Con el objetivo de promover la sana convivencia, el entretenimiento y de paso, sembrar el gusto por la gastronomía, el Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN) hace un llamado a los padres y encargados de familia para que en estas vacaciones realicen diferentes actividades que acerquen a los niños y jóvenes a la cocina.
Esto no solo fomentará una alimentación más saludable y creará experiencias familiares, sino que podría ser una estrategia para alejarlos de hábitos perjudiciales como la exposición excesiva a artefactos electrónicos y actividades sedentarias.
La Dra. Shirley Thuel, representante del CPN y especialista en nutrición pediátrica explica que:
cuando permitimos a los niños y jóvenes entrar a la cocina no solo compartimos recetas, sino que creamos experiencias que serán agradables de recordar. Al estar frente a la cocina, se desarrollan todos los sentidos y especialmente el olfato, uno de los más ligados a las memorias.
Precaución positiva
Thuel aclara que es necesario darles a conocer los riesgos que implica estar en la cocina, pero sin crearles miedos. Debemos aprovechar las vacaciones para que tomen el gusto por la gastronomía, y cuanto menos uso de electricidad mucho mejor.
También se recomienda generar el interés por la comida y motivar su creatividad, ideando sus propias recetas. Pueden iniciar, por ejemplo, con la invención de ensaladas, ya que son alimentos que no necesitan cocinarse y contienen nutrientes fundamentales para las diferentes etapas de crecimiento.
Otras sugerencias de actividades que se pueden realizar en conjunto son: recolectar frutas (ir a juntar mangos, limones, etc.), involucrarlos a escoger frutas y verduras en el supermercado, invitarlos a cocinar (sin riesgo), alistar la mesa y decorar los platillos.
Estas prácticas traen múltiples beneficios, comenzando por agudizar los sentidos del olfato, tacto y gusto y continuando con las experiencias sensoriales que recordarán en edad adulta.
Incluir a los niños en la cocina es sinónimo de forjar buenos hábitos desde temprana edad, como la buena comunicación, el orden y la disciplina que son indispensables para llevar cada paso de la receta; se les enseña también paciencia ya que las preparaciones requieren de tiempo y proceso, agrega la Dra. Thuel.
Ojo con los premios
Además, los expertos ofrecen a los padres y encargados de familia una serie de principios de alimentación perceptiva como:
- Alimentar respondiendo a los signos de hambre y saciedad de los niños y jóvenes.
- El tiempo y la paciencia son imprescindibles, se debe animar sin forzar a comer.
- Si hay rechazo, pueden experimentar con diversas combinaciones de sabores, texturas y métodos.
- Obligar, presionar o premiar interfieren con la percepción del niño de su propia saciedad y pueden aumentar el riesgo de sobrepeso, de problemas relacionados con la comida, etc.
- No se recomienda ofrecer comida como consuelo emocional
El Colegio de Profesionales en Nutrición insta a las familias y centros educativos a evitar el consumo excesivo de productos procesados (dulces, gaseosas, refrescos azucarados, etc.) en las celebraciones de vacaciones y en la fiesta de bienvenida.
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