Hace tan solo cinco años Carmiña Romero decidió seguir los consejos de su profesora de confección, costura y patronaje: utilizar su talento y buen gusto para crear una marca de diseño nacional.
Así fue como nació Carmiña Romero, la firma que ofrece faldas, pantalones, enterizos, quimonos y blusas que, como su creadora describe, “son coloridas, alegres y femeninas que dan un estilo casual, pero al mismo tiempo brindan elegancia”.
En un comienzo no estaba segura de querer hacer crecer el proyecto. “Yo quería tener el diseño y la confección como un pasatiempo y no como un negocio, porque es algo que disfruto mucho al hacerlo, pero si no lo hacía en ese momento, no creía que lo pudiera lograr después”, contó la diseñadora.
Dificultades
Para esta apasionada de la moda, trabajar en este mercado siempre es un sube y baja. Asegura que hay momentos complicados y de estrés, pero también está consciente de que hay mucha satisfacción en su día a día.
“Decir que ha sido difícil sería ser injusta con la vida y con las oportunidades que he tenido, porque ha sido un camino lleno de puertas abiertas y he sabido cómo aprovecharlas”, recalcó Romero.
Sin embargo, la diseñadora hizo hincapié en que la dificultad más grande con la que topan es la falta de insumos, de mano de obra y de industria.
“Esos aspectos hacen que dedicarse a la indumentaria en Costa Rica no sea fácil, nos limita y nos frustra el trabajo. Desde la maquinaria hasta los impuestos, toda esa parte hace esta industria sumamente difícil”, argumentó la diseñadora.
Romero indicó que este es un problema no solo para los diseñadores nacionales, sino para cualquier persona que quiera crear una pequeña empresa. También apuntó que “a veces nos dan poco apoyo, piden muchos requisitos y cualquier proceso que hay que llevar es altamente complicado. Los permisos municipales o de tributación nos hacen invertir mucho tiempo que podemos aprovechar en nuestros negocios".
"Creo que se deben crear vías para que la mano de obra capacitada sea más accesible, porque sí la hay, pero cuesta mucho encontrarla. También es necesario agilizar los procesos o cambiarlos para que podamos traer maquinarias de otros países sin mucho problema al igual que las telas, que entren sin tantos aranceles”, aseguró Carmiña.
De acuerdo con la diseñadora, una gran ventaja sería que el país contara con empresas dedicadas a crear textiles, especialmente naturales, para el crecimiento económico y para la representación nacional en cada prenda que se diseñe.
Atracción hacia lo nacional
Carmiña cree que el consumidor nacional está cada vez más interesado en apoyar lo nacional y las buenas propuestas: “Considero que hay una población sedienta de adquirir buen diseño nacional, adquirir una buena propuesta, innovadora y bien hecha. Es una nueva cultura, pero tienen claro estas tres cosas y quieren una relación de precio alcanzable. Sin embargo, muchas veces se nos complica competir con lo comercial”, señaló la fundadora de la marca nacional.
La diseñadora reconoce que la consumidora nacional sabe lo que es de buena calidad y lo que es de mala calidad, es educada con lo que quiere y cómo quiere verse, al igual que es muy exigente.
“Lo sé porque lo experimento cada día con mis clientas, que son mi tesoro más grande. Son fieles, les gusta llevar mi trabajo, lo coleccionan y vuelven; eso me llena de ganas de seguir trabajando y de mostrar lo que hago”, comentó Romero.
Método de funcionamiento
Esta empresaria trabaja por colecciones bajo la modalidad llamada "prêt-à-porter" o “lista para llevar”. Prepara las prendas y organiza una pasarela; seis meses después pone las piezas a la venta.
“Todo está listo, tengo tallas, variedad y propuesta para que puedan escoger. A veces vienen a pedir algo que está alejado totalmente de mi estilo y las rechazo porque no trabajo de esa manera, trato de ser muy fiel a mi estilo y a mi trabajo. Cuesta mucho llegar a proponer algo diferente y quiero respetar eso que salió con esfuerzo y dedicación”, destacó la diseñadora.
A pesar de que solo trabaja y vende en el país, siempre trata de mantener su línea relacionada con las tendencias mundiales y bajo un diseño inspirado en el arte. Procura que la temática de mosaicos esté vinculada siempre con sus colecciones.
Proyectos
Uno de los proyectos más grandes de Romero para este 2018, es la presentación de sus diseños en el Monte-Carlo Fashion Week, que se realizará en Mónaco el próximo 18 de mayo.
El centro del evento es el rescate del patrimonio material e inmaterial a través de la fusión del diseño con técnicas y texturas de la artesanía tradicional. Romero fue la única diseñadora invitada del país, junto a otros procedentes de Colombia, Chile, México, Perú y Panamá.
“La colección que llevaré se llama “Arjé” y está inspirada en la esencia de los mosaicos, pero aplicándolos artísticamente, sacándoles extracciones, aplicando unas técnicas de color diferentes. Estoy jugando mucho con técnicas para dar profundidades y tratando de darle un giro siempre con la misma conversación pero que haya novedad y que haya variedad. El color es básico en ella”, detalló la empresaria.
Asimismo expresó estar muy emocionada por la actividad: “Voy a tener pasarela pero también un showroom, donde podré conocer compradores de tiendas en Europa, de boutiques en Monte Carlo, editores de revistas, blogueros y gente que está relacionada con este mundo de la moda”.
Romero planea trabajar para perfeccionar sus tallas, con el fin de que sus clientes lleven las prendas listas sin hacer ajustes. Una vez completado este objetivo, la empresaria asegura que abrirá una tienda en línea.
- Feria Brete GAM ofrece 5.800 puestos de empleo - 25 de noviembre de 2024
- Proyecto de ley protegerá a agricultores afectados por desastres naturales - 24 de noviembre de 2024
- Villas navideñas: Las favoritas de la temporada - 17 de noviembre de 2024
Comentarios