Por: Guillermo Varela, director ejecutivo Asociación GS Uno
Cinco meses han pasado ya desde que se dio a conocer el primer caso de COVID-19 y el resto de esta larga historia, ya todos la conocemos.
Cada uno de cierta manera, hemos tenido tiempo de reflexionar sobre los hábitos y costumbres que debemos mejorar de ahora en adelante, en cualquiera de los ámbitos de la vida.
Pero no podemos negar que quienes posiblemente estén aprendiendo más sean los empresarios de todo tipo. La situación actual ha dejado al desnudo un rezago en su eficiencia interna, uso de tecnologías y automatización.
Muchos empresarios, en su interior, se dieron cuenta de que creían tener el control, que en muchas ocasiones fueron conformistas y que su planificación no era la idónea. Esto sin duda ha pasado una factura muy cara y ha puesto a correr a las empresas para tratar de sobrevivir en medio de las nuevas exigencias del mercado, en lugar de enfocarse en hacer crecer su negocio, como debería ser lo correcto.
Surgimiento de una nueva forma de hacer negocios
Como es obvio, el mundo no se ha detenido, por lo que surgió a la brava una nueva forma de hacer negocios, lo que tiene que ser visto como positivo para hacer cambios de dirección y salir fortalecidos.
Nosotros hemos sido testigos de este proceso, al realizar la primera rueda de negocios virtual entre micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y cadenas de supermercados, llamada Fábrica de Negocio; que ha sido una experiencia enriquecedora para todas las partes, pues tanto los vendedores, los compradores y nosotros como enlace, hemos aprendido en un ambiente rodeado de colaboración e innovación.
Una modalidad virtual como esta, requiere no solo de un cambio de chip ya que no es necesario encontrarse de manera física, sino que es un desafío para que los cambios hacia la modernización no queden simplemente en reuniones por medios digitales.
El cambio debe hacerse desde adentro, por lo que instamos a todas las empresas a volver su mirada a la automatización y a buscar una gran eficiencia logística en cada uno de sus eslabones de su cadena de suministro, a través del uso de estándares mundiales como los códigos de barra, que siempre han estado a disposición de todos, pero a los que lamentablemente no se les ha prestado la importancia suficiente.
No nos quedemos solo con reuniones virtuales, que eso no se convierta en rutina y mucho menos que sirva para conformarnos, despertemos a la innovación y a la manera correcta de hacer negocios. No es época de crisis, es época de crecimiento. Ojalá que los aprietos en los que se han visto los empresarios sirvan como un trampolín para despegar hacia el éxito.
Las circunstancias difíciles siempre estarán presentes, aprendamos de esta nueva realidad que nos ha puesto por delante la pandemia.
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