de uso de sueño por 20 años en zonas donde el bosque fue arrasado por llamas”, concluyó.
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Marianela Sanabria Leandro
Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.
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