
A nivel mundial, Costa Rica es reconocida por tener una de las cinco “zonas azules” del mundo, donde los ciudadanos superan en un buen porcentaje los 100 años gracias a una buena calidad de vida. Junto con Cerdeña, Italia; la isla de Okinawa en Japón, Loma Linda en California e Icaria, isla de Grecia; se encuentra Nicoya, Guanacaste.
Un hecho que pone al Estado ante el reto de planificarse para atender a la población de adultos mayores.
Según Irene Navarro en su investigación Evolución de la mortalidad por edad, sexo, causas y distribución regional en personas de 65 años y más en Costa Rica, “en el futuro próximo, la mayoría de los países de América Latina y el Caribe deberán enfrentar las demandas de una creciente población adulta mayor, debido a una rápida reducción en los niveles de fecundidad y el aumento de la esperanza de vida”.
“El perfil de las defunciones por edades en América está cambiando con el curso de los años, de manera que las muertes se han ido desplazando hacia las edades avanzadas”, asegura Navarro.
Esta investigación fue realizada con el apoyo de la Unidad de Investigación de la carrera de Medicina de la Universidad Hispanoamérica a cargo del epidemiólogo Ronald Evans.
Aunque hay diversos e importantes estudios sobre mortalidad en la población de la tercera edad costarricense, este es el primero que analiza el periodo de 1970 al 2014, es decir, 44 años.
La Dra. Navarro consultó las bases de datos del Centro Centroamericano de Población (CCP), el Instituto de Estadísticas y Censos (INEC), así como diversos estudios, publicaciones y revistas científicas. De ahí, la importancia de esta investigación cuantitativa, descriptiva, observacional y transversal.

Aumento en la esperanza de vida
Según datos del INEC, mientras que la esperanza de vida al nacer en 1970 era de 65 años, para 2014 se ubicó en 80 años; y se calcula que para el 2030, nuestro territorio tendrá 728.000 adultos mayores.
Mientras que en 1970 la tasa de mortalidad registró más de 50 fallecimientos por cada 1000 adultos mayores, en 1990 inicia un aumento en la edad de muerte y para 1996 se llega a 45 muertes por cada 1000 adultos mayores. En el 2014, la cifra es menos de 35 muertes por cada 1000 adultos mayores.
Mientras que en los varones la tasa de mortalidad durante el lapso de 1970 al 2014 se ubicaron entre 48 y 40 fallecimientos por cada 1000 adultos mayores, en las mujeres se registraron tasas de 44 a 35 muertes por cada 1000 adultos mayores.
En relación con las causas de la muerte, las enfermedades cardiovasculares se ubican un primer lugar, aunque en este periodo se puede apreciar una disminución constante. En un segundo lugar se ubica los tumores malignos. En un tercer lugar, las complicaciones respiratorias. En un cuarto lugar, las causas externas como los accidentes de tránsito, homicidios, entre otros. Por último, las enfermedades del sistema digestivo.
La mortalidad por causa cardiovascular es más frecuente en el sexo femenino mientras que por causa tumoral es más frecuente en los hombres.
- Marca de cosmética vegetal Yves Rocher abre en Lincoln Plaza - 1 de diciembre de 2023
- Manual de vida enseña a agradecer - 30 de noviembre de 2023
- BCIE y FAO promoverán la resiliencia climática en países del SICA - 30 de noviembre de 2023
Comentarios