Por razones de confidencialidad comercial, el gobierno de Costa Rica dijo que no podía revelar los detalles financieros de la firma del contrato con Pfizer y Biontech.
Sin embargo, esto contradice el artículo 30 de la Constitución Política de Costa Rica: garantiza el libre acceso a los departamentos administrativos con propósitos de información sobre asuntos de interés público. Quedan a salvo los secretos de Estado.
Al no ser este un secreto de Estado, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) no podría haber firmado ninguna cláusula de confidencialidad pues se opone a la Constitución Política.
Según dio a conocer el presidente de la CNE, Alexander Solís, el contrato firmado por la CNE y Pfizer-Biontech para la compra de de 3 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19, establece una cláusula de confidencialidad sobre el precio de las inyecciones que, en caso de romperse, castiga con la suspensión del suministro.
Solís aseguró que el único monto autorizado a brindar es el de US$70 millones para 3 millones de dosis de vacunas de Pfizer-Biontech (para 1,5 millones de personas), 1 millón de dosis de AstraZeneca-Universidad de Oxford (para 500.000 personas) y 2 millones de dosis que otorgará el programa Covax-Facility de la Fundación Bill & Melinda Gates (para 1 millón de personas).
El monto de US$70 millones para vacunar a 3 millones de personas en Costa Rica, también incluye US$800.000 para el almacenamiento y la aplicación de la vacuna. Si se pudiera sacar un promedio sería de $11,66 por dosis, o sea US$23,32 por vacuna por persona. Pero este promedio no se puede brindar pues los precios de las vacunas varían entre sí.
El caso de Pfizer-Biontech en Argentina
Recientemente se dio el caso de Argentina en el cual el Ministro de Salud, Ginés González García, aseguró que Pfizer pidió “condiciones inaceptables” para firmar los acuerdos. Evitó dar detalles porque argumentó que rigen cláusulas de confidencialidad que invisten la negociación, pero trascendió que los impedimentos están vinculados con la inmunidad jurídica que Pfizer pretendía tener en el país ante eventuales consecuencias adversas de la dosis en la población. González aseguró en una entrevista concedida al periodista Víctor Hugo Morales en AM 750: “No entendemos por qué tienen tantas exigencias, pareciera que no le tienen fe a la vacuna”.
Según medios como LT8 e Infobae, entre otros, el médico asesor del gobierno de Buenos Aires, Jorge Rachid, aseguró que el Ministro de Salud de Argentina rechazó las condiciones de Pfizer para distribuir las vacunas en Argentina pues “el laboratorio Pfizer pidió a cambio garantías como son los glaciares y permisos de pesca en territorio argentino”.
Al no aplicar la vacuna de Pfizer el Gobierno de Argentina inició el 29 de diciembre con la aplicación de la vacuna rusa Sputnik V, y se convirtió en el primer país en América en inocular a su población con el inmunizante del laboratorio ruso Gamaleya.
Cómo se seleccionó la vacuna en Costa Rica
Según Solís, la selección de las vacunas responde a estudios técnicos de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), coordinada por Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y que el procedimiento para la compra se dio a partir de dos consultas realizadas a la Contraloría General de la República (CGR).
"Se llegó a hacer una consulta al órgano contralor para determinar cuál es el mejor mecanismo mediante el cual podemos realizar las contrataciones en el entendido de que este es un mercado en el que el cliente no es el que determina cómo se hace", aseguró Solís.
Solís, también mencionó que la CGR aseguró que la CNE tomó el camino correcto, ante lo cual se dio inicio a cada una de las contrataciones directas con cada una de las tres organizaciones elegidas para comprarle las vacunas.
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Redacción
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