Por: Javier F. Ortiz Gutiérrez, Fundación Gaia
ADVERTENCIA: Esta información puede cambiar su percepción de lo que está ocurriendo. Por ello sugiero no rechazarla ni acogerla como verdadera sin verificar. Se se toma el tiempo de verificar estará haciendo una práctica que ayuda a distinguir entre el creer y el saber. Comprender esa distinción puede ser lo más importante que haga en este momento de su vida. Distinguir entre ambas cosas lleva a rechazar o aceptar lo que le digan de forma automática. Si verifica la información, utilizando los links y asegurándose de que sean fuentes confiables, podrá sacar sus conclusiones y mantendrá apertura para recibir información nueva.
Tal y como informé en otro artículo en www.adiariocr.com, sobre el resultado de un estudio clínico sobre el uso del dióxido de cloro para tratar el Covid-19, después de mucho investigar encontré que ya existe una patente europea para tratar los coronavirus con dicha molécula otorgada. Esto se realizó, obviamente, después de cumplir con todos los requisitos y los estudios científicos necesarios.
Si fuera cierto que esa patente existe, significaría que ¿la Organización Mundial de la Salud -OMS, el Dr. Fauci y las compañías farmacéuticas ocultaron dicha información, siendo casi imposible que no la conocieran desde el 2014, año en que fue aprobada?
Además, si fuera cierto que esa patente existe desde ese año, ¿se concluiría que muy probablemente hemos tenido miles de muertes innecesarias? Por último, si fuera cierto ¿se concluiría que nuestra economía de microempresas se destruyó sin verdadera necesidad y que no existían las condiciones exigidas para permitir el uso de las vacunas experimentales?
Tratemos de responder a cada una de estas preguntas por separado:
¿Muertes innecesarias?
En la petitoria elevada a la Presidencia de la República y a nuestras autoridades sanitarias el 28 de julio del 2020, más de 4.000 firmantes PEDIMOS que se llevara a cabo, de la manera más pronta y transparente posible y antes del colapso de nuestro sistema de salud, “una revisión bibliográfica para verificar si es cierto que el dióxido de cloro ha demostrado ser eficaz para la cura de algunas enfermedades, incluyendo el Covid-19.
La petitoria fue resuelta el 26 de agosto de 2020 por el Ministro Daniel Salas diciendo, entre otras cosas, “que no se cuenta con evidencia científica que respalde la seguridad y eficacia de la ingesta de este tipo de productos”. Dicha respuesta se fundamentó en el documento emitido por la Licda. Xiomara Jiménez Soto, de la Unidad de Normalización y Control del Ministerio de Salud, en el cual se afirma: “a nivel mundial, ninguna Agencia Sanitaria ha realizado un registro sanitario de un producto a base de dióxido de cloro o clorito de sodio como medicamento, para ser utilizado como tratamiento del Covid-19 u otra enfermedad, ya que, NO existe evidencia científica que respalde el uso de estas sustancias contra el Covid-19 u otras enfermedades.“
Si fuera cierto que ya existía la patente desde el 2014, y que cualquier persona la podía encontrar fácilmente y que con ella se dió por demostrado que el dióxido de cloro puede utilizarse contra el coronavirus y otras afecciones respiratorias, podría decirse que la petitoria fue resuelta con fundamento en información incompleta o que no se ajustaba a una verdad de fácil acceso. Además, ¿podría decirse que una respuesta más acorde con la realidad pudo haber salvado y podría seguir salvando muchas vidas, si nuestras autoridades hubieran acatado nuestra solicitud de realizar una verificación de los datos y un estudio clínico en Costa Rica?
¿Se destruyó la economía sin necesidad?
En la petitoria mencionada solicitamos a las autoridades sanitarias “verificar si es cierto o no que el dióxido de cloro fue utilizado para eliminar las esporas mortales del Bacillus Anthracis, productor del ántrax, del Hart Senate Office Building, en el acto terrorista del 2001 (Estados Unidos). En caso afirmativo, verificar si se puede utilizar de la misma manera para limpiar espacios como oficinas, tiendas, y edificios enteros a un costo extremadamente bajo y sin necesidad de ninguna tecnología especial”.
Si fuera cierto que la patente existe, ¿nuestras autoridades sanitarias pudieron haber confirmado que desde el 2014 ya se había demostrado que existía un modo de prevención de la infección a través de un sistema de aire acondicionado en el que se introduce dióxido de cloro?
