La Defensoría de los Habitantes respalda la inclusión de la variable nutricional en la canasta básica, sin embargo, considera que el proyecto de ley que pretende este fin, aun necesita fortalecerse.
Por ejemplo, para la institución, a pesar de que la iniciativa establece que la revisión de la canasta básica tributaria se se realice cada vez que se publique la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), hace falta definir el tiempo de inicio y finalización de esta revisión.
Otra de las observaciones que hizo el ente defensor, fue que se necesita definir cuál será la institución responsable de coordinar y convocar a las instancias que asesorarán y acompañarán en el proceso de revisión de la canasta básica.
De acuerdo con la Defensora de los Habitantes, Catalina Crespo, desde la discusión legislativa de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, la Defensoría advirtió sobre las debilidades que presentaba la propuesta para definir la canasta básica.
“Una vez más presenta aspectos a considerar para mejorar el proyecto, y con ello incorporar una canasta de alimentos adecuados, variados, suficientes, saludables, accesibles física y económicamente, de tal manera que la población de menos ingresos tenga la posibilidad real de mejorar sus patrones de consumo hacia una alimentación sana”, explicó Crespo.
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Actual canasta básica va en contra de las políticas de salud
Para la nutricionista Karol Madriz, la actual canasta básica va en contra de las políticas de salud, nutrición y alimentación para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles, como por ejemplo la obesidad, diabetes, hipertensión y cáncer.
“También va en contra de la política ambiental para promover sistemas alimentarios sostenibles y saludables, dado que un mayor consumo de frutas, vegetales y cereales como el arroz y la leguminosas, disminuye la huella de carbono”, aseguró Madriz.
De acuerdo con la experta, sus afirmaciones se basan en datos como el de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indica que un bajo consumo de frutas y vegetales está asociado a una mala salud y a un mayor riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT).
En el 2017 se estimó que 3,9 millones de muertes se debieron a un consumo inadecuado de frutas y vegetales. “De estas muertes globales, el 14% provinieron de cáncer gastrointestinal, el 11% se debieron a una cardiopatía isquémica y el 9% a un accidente cerebrovascular”, comentó la nutricionista.
Madriz detalló que las ENT aumentan el costo de atención de salud. Por ejemplo en Costa Rica, según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la atención de la diabetes implicó en el 2016 una inversión de ¢43.171 millones, lo que representó un 2,5% del presupuesto de salud.
La especialista en nutrición también mencionó que la mortalidad y morbilidad inducida por las enfermedades no transmisibles trae consigo pérdidas emocionales para quien las padece y sus familiares más cercanos.
Acceso a alimentos inocuos y nutritivos garantiza seguridad alimentaria
Según Madriz, existe seguridad alimentaria y nutricional cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a alimentos nutritivos e inocuos. “Los cuatro pilares de la seguridad alimentaria y nutricional son la disponibilidad, la estabilidad del suministro, el acceso y la utilización”, aseguró.
Por esta razón reitera que es importante tener presente que se deben establecer medidas que favorezcan el acceso de alimentos saludables en la población y de esa manera, contribuir a garantizar el derecho humano a la población.
“Se deben tomar decisiones políticas a favor de la salud pública. Una población saludable, es una población productiva que contribuye al desarrollo económico del país. Es oportuno y pertinente promover un cambio de la metodología de cálculo de la Canasta Básica de Alimentos y evolucionar de un enfoque tributario económico, a un enfoque nutricional y sostenible con el medio ambiente”, resaltó Madriz.
Asimismo, mencionó una serie de beneficios de contar con una canasta básica con enfoque nutricional:
- La población tendría en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimentarias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana.
- Contribuiría a garantizar el Derecho Humano a la Población y a la seguridad alimentaria y nutricional.
- Mitigaría los efectos negativos de la pandemia del Covid-19 por facilitar el acceso a alimentos saludables a la población vulnerable que se ha visto afectado por la disminución del ingreso familiar para adquirir alimentos, por la pérdida de trabajo o reducción de la jornada laboral.
- Contribuiría a la generación de un ambiente alimentario saludable que permita facilitarle el acceso alimentos saludables a la población, con el fin de prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles: obesidad, hipertensión y diabetes, que son los principales factores de riegos de contagio y gravedad (mortalidad) por Covid-19. Estos también son responsables de mayores costos de atención en salud de la CCSS.
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