
Uno de los grupos etarios más afectados por las medidas para contrarrestar los efectos de la pandemia, desde el ámbito social y emocional, fue el de la niñez y adolescencia.
Sus dinámicas de interacción fueron afectadas. Impactaron habilidades para socializar, interactuar e integrarse a contextos como el escolar, un hecho que según expertos significó un retroceso en sus capacidades académicas.
La situación no solo se vive en Costa Rica, sino también en otros lugares del mundo. Así lo explicaron Esteban Monge y Sue Leitón, ambos costarricenses elegidos por Participate Learning para ser trabajadores del sistema educativo estadounidense.
Experimentaron el antes y el después del Covid-19, por lo que aseguran que definitivamente hay un cambio. “Cuando volvimos a la presencialidad detecté varias brechas, de ellas, el tema más sensible es el componente emocional. Volver físicamente a los salones fue para muchos impactante: salir de casa, prepararse, ajustarse a reglas dispuestas por la institución, interactuar con otros chicos”, comenta Monge.
Si bien los niños tienen la capacidad de superar retos emocionales, Leitón explica que para algunos de sus alumnos volver a clases fue un salto muy grande y se les ha hecho difícil seguir rutinas.
Motivación y comunicación pueden lograr un cambio
Desde sus experiencias, los profesionales compartieron consejos para superar este tipo de dificultades. Estuvieron de acuerdo en que la comunicación y los componentes emocionales son grandes factores que sin duda ayudarán a crear un panorama mejor.
“Creo que una de las claves es la comunicación, con niños y niñas, con los padres de familia, con los colegas y los administrativos que brindan apoyo. Por ejemplo, con los estudiantes, yo acostumbro a hacer chequeos, para saber cómo se sienten, incluso uso juegos tradicionales costarricenses, que les gusta mucho, para generar confianza, socializar mejor y generar una mejor disposición para el aprendizaje que les ayude a superar las dificultades académicas”, aseveró Monge.
No iniciar la clase sin antes hacer actividades que promuevan la socialización y la conversación, es otro de los consejos que compartió el docente. “Hacer cortes breves de descanso activo entre lecciones y explicarles bien las rutinas ayuda al desempeño en clase”, aseguró.
Leitón considera que estas tácticas para incentivar lo emocional en los estudiantes son un disparador para la recepción de nuevos conocimientos o aprendizajes. “Primero se debe motivar a los estudiantes señalándoles las expectativas que se tiene de ellos, no se puede tener un proceso académico sin antes tener una conexión con los estudiantes, esta conexión les ayuda a reforzar sus logros”, aconsejó.
Para ella, si no hay una relación positiva con el estudiante el proceso académico se vuelve más difícil, por eso, utilizar estrategias de motivación es clave para el reto de superar los baches académicos.
- Feria Brete GAM ofrece 5.800 puestos de empleo - 25 de noviembre de 2024
- Proyecto de ley protegerá a agricultores afectados por desastres naturales - 24 de noviembre de 2024
- Villas navideñas: Las favoritas de la temporada - 17 de noviembre de 2024
Comentarios