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Apropiémonos de los espacios públicos para combatir la inseguridad

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recibe 43 reportes diarios de asaltos a peatones.

Fotografía tomada de Transitarte.

La inseguridad ciudadana en Costa Rica no deja de calar un gran agujero en la cohesión social. Es un fenómeno complejo que en cierta medida ha frenado el desarrollo, y que según expertos se puede mitigar con la creación de ciudades diseñadas para los ciudadanos.

El sentimiento de inseguridad al caminar por nuestros barrios  y el hecho de que haya zonas a los que no se puede acceder con tranquilidad significan un alto costo social y económico.

Este precio se traduce en vidas humanas y en la privación de transitar libremente. ¡En América Latina, los sectores públicos y privados, destinan más del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) en seguridad! Imaginémonos si este dinero se pudiera invertir en escuelas y alimentación saludable para niños y adolescentes...

Dentro de los elementos a los que se le atribuye la causa de este problema, se encuentra el crecimiento acelerado y poco planificado de las ciudades, el aumento de jóvenes entre 15 y 25 años sin estudiar ni trabajar propensos actividades ilegales, y el uso de la fuerza pública sin políticas de inclusión social y de recuperación de espacios públicos.

Panorama nacional

En el país se reportan ante el OIJ, 43 asaltos diarios a peatones. Entre enero y julio de 2018, se registraron un total de 3.832 denuncias por asaltos a peatones en el país.

El distrito Hospital de San José es donde hay mayor incidencia. En una segunda posición se encuentra Pavas, en tercera el distrito Merced y en cuarta el distrito Catedral.

“Podemos decir que el centro de San José es donde más hay comercios y es por esto que hay tantos asaltos. Si unimos Hospital, Merced y Catedral, tenemos una zona con índices altos de asaltos a transeúntes”, explicó Marco Carrión, jefe de la sección de asaltos del OIJ.

En quinto lugar en cuanto a distritos está San Pedro, que según Carrión coincide con las cifras registradas en el cantón completo de Montes de Oca.

De acuerdo con los datos de esta institución, las personas que caminan por sitios solitarios o que exponen celulares o tabletas siguen siendo los blancos predilectos por el hampa.

“Tenemos casos en los que hemos podido establecer que hay delincuentes que salen a asaltar y pasan hasta tres peatones y se deciden hasta llegar a un cuarto porque es el que va con un teléfono en la mano”, resalta Carrión. Quien añade que “una recomendación es no portar objetos como celulares en vía pública. Si es una urgencia es importante que busquen un sitio seguro para hacer o recibir una llamada, por ejemplo un comercio o una institución pública”.

Entre enero y julio de 2018, el OIJ recibió 4.761 denuncias por este tipo de delitos en general, no solo a peatones, sino también en autos, buses, oficinas, etc.

La necesidad de interrelacionarse

De acuerdo con el psicólogo Fernando Thiel, las personas cada vez se aíslan más y son más promotoras del individualismo. Conductas como trasladarse a todos los lugares en vehículo privado, diseñar casas con rejas, o vivir en lugares con muros, incentivan ese comportamiento que desencadena inseguridad.

Thiel indicó que para disminuir esta problemática y las acciones que la provocan, hay que trabajar desde distintos ámbitos. Sin embargo, recalcó que se puede aplacar colocando más iluminación y mobiliario en zonas públicas.

Los ciudadanos también pueden ayudar a incentivar la seguridad utilizando las vías para caminar y apropiándose de los espacios públicos, de manera que se pueda crear una red de cuido entre todos los ciudadanos.

El psicólogo mantiene que la solución no está en invertir en más policías, sino en cuidarse entre ciudadanos. Estos proyectos pueden parecer muy ilusos, pero asegura que adoptando nuevas medidas, el problema puede ir cambiando. Es una visión a largo plazo porque debe trabajarse desde la educación.

La Unión de Tres Ríos con presencia de Fuerza Pública y peatones.

Apropiación de los espacios

Para la arquitecta Carolina Pizarro, una mayor seguridad ciudadana se logra caminando, utilizando la bicicleta como medio de transporte y apropiándose cada vez más de los espacios públicos.

Eso es lo que propone en su proyecto A pie o en bici me voy al cole o a la escuela, que busca fomentar la autonomía y la movilidad sostenible entre niños y jóvenes del cantón de Montes de Oca.

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Con esta iniciativa la arquitecta asegura que se proyecta seguridad ciudadana en el entorno de los centros escolares y seguridad vial en los medios de transporte de ese cantón. Además, se garantiza una ruta segura que promueve un modelo de movilidad que reduce el uso del vehículo en los desplazamientos al centro de estudio.