En la descripción de la patente en mención se dice que es “posible mantener el aire en el interior de una oficina en la condición para desactivar un virus respiratorio, permitiendo a la vez que los trabajadores continúen su trabajo en esta oficina. En consecuencia, puede prevenirse eficazmente una infección secundaria con el virus para permitir que los trabajadores mantengan su salud. Y tampoco se produce ningún deterioro en la eficiencia de trabajo, ya que no es necesario suspender el trabajo durante la operación de limpieza de aire mediante, por ejemplo, fumigación”.
Surge la otra pregunta: ¿El uso adecuado de esta información podría haber evitado la destrucción de nuestra economía?
¿Existen las condiciones para permitir el uso de las vacunas experimentales?
Según el programa de alto rating Tucker Carlson Tonight, una de las cosas más importantes develadas con la desclasificación de los correos de Fauci, gracias a The Washington Post, fue descubrir su intención de esconder el verdadero origen del coronavirus, en contra de lo dicho en el informe emitido por investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en mayo de 2020. En este informe se concluyó, según publicación de Reuters, que era posible que el coronavirus escapara del laboratorio en Wuhan, tal y como se dijo en el famoso documental de Joshua Philipp, publicado en el canal de YouTube de Crossroads, y que fue sacado de los medios por la censura global (según Infobae) o “Ministerio de la Verdad”. Como se dice en el Washington Examiner, debido a esto, el mismo Fauci se tuvo que echar atrás y Facebook tuvo que informar que ya no eliminarían los post que negaran el origen humano del coronavirus.
Según dijo Tucker en Fox News, otro gran tema descubierto fue la contradicción entre su decir público de que las mascarillas sirven como prevención y su decir privado de que eso no es así, porque las mascarillas que se están utilizando no funcionan y conocía un estudio que demostró que su uso podría ser perjudicial. No estoy diciendo que sea cierto que las mascarillas no sirven, solo comparto lo que Fauci escribió en un email.
Puede verificar las afirmaciones de Tucker traducidas al español en Telegram. O ver las declaraciones en Facebook: Programa 1, Programa 2, Programa 3.
Tucker fue quien reveló también el papel de Fauci en la desacreditación del uso de la hidroxicloroquina como método terapéutico para reducir las muertes por Covid-19. De hecho, aquí puede ver un video en el cual el Dr. Harvey Risch, epidemiólogo de la Universidad de Yale, lo acusa de montar una campaña de desinformación. El tema es de gran interés, porque dicha campaña implicó a dos de las revistas científicas más respetadas hasta hace poco tiempo, The Lancet y The England Journal of Medicine. Allí se publicaron dos artículos en los cuales se mintió sobre los peligros de la hidroxicloroquina. Sin embargo, fueron retirados dos meses después cuando trascendió una conversación sobre ese tema entre los dos directores, uno de los cuales, nada menos que Richard Horton, EIC de The Lancet, dice lo siguiente: "ahora no vamos a poder ser capaces de publicar más estudios clínicos, porque las compañías farmacéuticas tienen tanto poder económico que tenemos que aceptar publicaciones aparentemente perfectas desde el punto de vista metodológico pero que, en realidad, se las arreglan para concluir lo que quieren concluir". En respuesta a esta afirmación Philippe Douste-Blazy, CEO de The England Journal of Medicine, ex Ministro de Salud del Reino Unido y candidato a director de la OMS en el 2017, le responde diciendo que eso es “criminal”. (verificar)
Esto es realmente delicado, puesto que en junio de 2020 la misma OMS dijo que “de acuerdo con los datos del ensayo Solidaridad (que incluyen los obtenidos en Francia en el marco del Discovery) y los resultados anunciados recientemente del ensayo británico Recovery, la hidroxicloroquina no reduce la mortalidad en los pacientes hospitalizados por COVID-19, cuando se compara con el tratamiento de referencia”. (verificar)
Así las cosas, no es posible saber con certeza la intención de Fauci y sus colaboradores, sin embargo, el efecto logrado al desestimar la hidroxicloroquina como método para curar el Covid-19, fue mantener las dos condiciones necesarias que permitieran el uso experimental de las mal llamadas vacunas. Estas condiciones son dos, que exista una pandemia y que no existan otras opciones de prevención y curación. De estos hechos y del análisis de los correos entre Fauci y Bill Gates, Trucker llega a unas conclusiones de gran interés sobre su posible motivación. Las puede ver en los links correspondientes, porque no quiero mencionarlas aquí sin que se hayan demostrado de alguna manera.
¿Satanización de diversas formas de curar?
