En Costa Rica ya circulan 15 mutaciones del SARS-CoV-2 y expertos de la Universidad de Costa Rica (UCR) aseguran que vendrán más.
A raíz de la situación, el científico de la Facultad de Microbiología de la UCR José Arturo Molina, y dos virólogos: Eugenia Corrales y Andrés Moreira de la misma institución, realizan una investigación para identificar los patrones del virus y así poder reforzar la vigilancia epidemiológica.
De acuerdo con Molina, aún no se sabe con certeza si la circulación de otras cepas del virus es un factor que debería causar alarma, sin embargo, indicó que los casos de Costa Rica ya tienen mutaciones suficientes para diferenciarse del virus originario de Wuhan.
“Afortunadamente no hemos encontrado una mutación que eleve la tasa de mortalidad en los pacientes. Con base en los datos obtenidos hasta ahora, ni en Costa Rica ni en el mundo hay una mutación o tipo viral que sea más agresiva que otra, por lo que no se les asocia ninguna condición de mayor severidad”, explicó el científico.
El doctor de la UCR añadió que el SARS-CoV-2 continuará mutando y una de esas mutaciones podría volverse más agresiva. “La idea es continuar con este tipo de análisis y darnos cuenta de que lo que causa una variedad específica del virus a las personas, ya sea muy poca mortalidad o una enfermedad más grave”, dijo.
Experto asegura que presencia de mutaciones pueden ser una señal positiva
Según el último reporte del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), se han analizado 70 genomas virales en el país y se han encontrado de cuatro a once alteraciones por genoma. Sin embargo, Molina comentó que desde ese informe, ya se han analizado otras genomas para un total de 140 y cuatro mutaciones adicionales.
Para el científico, las mutaciones son una señal positiva, “porque quiere decir que el virus poco a poco se adapta al humano para continuar su replicación sin matar a su hospedero”.
Molina aseguró que encontrar una mutación más agresiva puede suceder, pero no se espera que aumenten las mutaciones que hagan al virus más agresivo. “Puede que en una de esas mutaciones el SARS-CoV-2 sea más virulento y dé lugar a una enfermedad más fuerte. Por eso es importante la vigilancia y el trabajo que desarrollamos desde la UCR”, resaltó el experto
Proyecto utilizará inteligencia artifical cuando tengan el dato de 300 genomas
El investigador detalló que utilizarán la inteligencia artificial cuando tengan al menos 300 datos de genomas, con el fin de predecir el comportamiento de nuevos casos y determinar si el paciente necesita un abordaje más específico para evitar complicaciones.
Molina acotó que utilizarán esta tecnología mediante la vinculación de la información genómica con la información de los pacientes, datos como mortalidad, información clínica y enfermedades de fondo.
“Con la bioinformática hemos logrado hacer análisis del ARN del virus; si estas se vinculan a una enfermedad de fondo como la diabetes, porque podría generar una mayor mortalidad”, indicó el científico.
Según contó, se trata de aprender de casos ya sucedidos, uniendo las condiciones del paciente con el comportamiento del virus para calcular la probabilidad de gravedad.
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