Los modelos de negocio sostenibles significan compromiso con el ambiente, pero también, reducción de costos y posicionamiento de la empresa o marca en el mercado.
Cada vez más empresas deciden implementar modelos de este tipo, impulsadas en gran parte por los consumidores informados y exigentes en cuanto a servicios y productos que adquieren.
“Las empresas buscan incluir un componente ambiental dentro de la toma de sus decisiones, quieren reducir, mitigar o compensar su impacto y huella ecológica”, comentó Luciana Pineda, especialista en Derecho Ambiental de Nassar Abogados.
Una de estas empresas es Ecoquintas, cuyo programa de responsabilidad social incluye iniciativas de reforestación y conservación, a través de charlas en temas ambientales sobre la importancia de la reforestación para el ambiente.
“Logramos la Certificación Carbono Neutral con el fin de ser una empresa reconocida por brindar soluciones integrales que garanticen el equilibrio entre la sostenibilidad financiera, ambiental y el área de bienestar social”, explicó Gaudelio Zúñiga, gerente general de Ecoquintas.
El gerente también comentó que recientemente llevaron a cabo un programa de reforestación en el Tanque de La Fortuna de San Carlos, donde sembraron 100 árboles de especies nativas. “Por este mes de junio estaremos regalando un árbol de naranja o limón a quienes compren una propiedad, para que siembren en su lote”, dijo.
Para migrar a un modelo sostenible
De acuerdo con la especialista en Derecho Ambiental, para migrar a un modelo sostenible se debe primero considerar varios elementos clave, como los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y valorar si es necesario que las metodologías y procedimientos de la empresa sean redefinidos.
Pineda fue enfática en la importancia de una auditoría interna, capaz de atender posibles situaciones de riesgos ambientales antes de que estos sucedan y poner en orden cualquier situación de irregularidad, así como evitar cualquier daño al medio ambiente o sanción por violación a la normativa ambiental.
Con el fin de orientar un poco más a las compañías que decidan adoptar un modelo sostenible, la experta brindó seis consejos:
- Realizar una evaluación exhausta de los procedimientos internos para identificar las actividades que generan o podrían generar contaminación o impacto ambiental negativo.
- Al identificar los factores de riesgo ambiental en la compañía, tomar decisiones informadas para crear estrategias y planes de acción para tender y mejorar en estos aspectos.
- Mantener actualizados, ordenados y uniformes los registros sobre los aspectos que se estarán trabajando, como la generación y gestión de residuos, consumo de energía eléctrica y combustibles fósiles.
- Generar encadenamientos que repliquen las acciones tomadas, para convertir a la empresa en un agente de cambio.
- Una vez implementadas las medidas, expandir el rango de impacto positivo, para generar cambios a través de su contribución a largo plazo en temas socio-ambientales.
“No es un requisito contar con una certificación para que las empresas puedan realizar procedimientos internos de evaluación y aplicar planes de acción concretos. Además, se puede optar por certificaciones y programas que no tienen costos asociados, o en los cuales estos se vean significativamente reducidos, como es el caso del Programa Bandera Azul Ecológica, así como capacitaciones gratuitas”, concluyó Pineda.
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