

Con señales físicas de agresión y tortura que recibieron en sus casas, trabajos y centros educativos, así llegan a solicitar ayuda muchos migrantes nicaragüenses a la Casa de María Auxiliadora Obras Sociales. La vocera de este centro, Sor Susana Lee, aseguró que los casos que reciben a diario son de personas que han sufrido una seria violación de sus derechos.
“Tomando en cuenta el peligroso contexto sociopolítico de nuestro país vecino, deberíamos estar pensando en cómo integrar a los migrantes a nuestra sociedad en lugar de buscar las diferencias, ya que son personas que no vienen por voluntad propia a pasear, vienen exiliados de su patria y necesitan sentir nuestro apoyo”, manifestó Sor Susana.
Según comentó Lee, se percataron de los cambios migratorios a finales de mayo, cuando grupos de entre 3 y 5 personas comenzaron a llegar cada 2 días a solicitar ayuda. La mayoría son jóvenes estudiantes universitarios y adultos menores de 40 años, quienes escaparon de la persecución por ser considerados “terroristas” por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Durante junio y julio el número aumentó a familias completas entre los 4 y 6 miembros. Hoy se atienden solo durante la hora del desayuno a más de 150 personas y en el almuerzo a más de 200; mientras que en el consultorio médico se atiende a 50 personas. Por ese motivo, decidieron abrir un programa social destinado específicamente para atender a esta población, ya que el número sigue creciendo conforme empeora la crisis en Nicaragua.
Aquí no hay xenofobia
Lee señaló que los sentimientos de xenofobia hacia cualquier nacionalidad parten de un temor colectivo hacia lo desconocido. Sin embargo indicó que los costarricenses culturalmente tiene las herramientas para enfocar sus esfuerzos en ser parte de la solución por medio de la inclusión de la población nicaragüense.
“Los actos de discriminación y xenofobia que ocurrieron en el parque de La Merced, no representan el sentir de Costa Rica. Tenemos que ponernos en los zapatos de los migrantes que traen el dolor de dejar su patria y si yo quiero ser parte de la solución lo primero que tengo que hacer es pensar porqué esa persona está viniendo, en segundo lugar cómo está llegando y tercero si esa persona es ayudada qué tipo de respuesta puede llegar a tener con nosotros”, aseguró Lee.
La religiosa también comentó que Costa Rica se ha caracterizado por ser un pueblo de apertura en donde personas de otras nacionalidades han venido a construir parte de la historia, por ese motivo es necesario incluir al migrante en los sistemas de educación, salud y mercado laboral.
“Todos somos migrantes en este mundo, entonces cómo podemos hacer para que estas personas se integren a nuestra comunidad y que sean personas de provecho para el país, si les negamos esa posibilidad van a continuar siendo alguien a quien tendremos que atender y la idea es que se conviertan en ciudadanos productivos que puedan vivir dignamente. Los niños y jóvenes en las calles son futuros delincuentes, por ese motivo tenemos que fomentar un sistema en donde nos cuidemos unos a otros”, expresó Lee.
Cómo ayudar
Hay dos formar de colaborar con el pueblo nicaragüense que es atendido en Casa de María Auxiliadora: dirigiéndose a la recepción de este centro ubicado en Barrio Don Bosco, puede traer ropa, zapatos, productos de higiene personal o alimentos secos y enlatados; u ofreciéndose para formar parte del equipo de voluntariado en el comedor (teléfono: 2222-0581).
Para Lee “donar dinero es una acción un poco impersonal, por eso nuestro objetivo es ligar a las personas de manera directa a nuestro proyecto y así sensibilizar a la población”.
Vea las declaraciones de la vocera de la Casa de María Auxiliadora Obras Sociales, Sor Susana Lee.
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