Lo mismo que se hizo para satanizar la hidroxicloroquina se hizo con la Ivermectina y con el dióxido de cloro. De hecho, a mí y a Rolando Araya se nos prohibió hablar del dióxido de cloro, tuve que cerrar mi página de Facebook y el artículo escrito por Fernando Fernández para CambioPolitico.com, sobre el reporte de un estudio clínico del efecto del producto para curar el coronavirus, se tuvo que bajar de la plataforma a pesar de haber tenido más de 90.000 visitas (verificar).
¿Y si la patente existe desde el año 2014?
Si fuera cierto que esa patente existe, eso significaría que:
- Yo estaba en lo correcto cuando abrí una página de Facebook titulada ¿Quién nos está mintiendo?, puesto que TODAS las instancias oficiales nos dijeron, entre otras cosas, que no existían pruebas sobre los beneficios del dióxido de cloro en las enfermedades respiratorias.
- El Ministerio de Salud no debió obligarme a cerrar la página de Facebook en donde preguntaba quién nos está mintiendo, sino más bien ayudarme a encontrar la respuesta que ya ahora conocemos.
- Estaba en lo correcto cuando denuncié a quienes están atrás de Doble Check UCR ante la Defensoría de los Habitantes, por decir que no habían estudios que avalaran a Rolando Araya en su pedido de que se investigara si el dióxido de cloro funcionaba para curar el Covid-19.
- Estaba en lo correcto cuando conseguí más de 4.000 firmas de respaldo a la petitoria que enviamos a nuestras autoridades, invitándoles a investigar los hechos de mayor relevancia en este tema.
- No debieron censurar el artículo escrito por Fernando Fernández sobre el estudio clínico del dióxido de cloro.
¿La patente existe o no existe?
Llegamos a la hora de la verdad. Pero no soy yo quien debe responder esta pregunta, sino usted y las autoridades de Salud. Además, si dijera que es cierto sería una irresponsabilidad de mi parte, y podría recibir un castigo parcialmente merecido. Sea como fuere, usted es quien necesita verificar en el link de EPO European Patent Office. Al entrar debe ir a todas las pestañas a partir de “description”. La información que invito a verificar con sus propios ojos es:
La patente fue registrada en el 2005 y concedida en la Oficina Europea de Patentes en el 2014 con el número ES2518368T3.
La solicitud de la patente fue presentada por Taiko Pharmaceutical de Osaka bajo el nombre Gas de dióxido de cloro para su uso en el tratamiento de infección por virus respiratorio.
Según la patente, el dióxido de cloro es funcional para acabar con “diversos virus que provocan enfermedades respiratorias tales como neumonía en animales. Entre ellos se incluyen virus influenza, virus parainfluenza, rhinovirus, virus de la gripe aviar, virus del SARS, coronavirus, etc.
Según demostró la información científica ofrecida en la solicitud, “el gas de dióxido de cloro tiene un fuerte poder oxidativo y poder de esterilización así como un fuerte poder de desactivación de virus. Por este motivo, exponiendo el virus respiratorio a gas de dióxido de cloro, puede desactivarse. En esta memoria descriptiva, el término “desactivación” se refiere a la condición de que, por ejemplo, un virus respiratorio se destruya, no pudiendo por tanto proliferar en un huésped, o la condición de que el virus respiratorio esté todavía activo, pero que apenas pueda proliferar en un huésped”.
Si esto es cierto nuestras autoridades no tienen más excusas para no hacer lo primero que se debió hacer y que ha estado predicando en el desierto Rolando Araya: que nuestros científicos realicen un estudio aquí en Costa Rica, y publiquen los resultados en una revista costarricense. ¡Solo trabajando juntos, sin dividirnos, podremos hacer bien la tarea y salvar a nuestros seres queridos y a nuestra economía, antes de que sea demasiado tarde!
Una vez que verifique y llegue a sus conclusiones podría preguntarse: cuál será el motivo por el algunos medios de comunicación están dándonos esta nueva versión de la pandemia. Ya verá todo lo que comienza a cambiar a raíz de los hechos que comparto en este mensaje.
Termino diciendo que lo más importante para mi, es que aprendamos la lección. Que comprendamos cómo fue que llegamos a esto. Es decir, ¿de qué debilidad se aprovecharon los estrategas para hacernos aceptar todas estas mentiras? La respuesta la explico con todo detalle en mi libro El camino de la evolución consciente.
Más importante todavía: ¿Qué podemos hacer para que no nos vuelva a pasar algo así?
- Antibióticos: úselos adecuadamente y evite resistencia de enfermedades - 29 de noviembre de 2024
- Black Friday en Multiplaza - 27 de noviembre de 2024
- El aborto: una amenaza silenciosa en la Corte IDH - 27 de noviembre de 2024
Comentarios