Por: José Alberto Soto Gólcher, Ingeniero Industrial
El presidente Rodrigo Chaves se equivoca cuando argumenta que disminuir el precio de la gasolina a los costarricenses generará un hueco fiscal al país. Esta afirmación es fácil de desmentir si analizamos la estructura para el cálculo del precio de los combustibles. En esta fórmula tenemos cuatro variables: Precio internacional del combustible (58%), Impuesto único a los combustibles (29%), margen de intermediación de las estaciones de servicio (6%), margen de Recope (5%), otros (2%). Por lo tanto, de cada ¢933 por litro de gasolina plus que pagamos los costarricenses, ¢541 corresponde al costo real del producto, ¢271 van directamente a las arcas del estado y ¢121 colones se reparten entre Recope, las estaciones de servicio y otros.
El engaño
En qué radica el engaño, simplemente en que el precio promedio del año 2021 fue de ¢683 por litro. Dato que fue tomado como base para la elaboración del presupuesto ordinario de la República para el periodo 2022 y no los ¢933 por litro que cuesta hoy el litro de gasolina plus. Esto significa que este incremento nunca fue contemplado en el presupuesto de este periodo.
Entonces, ¿por qué si el precio internacional del combustible subió ¢145 por litro en estos últimos meses la ARESEP aprobó un incremento de ¢250 en total?
La respuesta es sencilla, aunque muy difícil de digerir para los que al final tenemos que pagar la cuenta. La fórmula que se utiliza para calcular el precio de la gasolina establece un impuesto y un margen de intermediación variable al costo internacional del producto. Es decir, estamos pagando un sobre precio de ¢105 para engordar las arcas del estado, de RECOPE y de los dueños de las estaciones de servicio.
Ingreso nunca fue contemplado
¿Qué significa realmente reducir el precio de la gasolina en ¢100 por litro para el Presupuesto Ordinario de la República? Absolutamente nada, no puede existir un hueco fiscal de un ingreso que nunca fue contemplado por el Ministerio de Hacienda.
Para solucionar esta fórmula perversa, basta con definir un tope al impuesto único de los combustibles y a los márgenes de intermediación ¿Acaso las estaciones de servicio o Recope deben incurrir en más gastos por transportar o comercializar la misma cantidad de gasolina, pero con un precio más alto? ¿Acaso olvidan las autoridades costarricenses que al inicio de la pandemia, el precio internacional de los combustibles bajó dramáticamente y mediante la ley 9840, sí se estableció un piso para el impuesto y para los márgenes de intermediación? ¿Olvidan que en mayo 2020 y durante algunos meses pagamos ¢100 por encima al precio real de la gasolina según establecía la ecuación que utiliza ARESEP, esto producto del Impuesto Solidario de la Administración Alvarado?
No señor Presidente, si usted rebaja 100 colones al precio del litro de la gasolina, no habrá ningún hueco fiscal. Dejémonos de falacias, hablemos claro, lo que usted no quiere es dejar de recibir este ingreso extraordinario que le cayó del cielo.
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