

La fiesta de la Navidad inició hace más de 2.000 años y la forma de celebrarla ha ido cambiando a lo largo de la historia. Hoy en día, la Navidad, la Natividad, el Nacimiento se celebra con cenas, fiestas familiares, fiestas empresariales, amigos invisibles, con mayor cantidad y calidad de comida, con vestidos nuevos y con un gran aumento en el gasto de dinero, comparado con el gasto durante el resto del año.
Algunos países hemos convertido esta fiesta de celebración de la austeridad -cuyo ejemplo dio el mismo Dios en un pesebre- en un consumismo sin sentido. Sin embargo, no todo es consumismo y no todo son tiendas y malles. Hay muchas personas, familias, municipalidades, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que han puesto su granito de arena para dar de comer a miles de personas, de hacerles fiestas a niños que de otra forma no las podrían tener, de dar de su tiempo a los demás, de darse a alguien que es realmente lo que celebra la Navidad.
Ejemplos hay miles, pero citemos el de la Municipalidad de San José con eventos en zonas urbano marginales, el de Sifais con su Adviento de Buena Voluntad, canales de TV que cumplen sueños de muchos, personas que visitan a los privados de libertad, que dan de comer a los habitantes de la calle y otros que como Luis Montoya -cuya fiesta llegó este año hasta los piangüeros de Nicoya- y ponen su granito de arena.
Todos esos ejemplos esperamos darlos a conocer con nuestro periodismo de soluciones durante el 2020 porque no son acciones de diciembre, son acciones diarias y cotidianas que hacen muchos a lo largo del año y que pasan desapercibidas entre la vorágine de malas noticias, pero que recibimos en [email protected] con muchísima alegría.
¡Feliz Navidad y un 2020 lleno de ayuda a los que más lo necesitan!
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