En los últimos años se ha incrementado la cantidad de personas que presentan sobrepeso y obesidad a nivel mundial, y Costa Rica no es la excepción. Según la Revista Hispanoamericana de Ciencias de la Salud, en los últimos 40 años, en nuestro país, la obesidad (grado 1 y 2 en ambos sexos) aumentó casi 4 veces, pasando de 6,3% de la población en 1975 a un 23,7% en el 2014. Además, la cantidad de personas con sobrepeso aumentó de un 24,9% a un 36,1% de la población. Por el contrario, la cantidad de personas con peso normal disminuyó casi una tercera parte (34,4%) en el 2014.
Por otra parte, los datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición 2008 – 2009 realizada por el Ministerio de Salud, destaca que el 59,7% de las mujeres costarricenses entre 20 y 45 años tienen sobrepeso y el problema es mayor en las mujeres de 45 a 64 años, quienes representan un 77,3%. En el caso de los hombres, el 62,4% con edades entre 20 y 64 años presentan sobrepeso.
Este alarmante aumento, se da como consecuencia, principalmente, de malos hábitos alimentarios, el sedentarismo, la falta de acceso a alimentos nutritivos, pobre educación nutricional y el consumo de productos industrializados altos en grasas, azúcar y sal. Adicionalmente, el estudio realizado por la Red Centroamericana de Investigación en Movimiento Humano para la Niñez y Adolescencia (Redcimovi) reveló en julio pasado que casi un 40% de los menores costarricenses son obesos y un 29,4% de los niños son sedentarios.
Muchos de los alimentos consumidos por la población contienen una gran cantidad de grasa, azúcares y sodio; y son deficientes en vitaminas, minerales y antioxidantes. A esto se suma una baja o nula ingesta de agua, frutas y vegetales.
La obesidad y el sobrepeso durante la niñez constituyen un factor de riesgo para enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, infartos, derrames cerebrales y otros, lo que se traduciría en una población adulta enferma y poco productiva.
Qué hacer
Carolina Villalobos, nutricionista de FIFCO, brinda una guía para mantener un equilibrio en cuanto a la cantidad, calidad y variedad de los alimentos que se consumen cada día.
- Cantidad: la clave está en la moderación. No consumir más de las calorías que el cuerpo necesita, esto ayuda a mantener un peso saludable.
- Calidad: revisar muy bien en el valor nutricional que aportan los alimentos. Controlar el exceso de grasas, azúcar y sal en las comidas es muy importante para prevenir la obesidad y otros problemas de salud. Prefiera alimentos que aporten vitaminas, antioxidantes y minerales que refuercen su salud.
- Variedad: cuanto más variada sea la alimentación (frutas, verduras, granos, carnes) mayor probabilidad de que sea equilibrada y contenga una mayor disponibilidad de nutrientes esenciales para conservar la salud.
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