Si bien los eventos cerebrovasculares (ECV) son más comunes en los hombres, la realidad es que las mujeres suelen desarrollarlos a una edad más avanzada y es por ello que son más vulnerables a fallecer por esta causa. Específicamente, los ECV generan cerca del doble de muertes en mujeres en comparación con el cáncer de mama e inclusive, se les considera la tercera causa de fallecimientos en general, entre esta población.
Existen dos tipos que pueden provocar que las células del cerebro mueran. El más común es el isquémico, que sucede cuando una arteria se obstruye por una placa (ateroesclerosis) o un coágulo de sangre. El otro es el hemorrágico, el cual surge cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe y la sangre se acumula dentro de dicho órgano.
“Se espera que la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares, incluyendo los eventos cerebrovasculares, incremente en los próximos años debido al envejecimiento de la población y al aumento de otros padecimientos que ponen en riesgo a las personas, como lo son la obesidad y la diabetes. Por eso, desde Pfizer, instamos a toda la población, tanto mujeres como hombres, a conocer si tienen algún factor que pueda influir en el desarrollo de un ECV y estar alertas ante cualquier problema a nivel del habla, equilibrio, visión, movimiento y hasta memoria. Un diagnóstico temprano puede hacer la diferencia entre la vida, las complicaciones adicionales o la muerte”, comentó el Dr. Carlos Cano, gerente médico de Pfizer Centroamérica y Caribe.
Efectos de un ECV
Aquellos que suceden en el hemisferio derecho del cerebro pueden generar problemas para mover el lado izquierdo del cuerpo y para calcular distancias, un deterioro del juicio, pérdida de memoria a corto plazo y dificultades para realizar actividades.
Los ECV del hemisferio izquierdo pueden ocasionar problemas de movimiento en el hemisferio derecho, en el habla, así como de memoria, comportamientos lentos y dificultades para aprender cosas nuevas. Si el evento cerebrovascular surge en el cerebelo, pueden darse problemas de equilibrio, visión borrosa o doble, mareos, náuseas y hasta vómito.
Factores de riesgo
Algunos factores que pueden provocar el riesgo en mujeres son el consumo de más de una bebida alcohólica al día, el tabaquismo –duplica y hasta cuadruplica el riesgo-, así como el uso de anticonceptivos hormonales.
El colesterol alto y la hipertensión son dos factores importantes a los que las mujeres no suelen prestarles tanta atención, así como el estrés a largo plazo, que puede elevar la presión sanguínea.
Los eventos cerebrovasculares también pueden ocurrir por factores no controlables, como la edad y menopausia, ya que a medida que las mujeres envejecen el riesgo de un ECV incrementa un 10% cada año. Al respecto, el doctor Cano acotó: “Las mujeres suelen producir la hormona conocida como estrógeno, la cual mantiene los vasos sanguíneos abiertos y ayuda a tener un balance entre el colesterol bueno y malo. Una vez que se llega a la menopausia, la mujer pierde el estrógeno y el colesterol puede acumularse en las paredes de las arterias, lo que puede provocar una obstrucción de las mismas y, por ende, un evento cerebrovascular”.
Negras y no hispanas tienen más posibilidad de padecerlo
Las mujeres de raza negra y las no hispanas tienen mayores probabilidades de padecer y morir debido a un ECV. El riesgo también incrementa cuando existen antecedentes familiares y personales. Finalmente, los dolores de cabeza por migraña con aura son una causal, más que todo en las mujeres menores de 55 años, fumadoras y que usan píldoras anticonceptivas.
Este tipo de enfermedad puede recibir un tratamiento de emergencia; es decir, se trata mientras está ocurriendo (por ejemplo, con cirugía), mediante rehabilitación para superar las discapacidades sufridas y con consejos preventivos, para evitar un primer sangrado o que suceda otro.
Prevención
Algunos consejos incluyen mantener la presión arterial en los valores normales, modificar la alimentación hacia una más saludable y practicar actividad física regularmente, controlar la diabetes, dejar de fumar, manejar el estrés y evitar tratamientos hormonales restitutivos.
Según la Agencia Europea del Medicamento, una de cada 1.000 mujeres que toman el anticonceptivo sufren trombo, mientras que entre los vacunados contra Covid con Astra-Zeneca o Covishield fue de uno de cada 175.000 inmunizados (hombres y mujeres).
“Las trombosis, incluso mortales, se consideran como un efecto secundario muy inhabitual de las píldoras anticonceptivas. Se mencionan en el prospecto de información destinado a los pacientes”, explica el Instituto Médico Paul-Ehrlich, que asesora al gobierno alemán.
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