
Por: Ana Quirós, presidenta del Green Building Council Costa Rica
Para nadie es un secreto que vivimos tiempos difíciles, tanto a nivel social como económico. Precisamente por esta situación debemos de considerar y evaluar alternativas que a un mediano y largo plazo traigan un panorama más alentador para Costa Rica.
Es en este contexto que el Green Building Council Costa Rica trae a la mesa de análisis del VII Congreso de Ciudades Sostenibles 2020, el cual recientemente realizó en formato digital, el tema del proyecto del tren eléctrico. En esta discusión participaron altos mandos del gobierno central, empresarios costarricenses y consultores extranjeros. El panel también se abrió al público para sesión de preguntas y consideración de una encuesta dirigida.
Una de las principales características de una ciudad sostenible es tener una amplia diversidad de transportes, especialmente para las personas quienes requieren tener opciones de movilización alternas que faciliten su desplazamiento y a la vez, reduzca el riesgo que acarrea el colapso de alguna de estas alternativas. Esta redundancia da seguridad y permite que la movilidad sea fluida, confiable y eficiente.
Es aquí donde el proyecto del tren eléctrico aparece como alternativa para ampliar la gama de opciones de transporte y, además, aportar a la reducción del impacto ambiental en las ciudades. Según las estimaciones de las autoridades gubernamentales, el tren eléctrico haría que el país deje de producir 1,800,000 toneladas de dióxido de carbono en los primeros 30 años de funcionamiento.
De la misma manera, implementar este medio de transporte provocaría que se reduzcan unos 29 millones anuales de viajes en vehículo. Lo cual también redunda en la mejora de impactos ambientales tales como, pero no limitado a la huella de carbono de nuestra sociedad.
Otro de los aportes del tren eléctrico, no menos importante, va dirigido hacia la parte laboral. Se calcula que en la etapa de construcción genere más de 1200 empleos directos y durante la fase de operación alrededor de 1.400 empleos directos. Los empleos indirectos se esperan tendrán un impacto muy positivo en relación con actividades vinculadas a las 10 estaciones intermodales que actualmente ofrece la propuesta del tren interurbano.
La oferta de alternativas de movilidad siempre debe ir acompañada por un correcto enfoque de sistemas y adecuado planeamiento. Eso garantiza que la infraestructura que se vaya a poner a disposición, sea viable, sostenible y funcional para los usuarios. Por lo que, en adición a los datos ambientales y de generación de empleos directos, la propuesta del tren eléctrico atiende los estudios de pre-ingeniería y de pre-factibilidad, tanto a nivel técnico como económico, lo cual es clave para la implementación de cualquier medio de transporte.
En la actualidad, estos estudios están siendo sometidos a debate de partes interesadas, tales como autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo, así como de diversos sectores de la sociedad para asegurar que la decisión final beneficie al pueblo costarricense.
Desde Green Building Council Costa Rica consideramos que un proyecto que ofrece reducir el impacto ambiental, brindar una alternativa eficiente de movilidad y robustecer la economía del país, merece ser analizado y evaluado de la mejor manera posible.
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