“En este proyecto hay tres áreas muy importantes que tienen la necesidad de trabajar en conjunto: el centro escolar donde se encuentran los maestros y estudiantes, la comunidad que engloba la familia y vecinos y el municipio que encierra la Alcaldía y los servicios”, indica Pizarro.

Con la iniciativa planea construir una ciudad más habitable, segura y sostenible, en donde niños y jóvenes sean una herramienta fundamental en la recuperación de los espacios.

“De la mano con espacios públicos inclusivos y humanizados, se debe impulsar esa autonomía del dominio de las ciudades. Tenemos que crear redes de cuido en donde el comerciante, el hombre o la mujer que se desplaza a su trabajo, los estudiantes y todos los miembros de una comunidad se cuiden entre sí”, explica Pizarro.

Sin embargo, para ello la ciudad debe proporcionar esas áreas de encuentro humanizadas, que provoquen una vivencia social interesante y agradable al trasladarse.

Pizarro indica que para formar una red como la que propone, se necesita fusionar distintos proyectos urbanos, como la utilización de ciclovías, puentes peatonales, parqueos para bicicletas, presencia policial de tránsito, mobiliario verde, ampliación de aceras, entre otras.

También asegura que la implementación de talleres y grupos de trabajo en las escuelas es necesario, para que entre los estudiantes, profesores, vecinos, comerciantes y municipalidades analicen el tema y sensibilicen sobre la importancia de ejecutar acciones que erradiquen la inseguridad de transitar libremente.

“Es un plano urbano que cala y que con la ciudad podemos hacerlo de una mejor manera. Se hace un estudio descriptivo y mapas de lo que hay alrededor de las comunidades por donde se puede crear una mejor ruta que promueva la interrelación social”, asegura Pizarro.

Aunque el proyecto está enfocado en Montes de Oca, la arquitecta está segura de que es un plan que puede implementarse en muchas más comunidades.

Ejemplo internacional

Puente para bicicletas en el Boulevard Naciones Unidas, en Quito, Ecuador.

En Quito, capital de Ecuador, solo el 24% de la población utiliza automóviles para transportarse, eso quiere decir que el 63% de las personas se movilizan por otros medios, siendo el transporte público el medio con mayor porcentaje de usuarios.

Una parte de esa cifra también lo hace caminando o en bicicleta, mientras que otra utiliza el transporte alterno entre autobuses y caminar.

La arquitecta ecuatoriana, Alejandra Pinto, indica que en su país de origen a pesar de que implementaron sistemas muy eficientes, aún les falta conectar circuitos de ciclovías y trabajar en una conexión con algunas zonas aisladas.

Desde el 2012 funciona en Ecuador el sistema público de bicicletas y desde el 2016 se incorporan las eléctricas, ya que Quito al ser una ciudad con topografía muy variada, llena de montañas y elevaciones, hace necesario que las bicis incluyan este tipo de mecanismo.

Para Pinto hay tres aspectos sociales que se deben trabajar en cualquier país para beneficio de la movilidad y de la seguridad:

  • Incrementar la cultura ciudadana con respecto a la movilidad: educar acerca de la priorización de la movilidad de peatones versus el automóvil.
  • La contaminación: los beneficios que trae utilizar más métodos para transportarse.
  • Sostenibilidad de los espacios: que aseguran una solución a las problemáticas actuales y futuras.

Esfuerzo gubernamental

Fuerza Pública de Costa Rica.

Con el fin de controlar la situación, el OIJ está confeccionando un mapa de zonas con mayor incidencia delictiva. Con esta herramienta buscan además de señalar las comunidades más vulnerables, crear una guía para que se coordinen acciones preventivas y de patrullaje desde el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Justicia y Paz.

Estos mapas de calor se actualizan constantemente conforme se presentan las denuncias de las víctimas. “En Pavas, La Uruca, Desamparados, Guararí y Heredia estos planes ya han empezado a dar frutos positivos y como son zonas con historial, las vigilancias que se mantienen desde hace meses lograron reducir los delitos”, señala el director de la Fuerza Pública, Daniel Calderón.

A través del proyecto, la Fuerza Pública ya realizó un listado con los 20 cantones más conflictivos, con el que se estima disminuir la cantidad de asesinatos y asaltos en la Gran Área Metropolitana (GAM).

También le puede interesar: Conozca los beneficios y riesgos de trasladarse en bicicleta.

Marianela Sanabria Leandro
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Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.

 

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Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.
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