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Emprendedoras crearon lo que llaman un “Google tico”

Utilizan sus habilidades en Facebook para crear un grupo positivo que proporcionara ayuda a sus miembros.

Carolina Aguirre y Martha Lacayo siempre han sido fieles usuarias de Facebook. Hace tres años decidieron utilizar las habilidades que tenían en esta red social para crear un grupo positivo que proporcionara ayuda a los demás: De todo un poco.

Lo llamaron así porque según cuentan, sus gustos son diferentes y no decidían cuál enfoque darle a la comunidad que estaban por crear, hasta que optaron por abarcar un poco de cada tema.

Aguirre se inclina más por temas como cultura, conciertos, moda y maquillaje, mientras que a Lacayo se le hacen más atractivos los temas de gastronomía, cine romántico y bienestar.

“A mí me gustaba formar parte de grupos y por lo general siempre intervenía para calmar discusiones y que vieran la importancia real del tema que estaba en discusión. Caro y yo teníamos muy claro que queríamos un espacio sumamente positivo en donde la gente se educara antes de responder”, explicó Lacayo.

“En la actualidad la gente dice puras cosas negativas en redes, es común ver cómo a veces hay peleas que ni siquiera tienen que ver con el tema de fondo y eso era justamente lo que no queremos en nuestra comunidad”, comentó Aguirre.

Método de funcionamiento

Ambas emprendedoras aseguran que, con mucha dedicación, lograron crear un espacio en donde los miembros siguen esa línea positiva que consideran su esencia.

En De todo un poco sus miembros pueden hacer preguntas de cualquier tema, responder a las que hacen otras personas y pueden consultar la sección de comunicados en donde encuentran promociones y anuncios. También existe la opción de preguntar de manera anónima.

“A veces tenemos que sacar personas por algún comentario fuera de lugar, justamente por eso es que también las preguntas pasan por nosotras antes de ser publicadas, para asegurarnos de que sigan la línea que queremos”, aseguró Lacayo.

 Actualmente el grupo tiene 28.000 miembros y cada persona que solicite unirse, debe pasar por una revisión. “No permitimos personas que tengan cosas negativas en sus cuentas. A veces hay gente que utilizan sus perfiles para estar criticando o insultando”, dijo Aguirre.

De todo un poco

Uno de los aspectos que diferencian a su grupo de otros, es que está liderado por dos mujeres mayores de 40 años. Así lo explicó Carolina: “La mayoría de los influencers o youtubers que habían cuando abrimos De todo un poco eran jovencitos y con temas que tal vez no nos llaman la atención a las mujeres más maduras”.

Por su parte Martha dijo que “llegamos en un momento en donde las personas que tenían seguidores eran muy producidas y eso es otro factor que nos diferencia, nosotras somos mujeres naturales que antes de dedicarnos a esto, nos dedicábamos al 100% a nuestros hogares y a nuestra familia”.

Estas emprendedoras resaltan la función que ha adquirido el grupo y la comunidad solidaria que han creado. En De todo un poco ayuda a personas que tienen necesidades específicas como desempleo, problemas familiares y de salud, a través de entrevistas con profesionales o publicando anuncios.

“Es como un Google en Costa Rica porque hacen una pregunta y siempre salen respuestas de dónde pueden encontrar cosas o qué hacer para solucionar un problema determinado”, señaló Lacayo.

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Martha además añadió que “recuerdo una vez que una señora me preguntó que si podía hacer una pregunta anónima porque ella estaba sin trabajo, es una madre soltera y quería hacerle una fiesta a su hijo de 14 años que iba a cumplir años. Entonces preguntó que si alguien le podía dar ideas sobre cosas que podía hacer para celebrarle a su hijo sin hacer mucho gasto y entonces tuvo como 40 respuestas súper buenas. Una le contestó que ella era DJ y le regalaba la música, otra le regalaba perros calientes, otro que le hacía las invitaciones, otro el queque, la decoración y así”.

Según afirman, esas son las acciones que las motivan cada día más a seguir adelante con su proyecto.

Relación familia-trabajo

De todo un poco se convirtió en un negocio desde el primer día que se creó, cuando 2.000 personas quisieron formar parte de esta comunidad. Ese mismo día recibieron la primera oferta para hacer publicidad en el grupo.

“Nosotras no lo podíamos creer. Lo primero que cobramos fueron $8 y nos dio vergüenza. Pero fue muy bonito porque tiempo después un muchacho de mercadeo nos dijo que lo que más cuesta en el emprendedurismo, es ganar la confianza de la gente y nosotras conseguimos desde el inicio que la gente confíe en nuestro trabajo”, apuntó Aguirre.

Lacayo reveló que para ella De todo un poco representa una emoción muy grande porque siempre ha sido una mujer dedicada a la familia y ahora que están un poco más grandes sus hijos puede invertir su tiempo en algo que la llena.

“Antes éramos mujeres de familia, esposas y de esa zona no salíamos. Despertamos al mundo y descubrimos que hay un montón de cosas que son satisfactorias para nosotras que no lo habíamos vivido”, comentó Aguirre.

Detallaron que mantener el proyecto ha tenido sus dificultades, principalmente porque sus familias aún no lo toman como un trabajo serio. Sin embargo, hacen énfasis en que poco a poco se van acostumbrando y admirando las labores que hacen.

Tratan de combinar de la mejor manera el trabajo y la familia, ya que aseguran es un trabajo de todos los días y a toda hora. “Publicamos en el grupo todos los días inclusive feriados y fechas especiales, entonces a veces si se nos complica pasar tiempo con la familia”, contó Carolina. 

“Es fácil caer en el error de quitarle tiempo a la familia, pero por ejemplo en las horas de comida dejamos el celular. Decidimos contratar dos asistentes para que también nos proporcionen más tiempo libre que podemos invertir con nuestros hijos”, narró Martha.

Empoderamiento femenino

Las administradoras de De todo un poco aconsejan a todas las mujeres que luchen por sus sueños y no se den por vencidas; que salgan de su zona de confort y experimenten nuevas cosas.

“Yo antes me sentía como una buena mamá y esposa, pero no muy realizada. A mí me gusta mucho que mi familia se sienta como en un altar, me gusta que se sientan importantes a la par mía, pero los hice tan importantes que me descuidé y nadie me daba las gracias, ahora con este trabajo se dan cuenta de la importancia que uno tiene en la familia”, reveló Lacayo.

Ambas aseguran que si las mujeres hacen algo que las llena y a la vez ganan dinero, eso produce un empoderamiento muy grande, que tarde o temprano beneficiará todas las áreas y relaciones de sus vidas.

Marianela Sanabria Leandro
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Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.

 

Sobre el autor Marianela Sanabria Leandro

Periodista Licenciada en Producción de Medios de la Universidad Latina de Costa Rica. Locutora comercial formada en el Instituto Nacional de Aprendizaje.

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