Tuve la dicha de estar en Tierra Santa, la tierra de Jesús de Nazaret. Un lugar en el cual las guerras no han cesado, y la destrucción de lo sagrado ha sido una realidad durante milenios. Un lugar en el que Dios ha estado siempre presente y en el que muchos no han sabido utilizar su libertad para bien.
Un lugar que aunque muchas culturas han destruido lo que otras han construido, no solo la Fe en Dios sino también en el ser humano se vive a plenitud. La gran cantidad de culturas que vienen a Tierra Santa a encontrarse con su Dios la convierten en un lugar en el que se respira el mismo aire que han aspirado millones de santos y mártires.
El estado de Israel, con 22.145 km2, cuenta con aproximadamente 9 millones de habitantes, de los cuales el 75% son judíos, el 18% son árabes musulmanes, el 2,5% árabes cristianos (católicos y ortodoxos), y el 4,5% otras religiones.
Me quedé con un grupo de amigas en una casa en Abu Ghosh, una aldea árabe que está junto a Kyriat Anavim, pueblo donde según la tradición estuvo el Arca de la Alianza que David tomó y subió a Jerusalén. Lugar que está entre Jerusalén y Emaús, justo por donde pasaron aquellos discípulos a los que Jesús se les apareció resucitado.
En Abu Ghosh, centro culinario por excelencia, se encuentra el Saxum Visitor Center, un centro cultural donde en pocas horas se puede aprender sobre la historia de Israel con sistemas multimedia que acercan a las vivencias de Abraham, Moisés, David... Se aprende de forma moderna mediante recorridos en tercera dimensión, videos, pantallas interactivas y explicaciones de latinoamericanos que conocen de la historia judía y cristiana.
Ahí repasamos que Jerusalén fue destruida 14 veces, dos veces totalmente en el 587 aC por los babilonios, y en el 70 dC por los romanos.
La información que nos proporcionaron fue de alto nivel así como la que nos brindó nuestra guía Silvia, una colombiana judía que vive hace 30 años en Israel y que conoce las escrituras y la historia del pueblo judío perfectamente.
Para no olvidar lo que viví y compartir mis vivencias junto a cuatro ticas y 38 amigas de América Latina, dejo acá algunos detalles de viaje que no quisiera jamás dejar de recordar:
Día 1
Salimos a caminar alrededor de los hoteles YMCA y King David, un bello barrio lleno de arte y condominios altamente costosos, que con el Mall de la Calle Mamila nos denota el lujo de Jerusalén. Llegamos a la Puerta de Jaffa, entrada histórica a la ciudad antigua de Jerusalén, próxima a la maravillosa Torre de David, museo de la historia de Jerusalén que se encuentra en la fortaleza medieval. La misma cuenta con más de 2700 años de antigüedad.
Desde la edificación se puede observar una vista espectacular de Jerusalén. Luego fuimos al mercado que se da por diversas calles de los cuatro barrios: el judío, el musulmán, el cristiano y el arameo. Olores, sabores, texturas, colores y sentimientos se combinan en la mente de todo transeúnte que se traslada en el tiempo en cada paso que da sobre ladrillos de mármol, piedra, metales y madera.
Llegamos al Muro de los Lamentos, único paredón que quedó del Templo de Jerusalén destruido en el año 70 por los romanos. Hay varios grupos de la comunidad judía celebrando varios bar mitzvá en la explanada frente al Muro donde los hombres bailan, separados por una reja de las mujeres que celebran sus bat mitzvá en la otra mitad del muro.
Ahí mismo vemos detrás del Muro, el Domo de la Roca. Después de pasar por varios controles policiales para salir del barrio judío subimos por una enorme rampa de madera y para suerte nuestra llegamos en la única hora que permiten el ingreso de no musulmanes a la plaza del Doma de la Roca.
