Cuando se atraviesan momentos difíciles, con mucha incertidumbre económica y precios que suben en el supermercado, tener una dieta saludable es todo un desafío.
Muchas personas asocian las comidas nutritivas con comidas costosas y optan entonces por productos altamente procesados que ofrecen menos nutrición y tienen mucha sal, azúcar y grasas.
Susan Bowerman, Directora Senior, Educación y Capacitación en Nutrición Mundial, explicó que es posible comer saludable, incluso con poco dinero. Asimismo, aseguró que al aprender cómo elegir opciones deliciosas y nutritivas, se pueden crear comidas que brindan energía y dan la sensación de satisfacción.
Para lograrlo, la especialista brindó una serie de recomendaciones:
- Planificar por adelantado: La planificación es un componente clave para cuidar el presupuesto en el supermercado. Se recomienda una lista semanal y que la prioridad número uno sean los alimentos ricos en nutrientes, tal como frutas y verduras frescas o congeladas, proteínas magras y granos enteros. "Traten de evitar productos altamente procesados y snacks envasados que pueden resultar costosos en relación con el valor nutricional que ofrecen; en su lugar, compren ingredientes para snacks saludables y preparen porciones individuales de snacks en forma anticipada para consumir durante la semana", aconsejó Bowerman.
- Sumar proteínas: Las proteínas son críticas para una dieta saludable y equilibrada. Por el aumento del precio de la carne, se pueden considerar opciones más accesibles, como pechuga o muslo de pollo, atún o salmón enlatado, proteínas vegetales como tofu o tempeh. Otras proteínas saludables incluyen huevos y productos lácteos como queso cottage y yogur bajas calorías.
- Sigan las recetas: Comer a bajo costo no debe ser aburrido. Hay muchos recursos en línea que ofrecen deliciosas recetas que también cumplen con las metas de salud y nutrición.
- Congelar y envasar: Es el momento de los congelados, ya que los consumidores se apiñan en las góndolas para encontrar alimentos económicos y perecederos. Las frutas y verduras congeladas retienen las mismas propiedades nutricionales que las frescas, porque se congelan al momento del pico de madurez y se procesan muy rápido después de la cosecha. Desde garbanzos hasta atún en lata, las góndolas de los supermercados están llenas de enlatados económicos y perecederos.
- Snacks inteligentes: Cuando el presupuesto es bajo, la gente con frecuencia se llena de alimentos tipo snack. La mayoría de ellos son altamente procesados y a menudo, están llenos de sal, azúcar, grasas. Hay muchas opciones de snack accesibles disponibles, sueltos, que incluyen frutos secos y frutas disecadas que pueden aportar grasas saludables, vitaminas y minerales. "Pueden usar los productos de la heladera, freezer y alacena para hacer snacks saludables: descongelen alguna fruta del freezer para agregar al yogur, preparen un mix de frutos secos y frutas deshidratadas, agreguen aceite de oliva a garbanzos enlatados y tuéstenlos en el horno para que queden crujientes, o hagan un refrescante batido que les aporte proteínas y satisfaga el apetito", concluyó Bowerman.
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