
Según comunicó la Asociación Costa Rica Saludable, el 70% de la población adulta del país tiene sobrepeso y obesidad, lo que acarrea Enfermedades No Transmisibles (ENT) que tienen a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) con largas listas de espera para tratar a pacientes con hipertensión, diabetes y cáncer, entre otras ENT.
Costa Rica Saludable está apoyando el Etiquetado Frontal de Alimentos (EFAN) a través del proyecto de Ley 23861, Ley de Etiquetado Frontal con Advertencias Nutricionales para Productos Alimenticios y Bebidas no Alcohólicas, presentado por las diputadas del Partido de Liberación Nacional, Andrea Alvarez y Montserrat Ruiz.
La ONG asegura que la posición externada por representantes de la Asociación de Tecnología Alimentaria de Costa Rica (ASCOTA) en la audiencia en que participaron ante la Comisión de Discapacidad y Adulto Mayor de la Asamblea Legislativa, el pasado miércoles 23 de octubre, no se apega a la realidad:
La Ing. Ana María Quirós, representante de esa organización dijo que el modelo de perfil de nutrientes de Organización Panamericana de la Salud (OPS) que se utiliza en el proyecto de Ley no es adecuado, pues tiene errores de cálculo; “nuestra crítica es que ese modelo de perfil de nutrientes sea reemplazado por otros modelos que son mejores y evitan confusiones al consumidor, actualmente. Por ejemplo, un banano tendría un sello de exceso de azúcar, porque el banano tiene azúcar naturalmente, el pollo tiene exceso de grasa y tiene exceso de grasa saturada”.
Mediante un comunicado, Costa Rica Saludable aseguró que:
Esto es totalmente falso, ninguna fruta ni vegetal, ni producto de un solo ingrediente tendrá sellos. Le están mintiendo a los diputados y estos aparentemente se están dejando engañar, la persona que hizo esa crítica parece no haber leído el Proyecto de Ley, y desconoce las recomendaciones de la OPS/OMS. El banano, así como todas las frutas, el pollo así como todas las aves y carnes, y todos los alimentos sin procesar no están sujetos a la aplicación del etiquetado frontal de advertencia.
También manifestaron que la Ing. Yodmey Acón, de ASCOTA dijo que el EFAN podría llevar a confusión al consumidor, ya que aseguró que el proyecto de ley “no va a incentivar ni siquiera una elección informada”, lo que calificaron como una afirmación totalmente falsa de acuerdo con lo señalado por el Dr. Fabio Da Silva, asesor regional en nutrición de la OPS:
La recomendación de nutrición y salud pública no se hace en gramos. No existe ninguna recomendación de salud pública que se base en gramos. La industria usa la reformulación como estrategia para inducir el consumidor a pensar que un producto que contiene una cantidad reducida de un nutriente pasa a ser un producto saludable, incluso cobra más al consumidor por ello. La reducción en ciertos gramos de azúcar en un producto no implica que el producto deja de ser excesivo en azúcar si esa reducción no es suficiente para que el producto deje de tener el nutriente crítico de forma excesiva. El consumo de un producto cuyas calorías son desequilibradas, resulta en mayor desequilibrio para la alimentación, y por lo tanto tenemos que alertar a la población sobre ello para reducir su consumo. Si una mermelada reducida en azúcar sigue conteniendo más del 10% de calorías en la forma de azúcar, aun después de reducir la cantidad de azúcar en gramos, su composición sigue desequilibrada, y el consumo de ese producto desequilibrará la alimentación, porque cuando sumamos a la alimentación algo que es más de 10% proveniente de azúcar no será posible terminar el día con una alimentación con menos de 10% de azúcar, es una matemática muy sencilla.
Con el EFAN, se trata de informar a la población, de una manera clara y fácil de comprender, y la industria desea que sus productos pasen como saludables y no se diga que contienen nutrientes críticos en exceso. Por esa razón, no respaldan los umbrales establecidos por la agencia de las Naciones Unidas especializada en el tema y buscan la adopción de umbrales que les sirva a sus intereses corporativos. Además, esto ha sido demostrado con estidios de la alimentación de cientos de miles de personas.
El uso de la cantidad en gramos sirve para engañar al consumidor, y justificar que una mermelada que es excesiva en azúcar, sea presentada como saludable cuando no lo es. Es esperado que la industria reaccione de esta manera proponiendo métodos que no son respaldados por la salud pública, debilitando el proyecto de ley 23861. Es una estrategia conocida de la industria de productos ultra-procesados y otros productos malsanos, como tabaco y alcohol.
Para Costa Rica Saludable, la intención de la industria de productos ultra-procesados, es proponer umbrales basados en las proprias "recetas" de sus productos y no en lo recomendado para la salud:
Algunas empresas buscan que sus productos con contenidos excesivos de azúcar u otros nutrientes críticos puedan omitir sellos de advertencia, ocultando esa información al consumidor.
Esto es justamente lo que lleva a nuestra población a consumir más productos con exceso de nutrientes críticos, sin saber que lo están consumiendo. Es más: creyendo que están comprando y comiendo un producto que está contribuyendo para una alimentación saludable cuando no lo es.
Según la Dra. Nydia Amador de Costa Rica Saludable:
La experiencia de la implementación de la etiqueta octagonal ha continuado evolucionando y mejorando con tamaños más grandes; el uso de la palabra "exceso" en lugar de "alto en" y el uso del Modelo del Perfil de Nutrientes de la OPS para definir los productos que deberían incluir etiquetas de advertencia.
El EFAN es un sistema que se ha probado en otros países como Chile, México, Argentina, Colombia, Perú y Uruguay, y ha funcionado para que las personas se alimenten mejor y dejen de consumir productos que dañan su salud. En esos países la industria ha reformulado sus productos. Por ejemplo, en Chile, al menos un 18% de los productos fue reformulado y los productos altos en sodio bajó su presencia de un 74% a un 27% después de implantada la ley.
Por su parte, la Licda. Roxana Salazar de Costa Rica Saludable, aseguró:
Es preciso reafirmar que no existe obstáculo, impedimento o requisito legal regional que obligue a los Estados parte del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) a esperar reglamentos centroamericanos en materia de salud pública, tal como es el EFAN. Tampoco existe ordenamiento alguno en el esquema normativo del SICA que le impida a los Estados miembros avanzar libremente hacia la adopción de medidas de etiquetado frontal de alimentos. Bajo estas consideraciones, sería entonces desproporcional e irrazonable limitar el poder de policía del Estado a esperar el consenso de voluntades a nivel regional para regular su propio mercado e imponer medidas sanitarias que atiendan la principal causa de enfermedad y muerte en la región y el mundo.
- Banco Popular recibe permiso de compra adicional de cartera de Coopeservidores - 18 de mayo de 2025
- Obra de teatro "El Funeral" explora cuán difícil es romper un ciclo de violencia - 18 de mayo de 2025
- La familia como pilar insustituible - 18 de mayo de 2025
Comentarios