Por: Donald Quesada, Presidente Caja de ANDE
Tras un año sumamente difícil para el país en general y particularmente para los trabajadores del sector educativo nacional, el inicio de un nuevo curso lectivo, en condiciones tan diferentes a las que ya estábamos acostumbrados, nos enfrenta a enormes retos.
Sin embargo, estoy seguro que los lograremos superar porque si hay algo claro, es el compromiso que tenemos, desde nuestras diferentes trincheras con la educación costarricense.
Sabemos sin lugar a duda, que los niños y los jóvenes más que nadie, necesitaban volver a clases, pero también los educadores y el personal necesitaba volver a enseñar, a formar, ayudar y motivar desde las aulas como históricamente se ha venido haciendo.
Este periodo lo iniciamos tras obtener muchos aprendizajes en el 2020, un año atípico que nos hizo identificar claros desafíos en todas las áreas. Por eso, sabemos que las puertas de los centros educativos se abrieron de nuevo y con eso, se dio uno de los pasos más importantes para la reactivación del país.
Estamos preparados para encontrarnos con historias emotivas, alumnos diferentes a los que dejamos en marzo del año anterior y posiblemente, tengamos que ayudarlos más con sus estados de ánimo, con sus dudas, apoyarlos con la nueva forma en la que vamos a enseñarles.
Y es en este justo momento de incertidumbre y sensibilidad, que la vocación cobra más valor y es más visible que nunca, porque somos de los que siguen haciendo su trabajo con amor, a pesar de las circunstancias.
Reconocemos que los trabajadores de la educación también están cansados, con miedo a los riesgos y con incertidumbre, pero convencidos de que regresar a clases es la forma de empezar a generar el cambio que necesita Costa Rica.
No olvidemos que detrás de cada docente o funcionario, también hay familias, sueños e historias de superación. Antes de cada clase, hay tiempo de preparación y la esperanza de formar ciudadanos de bien para nuestro país.
Creemos que, con las lecciones inicia la reactivación del país, tanto en lo económico (más a largo plazo) como en lo social. Tener a nuestros estudiantes en las aulas, bajo cualquiera de las modalidades, nos llena de esperanza al saber que el desarrollo sigue, con la formación de los ciudadanos que mañana estarán tomando decisiones y liderando la transformación que el país requiere.
Disciplina, compromiso y motivación
El regreso a clases implicará disciplina, compromiso y motivación no solo por parte de los estudiantes y el personal, sino de las familias. Y por esto, estamos seguros de que no solo los alumnos aprenderán: cada uno de los involucrados también recibiremos lecciones.
Y es que ¿cómo no aprender de las madres y padres que se preocupan por enviar sus hijos a los centros educativos y por ayudarles con sus deberes?; ¿cómo no aprender de los docentes y funcionarios que preparan todo para que las clases se den de la mejor manera? o ¿cómo no aprender de los estudiantes que se enfrentarán al reto de adoptar medidas a las que no estaban acostumbrados?
Instamos seriamente a todos los participantes del proceso de educación a respetar cada una de las directrices de distanciamiento e higiene, cumpliendo a cabalidad con los protocolos establecidos y que son absolutamente necesarios para hacer posible el curso lectivo 2021.
Caja de ANDE como institución del Magisterio Nacional, se une al gran ejército que se arrolla las mangas para trabajar con compromiso y mística en el fortalecimiento de la educación costarricense, apoyando siempre a los trabajadores del Magisterio Nacional.
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