Este santuario está construido justamente en el Monte Moira donde Abraham iba a sacrificar a su hijo Isaac sobre una roca, esa roca es la misma roca donde posteriormente se construyó el Templo de Jerusalén varias veces, cuyo velo del tempo se rasgó cuando Jesús murió y que cientos de años después los musulmanes dicen que un caballo alado llevó a Mahoma desde la mezquita de Masjid Al-Haram a "la mezquita más lejana" y de allí subió al cielo con el ángel Gabriel. Así que lo que fue el Templo de Jerusalén engrandecido por Herodes el Grande para los judíos y derribado por última vez por Tito, es hoy el Domo de la Roca de donde Mahoma se dice subió al cielo.
Día 2
Visitamos Belén, en Cisjordania, esa ciudad Palestina donde nació Jesús. Primero fuimos al Campo de los Pastores, a quienes describe la Biblia que los ángeles anunciaron el nacimiento del Hijo de Dios. Se mantienen las cuevas donde los pastores guardaban sus ovejas. Se mantiene el campo donde alguna vez el Rey David pastoreó sus ovejas también. Hay vestigios de algún monasterio bizantino y la construcción reciente de una Iglesia donde están las pinturas de la anunciación a los pastores, la visita al Niño y el regreso de los mismos bendiciendo al Señor.
Visitamos la Iglesia de la Natividad donde -por estudios arqueológicos y por tradición- se conoce exactamente donde nació Jesús. El sitio que alguna vez los primeros cristianos fueron quienes custodiaron fue destruido por los romanos y sobre él pusieron un templo a sus dioses en medio de un bosque.
Gracias a ese templo pagano, Santa Helena supo cuál era el lugar. Allí hubo una iglesia bizantina derribada por los persas y luego de que los cruzados encontraran el lugar construyeron otra que también fue derribada.
La devoción en el lugar y los miles de lenguajes que se escuchan en los cantos de los grupos visitantes llenan de fervor la basílica. Allí besamos la estrella que hay sobre el lugar en el que Cristo nació. El sitio se ha resguardado con recelo y la gente de Belén siempre ha sabido dónde fue el acontecimiento.
Muy cerquita, visitamos la Gruta de la Leche donde miles de parejas acuden a recibir el milagro de poder tener un hijo, pues según la tradición cuando la Virgen la daba de mamar a su hijo, San José le dijo que debían irse a Egipto porque Herodes quería matar al Niño. Una gota de leche cayó sobre una roca que se hizo blanca, y hoy esa piedra es cuidada por los franciscanos.
Allí hay una Capilla de Adoración Perpetua dedicada a la oración por la paz en Tierra Santa. Algunos de los países que cuentan con estas capillas son Kazajistán, Bosnia Herzegovina, Costa de Marfil, Corea del Sur y Filipinas.
Día 3
Hoy visitamos Galilea.
El Mar de Galilea -Lago de Tiberíades o Lago de Genesaret- donde Jesús obró muchos milagros: "Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza" (Mateo 8:26). “Y a la cuarta vigilia de la noche vino Él hacia ellos, caminando sobre el mar" (Mateo 14:25). En sus riberas, Jesús también eligió a sus primeros discípulos.
Tuvimos Santa Misa en una capilla del Monte de las Bienaventuranzas, en Tabgha.
De acuerdo con el Evangelio de san Mateo, Jesús predicó a sus discípulos y a una gran multitud (Mt 5, 1; 7, 28). La tradición dice que fue en la ladera de una montaña al norte del Mar de Galilea cerca de Cafarnaún.
También estuvimos en la Iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces. En los Evangelios, este hecho está contado seis veces: los cuatro evangelistas describen la primera, en que cinco mil hombres son saciados con cinco panes y dos peces; Mateo y Marcos además relatan la segunda en que cuatro mil hombres se alimentan de siete panes y "unos pocos pescados". En esta iglesia se encuentra bajo el altar la pequeña roca que en una de esos milagros fue utilizada por Jesús.
