Costa Rica jamás había enfrentado una cuarentana como la actual. Aunque en la pandemia de 1856 murió aproximadamente el 9% de la población de 110.000 habitantes que tenía Costa Rica, y aunque los costarricenses experimentaron la llegada del A H1N1 en abril del 2009; nunca se confinó a la población.
De hecho, con la llegada de la influenza A H1N1 se alertó a la población, se decretó emergencia sanitaria, el gobierno alargó las vacaciones de medio año y canceló la romería hacia la Basílica de los Ángeles, pero no hubo confinamiento. La epidemia del 2009 en Costa Rica tuvo como saldo 56 muertes de 1.867 casos confirmados.
Hoy, Costa Rica presenta 6 muertes, menos de 700 casos de Covid-19 y un país confinado para evitar la transmisión del virus. Pero, uno de los síntomas que está viviendo una parte de la población por esta inusual vivencia del distanciamiento social es la depresión.
Para la Dra. Koncha Pinos-Pey, fundadora y directora de The Wellbeing Planet Foundation, “estamos viviendo algo que no tiene precedentes en la historia de la humanidad. No es solamente la pandemia del COVID 19, sino la cuarentena y la disrupción que ha provocado en los sistemas”.
“Cuando la peste negra -la gripe española- asoló a Europa, fácilmente llegó a reducir la población en Europa en más del 30%. Ahora gracias a la medicina moderna podemos reducir esa cifra a un 10%. Hoy en día tenemos la suerte -gracias a la sanidad pública- de poder hacer incidencia máxima, y reducir las muertes a nivel mundial. Es muy importante que las personas tomen conciencia de la vigilancia epidemiológica, para saber quién está y quién no está afectado, comprender esto es retrasar su diseminación. Necesitamos distanciamiento físico, y por ello las cuarentenas aunque son dolorosas funcionan”, asegura la neurocientífica Pinos-Pey.
Ayuda psicológica
Precisamente por ello, “desde el 16 de marzo estamos preparando a 3.000 psicólogos, médicos, enfermeros, psiquiatras y forenses de 30 países, que son mayoritariamente de América Latina, para atender la salud mental de la población”, afirma Koncha.
Y es que buen porcentaje de la población se está viendo afectada psicológicamente por la pandemia: “En términos globales, tenemos algunos indicadores bastante claros. Sabemos que 1 de cada 5 niños sufrirá estrés traumático, que mas del 30% de los adolescentes sufrirá desordenes cognitivos, afectivos y somáticos por el confinamiento y la pérdida de las relaciones físicas. En personas con enfermedades mentales previas, es un factor de riesgo muy alto, La pandemia no solo tiene efectos psicológicos, sino económicos por la destrucción del empleo lo cual crea en sí mismo una serie de desórdenes como el aislamiento, la sensación de no ser suficientemente bueno, la depresión, el bajo aprecio de uno mismo, hasta desordenes y tendencias suicidas. Inclusive, en adultos mayores que tienen memorias previas de trauma, puede hacer resurgir episodios largamente sepultados”, alerta la experta.
Para Koncha es muy importante que se entienda la necesidad de cuidar a los cuidadores: “los profesionales de la salud mental y atención psicosocial necesitan procurarse el autocuidado para poder sostener estos procesos tremendamente duros y desgastantes. En la Fundación tenemos tres ejes de trabajo: cuidar al cuidador, cuidar al ciudadano y cuidar a la institución”.
Koncha está dirigiendo un entrenamiento en línea desde su fundación, cuya misión es cultivar el bienestar, reducir el estrés y el trauma desde la neurociencia afectiva, cognitiva y social. Este entrenamiento ha sido recibido por costarricenses y profesionales de más de 30 nacionalidades
Asimismo, durante el mes de mayo se entrenará a 8.000 profesionales más con la misión altruista, de servir a las poblaciones, instituciones y gobiernos afectados por el Covid-19.
“Con el fin de recibir ayuda de esta fundación, cualquier ciudadanos de a pie, instituciones, organizaciones, empresas y gobiernos, solo tienen que rellenar un formulario en la web, y les atendemos en www.thewellbeingplanet.org de forma gratuita”.
Organizaciones ayudando en Costa Rica
Varias organizaciones están brindando sus servicios de forma solidaria a estas personas, tal es el caso de la Universidad Autónoma de Centro América (UACA) que brinda “primeros auxilios psicológicos” avalados por el Colegio de Psicólogos en el teléfono 2272-9100 extensión 1400.
Por su parte, el Hospital Clínica Bíblica ofrece consejería gratuita de 8 a.m. a 4:30 p.m. a personas afectadas emocionalmente por la pandemia en las líneas 2522-1421 y 2522-1422.
La Municipalidad de San José habilitó el servicio temporal desde el pasado 23 de marzo en la línea “Te Escucho”. Profesionales en psicología estarán atendiendo de 8:00 a.m a 3:00 p.m a quienes necesiten apoyo psicológico en los teléfonos: 2547-6876 y 2547-6813.
Por su parte, un grupo de voluntarios internacional llamado 10 Minutos con Jesús ofrece acompañamiento a personas que necesitan conversar con alguien. Quienes quieran hablar con alguno de los voluntarios mediante una llamada por WhatsApp, llenan el siguiente formulario y luego reciben la llamada.
Para adolescentes
La Organización TeenSmart Internacional busca cuidar la salud emocional de los jóvenes en este período de distanciamiento social, facilitando uso de la plataforma educativa www.jovensalud.net, diseñada especialmente para adolescentes de 10 a 24 años, con el fin de promocionar estilos de vida saludables y liderazgo personal.
Esta plataforma cuenta con más 75.000 jóvenes registrados y atiende más de 500 consultas por mes, los adolescentes que ya han llevado cursos en línea dan el testimonio de cambios positivos en la comunicación con sus padres, menos depresión, entre otros; dado que en esta en la página han encontrado información como: alimentación, abuso sexual, adicciones, anorexia, autoestima, ansiedad, bullying, drogas, tecnología, estrés, enfermedades y ahora información del Covid-19.
Cómo puede saber la persona si necesita ayuda
Si la persona se siente sola o triste puede llamar a alguno de los teléfonos o escribir a alguno de los contactos brindados.
Koncha asegura que el profesional que ayuda en estos casos “puede realizar una evaluación muy sencilla, que no tarda más de 20 minutos”.
Cómo puede saber la familia o los amigos que una persona necesita ayuda
“Hay indicadores objetivos y subjetivos, pero lo más interesante es que si la familia, compañeros o amigos sienten que su ser querido está comportándose de manera peculiar, contrasten esto con un profesional de la psicología o la salud mental lo antes posible”, asegura Pinos-Pey.
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Gabriela Zamora
Comunicadora con más de 20 años de experiencia en medios y consultoría. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo, Universidad de Costa Rica.
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