Nombre del restaurante: | Alma de Amón |
Ubicación: | Barrio Amón |
Calificación: | |
Fecha de visita: | 23 de octubre, 2018 |
Tiempo de comida: | almuerzo |
Rango de precio (por persona, sin bebida): |
¢5,000 + |
Oferta gastronómica: | comida internacional |
Ambiente: | casual |
Alma de Amón cuenta con más de 4 años de haber abierto sus puertas y continúa encantando los paladares de muchos. Se destaca no solo por su buena oferta gastronómica sino por el concepto. Su decoración lo hace un punto muy frecuentado por nacionales y turistas pues se encuentra en el barrio emblemático de San José, considerado joya turística por su riqueza arquitectónica e histórica.
Guaria lo ha visitado en varias ocasiones para el tiempo de desayuno y de la cena. Sin embargo en esta ocasión lo visitó para almorzar entre semana. De entrada servían una crema de papa con tocineta, que de sabor estaba muy rica, cremosa y fresca. Sin embargo, la temperatura no fue la mejor, ya que estaba algo fría. De plato del día ofrecían pescado entero, Pargo, que sonaba muy bien. Pero prefirió ordenar un casado. Porque nada más atractivo que encontrarse con un buen plato típico bien hecho. El plato estaba muy bien elaborado, fresco y con sabor casero. El arroz y los frijoles, como si los hubiera hecho la abuela. El pollo a la plancha jugoso y rico. Venía acompañado, con la ensalada criolla y los plátanos maduros de batalla. Aunque hubo un fallo con los platanitos: fríos y algo tiesos... El plato incluye refresco natural con refill y postre. Hay que reconocer que la primera impresión de Guaria fue un poco escéptica, al conocer la opción de postre para ese día, flan de guayaba. El mesero al notar su reacción, fue muy atento en decirle “es muy bueno, de verdad se lo recomiendo” y aceptó la recomendación. Sin duda alguna, feliz de haber escuchado al salonero, porque estaba delicioso y con una excelente presentación. El toque perfecto para acabar el almuerzo fue ese flan de guayaba. Para cerrar, Guaria pidió un café, muy bonita la taza de loza típica de Costa Rica, pero ¡malo el café! Solo con el aroma se notó que era de percolador de las 7 a.m. y servido al medio día. Esto teniendo una máquina profesional de café disponible en el bar no se justifica. Puntos extra al servicio: cordial, rápido y con una sonrisa. Ya saben lo que dicen, una comida mala con un muy buen servicio se perdona, pero una comida muy buena con un muy mal servicio es mejor no volver a ese lugar. Accesibilidad, parqueo y family friendlyCon respecto a la accesibilidad, se les recomienda poner una rampa, ya que para entrar al salón principal hay que bajar algunas gradas. El parqueo es en la calle, con el típico "watching man" amable pero se recomienda utilizar siempre el parquímetro. Aunque el lugar es family friendly no hay play para lo niños. Aceptan grupos grandes, por lo que si va a visitarlo durante la cena o en fines de semana es mejor reservar pues puede correr con la suerte de encontrarlo lleno. A pesar de la sopa, los plátanos y el café, a Guaria le encantó lo demás. El ambiente, la atención y el sabor criollo la cautivaron una vez más. Además como se prometió en las “Reglas del juego sobre la mesa” seguro que Guaria volverá. |
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