Compartimos con muchas culturas en la Iglesia del Primado de San Pedro, donde está la roca donde Jesús le dijo a Pedro "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia" (Mateo 16 : 13-20).
Luego nos dirigimos en Cafarnaún a la casa de Pedro, sobre la cual hoy se construyó una iglesia que permite ver en el centro de la edificación su casa, la cual está a pocos metros de una sinagoga a la cual llaman la Sinagoga de Jesús pues se estima que era a la que iban todos en Cafarnaún. El sitio está muy bien cuidado por la Custodia de Tierra Santa.
Nos dirigimos al Centro Yigal Alon en el Kibutz Ginosar, museo de la Barca de Galilea el cual se construyó para exhibir la barca que navegó en el Mar de Galilea hace cerca de 2000 años. De ahí salimos a navegar en bote por el mar de Galilea, una experiencia única. Terminamos nuestra travesía con un almuerzo en el Pilgrim's Residence en Tiberias.
Día 4
Monte de los Olivos: Estuvimos en el Edículo de la Ascensión, el preciso lugar donde Jesús asciende a los cielos. El lugar fue resguardado por los primeros cristianos, sin embargo los romanos derribaron todo rastro. Fue hasta el siglo IV que Santa Elena (247-329), madre de Constantino, buscó el lugar y mandó a construir una iglesia. Esta iglesia que promovía la devoción al lugar donde Jesús ascendió a los cielos y dejó sobre una piedra la marca de su huella fue destruida en 614 por los persas. Saladino conquista Jerusalén en 1187 y convierte el lugar en mezquita en 1198. El lugar sigue siendo administrado por musulmanes y miles de personas pasan por él para ver la huella de Jesús que ya luce desgastada en parte por el roce de rosarios, de anillos y medallas de peregrinos.
Luego visitamos la moderna Iglesia del Pater Noster la cual está construida justo al lado del sitio de una basílica del siglo IV encargada por Constantino I para conmemorar la Ascensión de Jesucristo. Fue construida bajo la dirección de Santa Helena, a principios del siglo IV, quien la llamó Iglesia de los Discípulos. A ella se le refiere también como la Iglesia de la Eleona (en griego para olivar) a finales del siglo IV. Allí se encuentra la gruta donde Jesús enseñó a rezar el Padre Nuestro a sus discípulos, ubicada entre Jerusalén y Betania, y hoy protegida por el Monasterio de Carmelitas de Clausura, fundado en 1868 por la princesa de la Tour d'Auvergne, llamado hoy el Convento del Pater Noster. Hoy podemos observar decenas de mosaicos con padrenuestros, escritos en todos los idiomas hasta ahora conocidos.
Descendimos a la Iglesia Dominus Flevit, lugar donde según la tradición Jesús lloró al predecir la destrucción de Jerusalén.
Luego bajamos al Huerto de Getsemaní (nombre que viene de "prensa para hacer aceite"), este huerto se cree que era de un amigo de Jesús, pues según la Biblia era un lugar donde Jesús se reunía frecuentemente con sus discípulos.
Contiguo al huerto, el arquitecto Berlucci construyó la Basílica de la Agonía o de las Naciones la que cuenta con 12 cúpulas de las naciones que colaboraron en su construcción. Los cuatro evangelistas relatan su agonía en el Getsemaní y su localización es bastante precisa por todos los datos con los que se cuenta. Además mantiene olivos que datan de hace 2000 años.
Día 5
Hoy subimos al Monte Tabor, en la Baja Galilea, al este del Valle de Jezreel, 17 kilómetros al oeste del Mar de Galilea, su altura es de 575 msnm y se eleva 400 m con respecto a su entorno.
Acá es donde ocurre la Transfiguración de Jesús ante Pedro, Santiago y Juan y son acompañados por los profetas Moisés y Elías. Según nos explica Silvia, nuestra guía: Moisés representa la ley y Elías la religión. Ambos son esos profetas que desaparecen de forma misteriosa según la Biblia. De Moisés nunca se supo cuándo, cómo, ni dónde murió y nadie sabe de su tumba; Elías se fue en un carro de fuego según las escrituras.
