
Con el objetivo de potenciar la economía circular, la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial (BM), anunció una inversión inicial de US$2 millones en ProNuvo, compañía con sede en Costa Rica dedicada a la producción sostenible de alimento para animales a base de proteína de insectos.
El financiamiento de IFC le permitirá a ProNuvo completar la construcción y puesta en marcha de una planta con capacidad productiva de 4.000 toneladas anuales en Guápiles. Adicionalmente, IFC brindará apoyo para acelerar la expansión global de la industria naciente de proteína de insectos, que emerge para satisfacer el mercado de alimento para acuicultura y mascotas, con un valor estimado en US$11.000 millones.
Formada en 2018, ProNuvo se especializa en la cría de larvas de la mosca Hermetia Illucens, o mosca soldado negro, una especie nativa de Costa Rica y otros países tropicales. La empresa utiliza desechos orgánicos para alimentar las larvas, que en el proceso se convierten en proteínas y grasas de alta calidad. A la vez, los residuos del proceso de producción se transforman en fertilizante de alto valor orgánico para nutrición vegetal.

Miguel Carmona, cofundador y presidente de la junta de ProNuvo, señaló:
En ProNuvo transformamos desechos en productos de alta calidad con el objetivo de generar un impacto positivo tanto en lo ambiental como en lo social.
Por su parte, Sanaa Abouzaid, gerente regional de IFC para Centroamérica, indicó:
Nos enorgullece operar en un país que se caracteriza por su compromiso con el medio ambiente y por tener el apoyo de colaboradores como IFC que se alinean perfectamente con nuestra misión de crear una cadena alimenticia más sostenible para futuras generaciones.
En IFC estamos encantados de acompañar el crecimiento de ProNuvo, una empresa comprometida con la innovación, la sostenibilidad y la competitividad.
Como catalizadores de la industria a nivel mundial, buscamos fomentar la circularidad y demostrar la viabilidad comercial a escala industrial del proyecto.
Además de impulsar la economía circular al usar vegetales y frutas -que serían desechados- las operaciones de ProNuvo ofrecen otros importantes beneficios climáticos. En comparación con otras fuentes de alimentos para animales, la producción de proteína de insectos emite significativamente menos gases de efecto invernadero y requiere de menores recursos. El proceso de ProNuvo, por ejemplo, utiliza 10% de la tierra, 8% del tiempo y 6% de la cantidad de agua que demandan otras fuentes típicas de proteína que presentan riesgos relacionados con la deforestación y la sobreexplotación.
Este es uno de los proyectos que recibirán fondos de IFC. En 2023, IFC comprometió US$43.700 millones para empresas privadas e instituciones financieras en los países en desarrollo, con la que se busca aprovechar la capacidad del sector privado para ayudar a poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida en un momento en que las economías abordan los impactos de las crisis simultáneas de alcance mundial.
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