Por: Licda. Teresita Arrieta, Red Nacional Antitabaco
Cuando hablamos de enfermedades relacionadas con el corazón, necesariamente tocamos un tema doloroso para aquellas personas que han sobrevivido a un infarto o han perdido a familiares y amigos por uno de ellos. Hoy, en el marco del Día Mundial del Corazón realizo una pequeña reflexión sobre lo que como país debemos de tomar en cuenta dentro de las políticas públicas en salud, para reducir los infartos, pero también sobre lo que cada uno de nosotros debe tomar en cuenta desde nuestro actuar, para evitar ser víctimas.
Cuidar nuestra calidad de vida implica tener los cuidados necesarios en nuestro estilo de vida; estar vigilantes de detonantes hereditarios o factores de riesgo y desarrollarnos en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Desde este punto de vista, sacar de nuestras vidas el consumo de productos nocivos como es el caso de los cigarrillos y los vaporizadores es un punto a favor de la salud.
En nuestro país, el Ministerio de Salud informó justamente hoy que los fallecimientos por infarto agudo de miocardio aumentaron en un 11% en el 2022, con un total de 2144 casos, mientras que en el 2021 hubo 1928.
Reducir el consumo de productos de tabaco, es contribuir con la salud de las personas, por ello el Estado se encuentra obligado a fortalecer el marco regulatorio, especialmente en momentos en que jóvenes y adolescentes han recurrido al uso de vaporizadores, cuyo producto de tabaco contenido en ellos es altamente adictivo y que, contrario a lo que se pregona en algunos círculos, no ayuda a dejar de fumar.
Para que se tenga una idea, un vaporizador de 1500 puffs o subidas equivale al consumo de 3 cajetillas de cigarrillos, imagínese lo que esto hace a los pulmones, considerando el daño que causa el aspirar metales pesados que son solo algunos de los componentes de este tipo de productos.
Hoy la invitación es para que hagamos conciencia de los efectos que el consumo de los productos de tabaco tiene en nuestro organismo enfermándonos, incapacitándonos y restándonos años de vida, lo que consecuentemente lleva dolor a nuestras familias.
Datos del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodepencia, IAFA, señalan que un cigarrillo tiene más de 7 mil sustancias tóxicas o cancerígenas, por lo que el consumo del cigarrillo de manera progresiva entre otras cosas, obstruye las arterias, y desencadena enfermedades cardiovasculares, también provoca enfermedades pulmonares y varios tipos de cáncer.
Consumir productos de tabaco y nicotina acarrea riesgos en el embarazo con padecimientos congénitos, nacimientos prematuros, menor peso al nacer, entre otros. Además, de manera particular, causa en la mujer envejecimiento precoz, problemas de fertilidad, ciclos menstruales más irregulares y dolorosos, menopausia a edades más tempranas, entre otros efectos.
¡Es hora de revertir efectos!
De avanzar con una regulación más sólida, como lo establece el proyecto de Ley 22.497 que propone el empaquetado neutro de productos de tabaco, se estaría contando con una medida efectiva que se integra a las políticas de salud pública en el control de tabaco de manera favorable y así ayudar a la población consumidora de estos productos y a sus familias.
¿Por qué es importante esta iniciativa?
Porque contribuye a la reducción del consumo del tabaco y sus derivados (incluye a los vaporizadores, cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado) que tanta dependencia causan y cuyos daños a la salud ya son objeto de investigación y preocupación en la comunidad internacional. Además, reduce la edad del primer consumo de estos productos e incrementa la efectividad de las advertencias sanitarias en el empaquetado, cuya información alerta a los consumidores sobre los efectos nocivos del tabaco y la nicotina.
Es además una norma que ya ha sido puesta en práctica con éxito en otros países y cuya aprobación permitiría a Costa Rica seguir avanzando en materia de salud pública, poniéndola a la vanguardia en la región centroamericana y siendo el tercer país a nivel del continente americano en implementarla después de Canadá y Uruguay.
En Costa Rica la cantidad de personas fallecidas por enfermedades derivadas por el consumo de tabaco fue de 2.174 en el año 2022, además, los gastos en salud representan el 0,9% del PIB según lo señala el último estudio realizado por el Instituto Efectividad Clínica y Sanitaria de la Universidad de Buenos Aires, Argentina en asocio con la Red Nacional Antitabaco (RENATA) y el Ministerio el Salud en el 2021.
Este estudio, cita que los costos por cuidados familiares de pacientes enfermos ascienden a ₡58.500 millones, donde en especial las mujeres cuidadoras, tienen que abandonar temporal o definitivamente su trabajo para disponer de tiempo para la atención de estas personas.
Esta es la razón por la cual este proyecto de Ley abre las puertas al apoyo popular. Es una razón más para que logremos cambios efectivos que hagan de nuestra sociedad una más equilibrada y sana, como bien lo apunta el derecho inalienable plasmado en nuestra Constitución Política. Esta es una oportunidad para que se sumen los y las diputadas de la República, en favor de la salud pública y demostremos como país que es posible la toma de decisiones efectivas y constructivas de un Estado social que sabe legislar por el bien común. Es por ello que, en el Día Mundial del Corazón, hacemos el llamado para que marquemos la diferencia uniéndonos a esta causa necesaria y que vale la pena. ¡Empaquetado Neutro Ya!
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