Ahí Jesús les anuncia a sus tres amigos que debe que ir a Jerusalén y padecer. Desde acá arriba se ven los tres caminos que llevan a Jerusalén.
Como hemos escuchado en todos los monumentos visitados, la gran mayoría fueron construidos por los bizantinos en el siglo IV, destruidos por los persas en el siglo VII, reconstruidos por los cruzados en siglo XII, destruidos por el ejército de los Mamelucos en siglo XIII y reconstruidos en el siglo XX y ya resguardados por la Custodia de Tierra Santa gracias a los franciscanos. La Basílica del Monte Tabor fue construida por Berlucci en forma de tres tiendas: la del centro en honor a Jesús, la izquierda a Elías y la derecha a Moisés. Ambos son esos profetas que desaparecen de forma misteriosa según la Biblia. De Moisés nunca se supo cuándo, cómo ni dónde murió y nadie sabe de su tumba; Elías se fue en un carro de fuego según las escrituras.
Luego de bajar el Monte Tabor visitamos Caná de Galilea, una aldea árabe, destruida en el siglo I por los romanos y que siguió la misma suerte de destrucción que ya hemos escuchado en todos los monumentos y sitios importantes de la cristiandad.
En la Iglesia de Caná se conmemora el primer milagro de Jesús, el de las bodas de Caná, allí se encuentra un mosaico del siglo III donde hace constar que ahí fue donde se dio el primer milagro de Jesús cuando convirtió el agua en vino.
Después de visitar el pueblo de Caná nos dirigimos a la ciudad del Nazareno. En Nazareth visitamos la Basílica de la Anunciación (1969), o sea la casa en al que vivía María con San Joaquín y Santa Ana, el Convento de las Hermanas de Nazareth, la Iglesia de San José, y la fuente de la Virgen que era el único manantial de Nazareth. Nazareth es una ciudad grande contrario a lo que era en tiempos de Jesús, cuando más bien dependía de la ciudad de Caná.
En la Basílica de la Anunciación se respira un aire sin igual, es una basílica basada en la letra A tanto en sus columnas, puertas e insignias como en su significado pues es donde comenzó todo. Es el único lugar en el mundo que dice “el Verbo de hizo carne aquí”.
Tanto en las afueras de la Basílica, como en su interior hay decenas de advocaciones a la Virgen que han donado diversos países.
A San José se la venera junto a la Basílica de la Anunciación, en la Iglesia de San José, donde se cree que fue su vivienda.
Sin embargo, actualmente se cree que más bien está ubicada bajo el Convento de las Hermanas de Nazareth ya que recientemente se descubrió que bajo el Convento de las Hermanas de Nazareth pudo haber estado la casa de San José, la llamada Casa de la Nutrición por los primeros cristianos. Es una casa del siglo I y posee una tumba a la cual veneraban los primeros cristianos. Gracias a la caída de un trabajador del convento en un hueco, descubrieron lo que podría ser la casa de José. Todo estaba como habían dejado por escrito los primeros cristianos sobre la Casa de la Nutrición.
Si le interesó, puede leer la segunda parte en: https://adiariocr.com/opinion/mi-camino-por-tierra-santa/
y la tercera parte en: https://adiariocr.com/opinion/tierra-santa-un-lugar-que-no-deja-de-impresionar/
y puede conocer sobre Saxum con este video: https://www.facebook.com/Saxum.Foundation/videos/1539741469469413/?fref=ts o en su página web.
- Cómo ganar indulgencia plenaria en el año jubilar 2025 - 8 de enero de 2025
- Este 24 de diciembre inicia el Jubileo 2025 cargado de esperanza - 23 de diciembre de 2024
- Los mejores promedios de ingreso a la UCR, TEC y UNA para el 2025 - 12 de diciembre de 2024
Comentarios