Las artistas Carmen Borrasé Povedano y Marcia Madrigal Guardia se posicionan como la mirada femenina de la nueva agrupación de pintores figurativos “El Grupo”, conformado por artistas consolidados de larga trayectoria como Rolando Cubero, Miguel Hernández, Mario René Madrigal-Arcia, y los talentos más recientes Philip Anaskin y Roberto Murillo.
Tanto Carmen Borrasé como Marcia Madrigal, exponentes del arte figurativo, destacan en su obra evocaciones surrealistas que han venido trabajando a lo largo de su carrera y que han mostrado recientemente en proyectos individuales de gran magnitud, como la exposición de Carmen “Metáfora, Símbolo y Alegoría” en el Museo de Arte Costarricense y la de Marcia “El tiempo suspendido” en el Museo Calderón Guardia, ambas el año pasado.
Carmen Borrasé trata en su obra temas sobre variadas relaciones y situaciones humanas, por medio de detalladas pinturas al óleo, mezclando elementos y el título de la pintura para lograr significados a interpretar por el público de su obra. Ella ha pintado profesionalmente desde los años 80, contando con múltiples exposiciones en Estados Unidos, México y Costa Rica. Recibió el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría en el 2001 y su trabajo está representado en colecciones públicas y privadas en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Estados Unidos, Panamá, México, Holanda y España.
Para la historiadora María Enriqueta Guardia:
La artista utiliza en sus obras un lenguaje cotidiano, pero trata de darle una nueva significación, con recursos metafóricos diversos y mediante la utilización de la pintura al óleo como medio de expresión.
Por su parte, Marcia Madrigal Guardia es conocida por su trabajo en pintura abordando temáticas relacionadas a la soledad y el existencialismo. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica y en la Escuela Pro-Diseño en Caracas Venezuela. Ha expuesto en el Instituto Cultural de México, en el Museo de San Ramón, el Museo Municipal de Cartago, entre otros espacios culturales.
Según Sofía Soto Maffioli, exdirectora del Museo de Arte Costarricense:
Su obra pictórica, delicada e intimista, explora grandes temas universales desde el lindero entre la filosofía y la metafísica. Su vocabulario plástico singular y en apariencia enigmático, porta consigo un complejo registro simbólico que traduce la experiencia vital. la condición humana. La agitación del inconsciente, el desconcierto existencial, la pérdida, la fuga, la permanencia. Lo inmaterial y lo efímero se conjugan con lo tangible y lo preciso en imágenes que funcionan como ecos de una misma revelación.
Artistas de linaje
Ambas pintoras costarricenses reflejan en su manera de vivir, grandes vínculos emocionales con el arte más allá de su carrera profesional, al ser parte de linajes familiares dedicados al arte. Carmen Borrasé por su abuelo el maestro Tomás Povedano, fundador y director de la Academia de Bellas Artes en Costa Rica en 1897 y Marcia Madrigal Guardia por sus padres la reconocida historiadora del arte María Enriqueta Guardia y el politólogo Rodrigo Madrigal Montealegre.
Tras el éxito de su reciente exposición “Synergias” en el Centro Cultural Costarricense, “El Grupo” expone actualmente en la galería de arte de la Corte Suprema de Justicia la exposición “Convergencias”, donde se reúnen con el fin de mostrar la diversidad de abordajes del arte figurativo dialogando a través de las convergencias encontradas en la ruta que, como creadores, han venido trazando a través del tiempo, cada uno con su lenguajes estético individual. Como agrupación, hacen una oda al color, la luz y la forma, y expresan búsquedas internas a través de ella.
La exposición puede ser visitada del 6 al 25 de febrero de 7:30am a 4:30am, horario regular del Poder Judicial.
Los demás pintores costarricenses de “El Grupo”
Rolando Cubero (Costa Rica, 1957) se inicia en la pintura en 1975. Desde entonces ha participado en exposiciones individuales y colectivas en Costa Rica, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Chile. Bolivia. Uruguay, España, Alemania e Israel. Su obra eminentemente figurativa obedece a temas mágicos, surrealistas o alegóricos tratados con un depurado realismo. Entre sus galardones están: Premio Cartel del Museo de Arte Costarricense 1986, Primer Premio Internacional en Pintura moderna figurativa de la Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte de Miami, USA 1987, Premio Nacional de Pintura Aquileo Echeverría, 2000.
