Para propiciar buenos hábitos alimenticios desde temprana edad, profesionales en nutrición recomiendan a los padres y madres de familia, mantener control sobre lo que comen los niños y niñas.
La doctora Rebeca Segreda, presidenta de la Asociación Costarricense de Nutrición Pediátrica explica que, durante el primer año, los progenitores siguen las indicaciones de los especialistas, siendo conscientes de la estrecha relación que existe entre una nutrición adecuada y el desarrollo, tanto físico como mental de la niñez.
Sin embargo, la situación cambia cuando los menores comienzan a tener una dieta semejante a las de los adultos. “Es cuando sobrevienen los conflictos, pues los padres empiezan a relajar los lineamientos en torno a la alimentación, y a transferir la responsabilidad sobre esta a los pequeños, conforme avanza el desarrollo de su autonomía. La situación se agrava aún más cuando los niños ingresan en la etapa escolar, y los adultos, por comodidad, falta de tiempo o desgana, empiezan a enviarles meriendas con alimentos empacados, muchas veces promocionados como productos infantiles, pero, que no cumplen necesariamente con criterios nutricionales que garanticen una alimentación balanceada”, señala la especialista en nutrición pediátrica.
Niños y niñas pequeñas no tienen capacidad para gestionar hábitos alimentarios
A consulta llegan pacientes de edad escolar con problemas de alimentación, ya sea porque son muy selectivos o quisquillosos y casi no comen, o porque tienen problemas de sobrepeso u obesidad. Los padres expresan el conflicto que genera la incapacidad de los pequeños para respetar límites y tener autodominio en torno a los alimentos.
Segreda afirma que un niño o una niña pequeña no tiene la capacidad de gestionar sus hábitos alimentarios por cuenta propia, ni tiene autodominio. "De hecho, muchos adultos tampoco tienen la capacidad de hacerlo y, en buena medida, es debido a ello que los problemas alimentarios cada vez más ocupan un lugar preponderante en los indicadores de salud pública de nuestras sociedades", agregó la experta.
De acuerdo con las personas profesionales en nutrición, el autodominio es algo que se aprende, y por esta razón, los padres y madres de familia deben definir estrategias claras respecto a la alimentación de sus hijos y sobre todo, no claudicar en la fiscalización de los hábitos alimentarios de los pequeños.
A criterio de la nutricionista, esta es una responsabilidad exclusiva de los adultos que en ninguna circunstancia es transferible a los pequeños. "Igual de importante es conversar y discutir con la niñez, sobre la importancia de una adecuada alimentación, el valor de una buena nutrición para la vida, los perjuicios para la vida que conllevan siempre los excesos de forma generalizada", indica Segreda.
Otras de las recomendaciones que brindó, son:
- Dar como adulto el ejemplo de consumo de alimentos saludables.
- No comprar alimentos que puedan generar problemas de tentación para consumir en casa, dejar estos solo para ocasiones especiales.
- Involucrar a los niños en la preparación de los alimentos y su proceso.
- Explicar cuáles alimentos si pueden repetir (vegetales, carne) y cuales solo deben comer en la porción indicada.
- Enseñarles a comparar cuáles productos son saludables y cuáles no.0
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