Los diagnósticos de cáncer de mama en mujeres embarazadas son más comunes de lo que se piensa. Por ejemplo, el Hospital San Juan de Dios atiende al menos a tres mujeres con esta condición anualmente.
Viviana León esperando a su hijo Gabriel -que en marzo de 2020 cumplirá 4 años de edad- fue diagnosticada con cáncer de mama. Recibió quimioterapia de la semana 16 a la 35 de gestación.
“La gente se asustaba cuando me veían embarazada y con cáncer, especialmente en la sala de aplicación de quimioterapia del hospital. La gente se me acercaba y me decía que si no me daba miedo, que el bebé se podía morir porque el tratamiento es muy fuerte”, contó León.
Ante cada comentario, León asegura que le explicaba que este tratamiento es seguro después del sexto mes de gestación.
Abordaje durante el embarazo
Pero, ¿una mujer en gestación puede recibir el mismo tratamiento que una que no lo está? De acuerdo con la doctora Melissa Juárez, oncóloga del San Juan, las embarazadas a partir del segundo trimestre de embarazo pueden recibir quimioterapia.
"El objetivo es eliminar en la medida de los posible la enfermedad como en cualquier otra paciente con cáncer de mama; preservar la vida de la madre y mantener al hijo dentro del vientre el mayor tiempo posible, para que pueda llegar a tener un embarazo a término y nazca con un peso adecuado”, explicó la Dra. Juárez.
Según Joaquín Bustillos, jefe de Gineco-Obstetricia y Neonatología del mismo centro médico, el manejo que se les da a estas pacientes depende del tipo de cáncer y el tiempo de gestación de la madre. Su tratamiento puede ser cirugía o quimioterapia, que tienen pocas repercusiones a nivel maternofetal.
Cuando la paciente es diagnosticada con esta enfermedad y coincide con un embarazo, lo primero que hace el centro médico es activar el equipo multidisciplinario que se conforma por Oncología Médica, Oncología Quirúrgica y Ginecología. “De esta manera se valorará el manejo de esta paciente desde el punto de vista de tratamiento oncológico y obstétrico”, dijo Bustillos.
Para enfrentar emocionalmente el diagnóstico
Recientemente la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) informó que Costa Rica registra un 87% de sobrevida en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama. Asimismo, que es el país con mejor récord en la región Centroamericana y Suramericana en este rubro.
A pesar de que las cifras muestran un panorama alentador, el apoyo que se les brinda a las diagnosticadas es fundamental para sobrellevar el proceso.
Según Laura Betancourt, psicóloga clínica de la CCSS, las mujeres que reciben un diagnóstico de cáncer de mama pueden experimentar mecanismos de defensa como la negación o racionalización del proceso que recién inician, ya que para ellas es desconcertante la pérdida de su escenario habitual.
“Pueden tener sentimientos de enojo en donde se preguntan el porqué de su enfermedad. Sienten culpa por no haber detectado la afección o por no optar por el auto-cuidado necesario. El diagnóstico las ubica en una posición de vulnerabilidad y tristeza, pero con el acompañamiento y apoyo necesarios pueden reconocer sus emociones, re-elaborar y construir recursos positivos para enfrentar esta nueva etapa”, detalló Betancourt.
Especialmente en la etapa del embarazo, las mujeres pueden ser embargadas por sentimientos muy ambivalentes, ya que, de acuerdo con la experta, están en una etapa de ilusión, gestando vida, pero igualmente con un diagnóstico que les genera incertidumbre.
Apoyo es fundamental para superar esta etapa
Cuando una mujer es diagnosticada con este tipo de cáncer, tiene que afrontar un proceso que incluye sentimientos de pérdida, cambios importantes en su vida cotidiana, laboral y familiar.
“Lo importante es que sientan el permiso de externar y expresar sus emociones para poder llegar a la aceptación de esta etapa de vida y enfrentar este momento reconociendo sus fortalezas, de manera positiva y desde su capacidad de resiliencia. Si las mujeres no se dan este permiso de procesar su enfermedad, pueden caer en depresión”, subrayó Betancourt.
Marcela López, también psicóloga clínica, coincide con Betancourt y al igual que expertos internacionales, recomienda acudir a redes de apoyo familiar, asesorarse con los médicos sobre los cambios a experimentar, tratamientos y el incremento de prácticas de vida saludable.
“Se deben buscar espacios de escucha y acompañamiento; buscar grupos de apoyo de personas en situaciones parecidas, tratar de identificar qué es lo más doloroso de esto en la parte emocional y tratar de mantén la rutina habitual”, comentó López.
Añadió que también es importante que las pacientes aprendan a aceptar ayuda, el acompañamiento que se les da, la escucha, las labores del hogar, entre otros.
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Marianela Sanabria Leandro
Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.
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