Los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), realizada en julio pasado, indican que el porcentaje de hogares costarricenses en condición de pobreza, continúa siendo el mismo que en el 2021.
Un 23% de los hogares se encuentra en esta condición, es decir, 399.439 hogares, solo 15.934 más que durante el año pasado. Esta cifra significa además, la segunda más alta a nivel histórico en Costa Rica.
Con respecto a los hogares en pobreza extrema, el porcentaje es de 6,4%, similar al 6,3% del 2021. La Enaho también determinó que la incidencia de la pobreza en términos de personas, es de 25,5%, o sea, 1.329.757 personas.
La zona rural fue la que experimentó mayor aumento de pobreza, pues pasó de 6,3% en el 2021, a 28,3% en el 2022; mientras que en la zona urbana el porcentaje se mantuvo igual: 21,8%. El aumento en la zona rural, conlleva a un incremento de la brecha de pobreza entre ambas zonas, de 7,2% este año.
La Enaho también indica que a pesar de que el ingreso promedio de los hogares aumentó un 3,2% con respecto al 2021, no es suficiente para compensar el incremento de los precios interanual, que llegó a 10,06%.
En cuanto a la cantidad de bienes o servicios que los hogares pueden adquirir con sus ingresos actuales, es menor a la del año pasado. Hubo una pérdida de poder adquisitivo de un -6,2%.
Garantizar educación de calidad es primordial para que personas puedan obtener empleo y así erradicar la pobreza
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó en el 2018, una propuesta para reducir la pobreza en Costa Rica. Entre las acciones que planteó, se encontraba la revisión de los programas sociales que brindan apoyo económico a las familias y realizar un rediseño de ellos.
Asimismo, propuso perfeccionar y uniformar los mecanismos de selección de beneficiarios, con el fin de garantizar que quienes reciben la ayuda, sean realmente las personas que lo necesitan. Para ello, es necesario que todas las instituciones que ejecutan estos programas, utilicen el mismo mecanismo de selección de beneficiarios.
Por otra parte, la propuesta señala la importancia de la cobertura de servicios como: agua para consumo humano, educación y salud, principalmente la calidad de estos. “Es particularmente importante esto en secundaria, donde la meta debe ser la universalización, no de su cobertura o acceso, sino del logro en completarla, pues es el nivel que hace diferencia en cuanto a las posibilidades de acceder a empleos de calidad”, indica la PNUD.
En educación, hay una brecha por estratos de ingreso y zonas, lo que significa que hay una necesidad de ampliar la oferta hacia zonas más pobres, para neutralizar las desventajas iniciales y con ello, la asignación de mayores recursos.
Para lograr erradicar la pobreza, el PNUD hace énfasis en que es necesario retomar la generación de empleo como uno de los objetivos centrales del país, así como que el Estado tenga la capacidad de financiar políticas públicas.
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Marianela Sanabria Leandro
Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.
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