Por: Ernesto González, profesor
En el artículo anterior hicimos referencia a que un elemento importante es que los padres y madres escuchen a sus hijos para lograr el éxito escolar. Sin embargo, este no es el único elemento que puede proporcionar un giro de 180 grados.
¿A cuáles otros elementos podemos recurrir padres y madres?
La verdad es que encontrar las causas de por qué un hijo no aprueba una materia no es fácil y menos hacerlo los padres solos. El problema del éxito escolar es complejo ya que influyen mucho las relaciones humanas y éstas son una asignatura difícil.
La ayuda de los maestros suele ser muy valiosa siempre que los padres y madres vayamos a ellos con una actitud adecuada. Los y las docentes no poseen una “varita mágica” que asegure el éxito de sus estudiantes.
Pero sí tienen datos de su rendimiento y observaciones de su comportamiento en clase. Ellos dan su versión, que puede no ser muy objetiva, pero siempre importante. Después, los padres, hemos de hacer los deberes a que nos hemos comprometido.
Porque de nada sirve hacer muchas visitas a la escuela o instituto si, cuando salimos de la entrevista, no apoyamos las tareas en casa. Es como ir al médico y no tomar las medicinas. Ayudar a los hijos a hacer los deberes en casa, valorando el trabajo individual que nuestro hijo ha de hacer fuera de la escuela.
Agenda, tutor y responsabilidades
Es importante que enseñemos a llevar una agenda donde se apunten las tareas con precisión, que organicen el tiempo en casa (con horarios con tiempos de estudio y de descanso), con metas cortas.
Suele darse el caso también que como causa de los malos resultados, el estudiante no tenga las habilidades creadas o formadas para el estudio. Esto puede lograrse con la ayuda extraescolar de un profesional que, individualmente, le enseñe a estudiar y le proporcione los conocimientos necesarios para cubrir las "lagunas" que seguramente tiene, y que revise si tiene un problema concreto de lectura.
Otro elemento a favor, es darles responsabilidades a los hijos en casa desde que son pequeños. La experiencia escolar demuestra que los alumnos que colaboran en casa responsablemente -ponen la mesa, sacan la basura, hacen la cama, colaboran en la limpieza, etc.- suelen tener más éxito en los estudios que aquellos que no hacen nada.
Brindarle seguridad para que sea transparente
Un estudiante pocas veces admite que no es capaz de sacar adelante una asignatura. Su orgullo y su amor propio le impiden reconocer su falta de habilidad para el estudio o su falta de conocimientos previos necesarios (lo que se conoce como "lagunas") para seguir aprendiendo, por lo que prefiere dar la imagen de vago antes que reconocer otros problemas, ya sean emocionales o intelectuales.
Los padres y madres, que somos los adultos responsables que tiene a su lado el estudiante, debemos tener el temple suficiente para ofrecer a nuestros hijos, ayudas y alternativas racionales que le permitan desarrollarse como persona de forma satisfactoria.
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