Por: Mary Ann Blanco, Colegio de Profesionales en Nutrición
Diciembre para los chicos significa: Navidad y el disfrute de sus vacaciones, por eso, procure que su hijo mantenga un horario específico de alimentación.
Si bien es cierto, no es necesario que se despierten a la misma hora que cuando asisten a la escuela, el horario de sus comidas se debe mantener.
Es recomendable establecer un horario en el que el niño mantenga un horario matutino parecido al de su escuela para que regresar no le sienta mal en su estómago. Ejemplo: despertar 8:00 am, desayunar 8:30 am, merendar 10:30 am, almuerzo 12:30 md, merienda 4:00 pm, cena 7:30pm y dormirse 10:00 pm.
Si hablamos de cantidad y calidad alimenticia, los alimentos tradicionales de la época como el queque navideño, el rompope, la pierna de cerdo, los chocolates, las manzanas y los tamales, nos recuerdan a una época de felicidad, lo que nos lleva a comer en mayor cantidad, sin embargo, el aumento desmedido de porciones es contraproducente para nuestra salud. Si hablamos de los pequeños de la casa, los alimentos tradicionales, pueden no ser de su agrado, sin embargo, al tener eventos fuera de casa y salidas durante varios días, bastantes tiempos de comida se realizan en restaurantes de comida rápida.
Lo que más se recomienda para los niños es que sus padres les ayuden en el momento de servirse o escogiendo la comida, para poder controlar el tipo de alimento. Ejemplo: al inicio del día hablar con su hijo de los eventos que van a haber durante el día y dialogar de un plan de comida. “Hoy vamos a hacer compras, el desayuno lo haremos en casa, llevamos frutas en el bolso para merendar y almorzamos en “X” restaurante. Una vez que se encuentran en el restaurante brindarle 3 opciones que usted considere que cumplan con lo recomendado (todos los grupos alimenticios y evitar excesos de grasas y/o azúcar) así el niño se siente con libertad de tomar su decisión.
Cada grupo alimenticio ofrece múltiples beneficios y su hijo está en pleno crecimiento por lo que las restricciones no son recomendadas. Los carbohidratos son la energía del cuerpo humano, ayudan a la absorción de proteínas y aportan fibra necesaria para el funcionamiento del sistema digestivo. Las proteínas hacen y renuevan los tejidos en el crecimiento, forman anticuerpos, distribuyen el oxígeno y regulan la presión osmótica. Las grasas regulan la temperatura del cuerpo, demoran el hambre y protegen órganos vitales. Las frutas y los vegetales aportan vitaminas y minerales necesarios para las funciones vitales del cuerpo.
En casa, podemos hacer que el niño participe en la preparación de alimentos enseñándole que el plato debe contener todos los grupos alimenticios. En un evento, podemos preguntar con anticipación el platillo que se va a servir y si falta algún grupo alimenticio ofrecer a llevarlo. Ejemplo: harán una carne asada, por lo que habrá carne y tortillas, nos queda los vegetales y la grasa de lado, por lo que le podemos pedir a nuestro hijo que nos ayude a preparar un pico de gallo y un chimichurri para acompañar la carne.
La hidratación es vital. El agua es esencial para la vida, ya que nuestro cuerpo es 80% agua. Se recomienda estar hidratado con agua pura durante todo el día. Las bebidas que contienen algún tipo de caloría no hidratan de la misma forma que lo hace el agua pura. Hay actividades o comidas que nos deshidratan, si realiza actividad física, si va a un clima distinto al que está acostumbrado, por lo que, si su niño vive alguna de estas situaciones durante el día, usted deberá contemplar aumentar el consumo de agua.
El consumo de agua pura es distinto para cada persona, sin embargo, se puede considerar un vaso de agua pura antes y después de cada tiempo de comida, agregarle trozos de frutas, hielo, buscar una botella con colores llamativos pueden ayudar a aumentar el consumo de agua en niños que no están acostumbrados a hidratarse con agua pura.
Asimismo, la actividad física durante la época de vacaciones disminuye considerablemente, lo cual es realmente perjudicial para la salud, por lo que, se debe enfocar en buscar actividades que requieran que el niño no pase más de dos horas sentados.
Se recomienda que realicen algún deporte al menos 5 veces por semana por lo menos una hora de actividad moderada. Así como realizar actividad física durante el día.
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