Miguel Hernández es licenciado en Artes Plásticas con especialidad en dibujo de la Universidad Nacional y maestría en Artes Plásticas en el Pratt lnstitute de Nueva York. Es profesor catedrático de dibujo de la Escuela de Arte y Comunicación Visual de la Universidad Nacional. Galardonado con varios premios y reconocimientos, entre ellos: Premio Nacional de Dibujo, Aquileo J. Echeverria y la Medalla de Oro del Salón de Dibujo Tomas Povedano, Premio Áncora, ambos como integrantes del Grupo Bocaracá. Ha expuesto en el antiguo Museo Sofia lmber de Caracas, en el Museo de Arte Moderno de Panamá, MOCHA Museo de New York, MURA Museo de Japón, Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Ankara en Turquía, entre otros. Durante su temporada en Nueva York expuso en la Galería Menique Godlstrom y la Galería Leonara Vega, ambas en Manhattan. Representó a Costa Rica en la XLVII Bienal Internacional de Arte de Venecia, Italia, y en la IV Bienal de Arte de la Habana, Cuba.
Mario René Madrigal-Arcia estudió en la Escuela de Bellas Artes de Nicaragua, en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional y en el Colegio de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Centroamérica. Desarrolla su obra a través del dibujo a plumilla, de la pintura y el grabado, teniendo como pretexto plástico el tema de las frutas o bodegones inmersos dentro del paisaje, dándole una connotación más contemporánea. Realiza múltiples exposiciones en Perú, Chile, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, México, Estados Unidos, Canadá, Espafla, Italia, Portugal y China. En 1993 obtiene el segundo lugar en “Spring lnternational Competition and Exhibition” de The Florida Society of FineArts. Distinguidos críticos de arte como Carol Damián (USA), Joan Lluís Montané (España). Dermis Pérez león (Cuba) y Dolores Torres (Nicaragua) entre otros, han escrito sobre su trabajo. Su obra ha sido publicada en revistas como Latín American Art Magazine (USA), Hypnose & Thérapies brevés (Francia) y en libros como los 100 Años del Teatro Nacional de Costa Rica, Pinacoteca del Banco Central de Nicaragua. The Fine Art lndex (a compendium of contemporary art and artists, USA) y Un Dolmen para Dalí (España).
Phillip Anaskin (Rusia, 1988) e.s Bachiller en Arte y Comunicación Visual con Especialidad en Pintura de la Universidad Nacional. Máster en Derechos Humanos y Educación para La Paz. Tiene estudios en técnicas murales, dibujo y pintura en la Universidad San Tikhon en Moscú- Rusia con beca de la UNA en 2013. Pasantía a la URGS Porto Alegre, Brasil en 2014. Actualmente trabaja en pintura en su taller de Santa Bárbara de Heredia en Costa Rica desde una visión introspectiva y retrospectiva de la experiencia personal sobre la migración de su familia. Es profesor en Arte y Comunicación Visual en la UNA. Galardonado con premios y reconocimientos, entre ellos: Premios UNA, por el desempeño artístico en 2011, 1er Lugar en ValoArte en 2014. Ha desarrollado Murales en el Museo de Cultura Popular de Costa Rica, en la Universidad Nacional, en Power Bank de Panamá, y ha expuesto su obra tanto en Costa Rica como en Guatemala, Nicaragua, Panamá, Estados Unidos, México, Brasil, Turquía y Rusia.
Roberto Murillo estudió Dibujo Clásico en al Atelier del Sol de San José, Costa Rica, del que fue subdirector en el año 2016. Su propuesta mezcla la academia con la condición autodidacta y de investigación propia. Se mueve en un universo tenebroso donde el ser humano es representado en su condición más real y vulnerable, siempre sometido a una presión psíquica constante. La ciencia y la tecnología, como constructoras de realidad, van despareciendo as formas humanas, colocando universos artificiales y ajenos al cuerpo mismo, donde todo parece quedar en un plano abstracto de utilidad funcional. Asuntos contemporáneos como depresión, enfermedad, ansiedad, soledad, miedo, aparecen representados en la obra del artista, quien medita sobre el impacto que tiene la vida moderna en el ser humano y la poca capacidad que le queda, para hallar algún sentido que le permita mantenerse a flote.
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