
Además de los daños que ocasiona en la salud, el tabaco tiene un impacto en el medio ambiente: altera los ecosistemas, afecta la vida marina, provoca erosión del suelo y contamina el agua.
Precisamente Stopping Tobacco Organizations and Products (STOP), una organización de control de la industria tabacalera mundial, busca dar a conocer esas afectaciones, especialmente en la semana de celebración del Día Internacional de la Conservación del Suelo (7 de julio).
En un informe publicado en junio pasado, la organización asegura que la actividad tabacalera es un importante perturbador de los ecosistemas, al no desistir de producir y lucrarse de la fabricación de tabaco.
Menciona la manera en que daña los esfuerzos de restauración de los ecosistemas. Por ejemplo, explica el desbroce de tierras -con un impacto negativo en las reservas forestales- que genera la producción de tabaco.
A esto se le suma la reducción de los periodos de reposición de los bosques y del suelo, y la corta y quema de tallos y residuos después de la cosecha, argumentando que no tienen valor alimenticio para el ganado y aves de corral.
También detalla que la vida marina y la salubridad del agua son afectados por el uso de plástico y productos químicos. Asimismo, los cigarrillos que no incluyen el auto-apagado son susceptibles de provocar incendios accidentales.
Industrias se jactan de prácticas a favor del medio ambiente
La organización enfatizó que a pesar de conformar una de las industrias que más contaminan en el mundo, las tabacaleras se jactan de sus prácticas a favor del medio ambiente.
Un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que las compañías dedicadas a este negocio, impulsan una estrategia de relaciones públicas que desvía la atención de los daños que causa al medio ambiente; calla las voces de las partes interesadas y traslada la culpa a los consumidores.
Asimismo, STOP recuerda en su informe que la industria subvalúa el impacto del tabaco en el medio ambiente, reportando estimaciones bajas de consumo de leña como combustible para producir y con ello afirman tener un impacto global anual en la deforestación de un 5%.
Entre los datos que compartió la organización de control de la industria tabacalera, se encuentran: el 5% de la deforestación mundial es provocada por la producción de tabaco, 200.000 hectáreas se pierden de biomasa forestal al año, 4,5 billones de colillas se desechan al año a nivel mundial, 2 millones de toneladas de residuos sólidos procedentes de cartones y envases.
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