Por: German Morales, Socio Director de Grant Thornton, Antropóloga Social
Tras el creciente impacto del coronavirus Covid-19, todas las industrias y sectores se enfrentan a una interrupción significativa de la cadena de suministros, fuerza laboral y flujo de caja. De esta manera, los líderes empresariales, es decir gerentes, deben mantenerse alerta y más ágiles, de cara a implementar las medidas adecuadas para asegurar la resiliencia en sus operaciones y mitigar el efecto de la crisis.
Por ello, presentamos 7 áreas clave que los negocios deben tener en cuenta:
- Flujo de caja y seguros: Con motivo de los cambios y retrasos en los servicios, así como la caída drástica de la demanda de clientes, es más que probable que el flujo de efectivo de las compañías se vea afectado. Por lo tanto, desarrollar un pronóstico es una acción prioritaria para cualquier organización, éste le permitirá mejorar la comunicación con sus proveedores financieros sobre los márgenes de maniobra y sobre dónde es posible relajar los convenios operativos. Además, las organizaciones no deben dejar pasar la oportunidad de revisar la cobertura de los seguros que tienen contratados y determinar si existe un reclamo legítimo para este tipo de interrupción obligada de los negocios.
- Recursos: A pesar de que muchas organizaciones disponen de planes de continuidad, el impacto y contundencia del Covid-19 llevó a los mercados a una situación crítica. Por ello, deben verificar que disponen de suficientes suministros y recursos para sobrevivir a la pandemia. Resulta importante desarrollar un plan detallado para determinar los puntos críticos en la cadena de suministros y comprender cómo se puede hacer frente a los diferentes desafíos que se presenten, lo que ayudará a mantener la continuidad del negocio. En cualquier caso, es recomendable prepararse para la escasez y volatilidad en los precios de productos y bienes. Además, asegúrense de que la política de riesgo, ciberseguridad y protección de datos está actualizada y comunicada debidamente a los colaboradores. Finalmente es fundamental que los profesionales dispongan de la capacidad y equipo adecuado para trabajar desde la casa.
- Gestión de la fuerza laboral: Se deben revisar las políticas internas: normas de salud y de seguridad, las disposiciones de viaje y cómo los contratos cubrirían las ausencias forzadas. Por otro lado, los equipos de trabajo necesitan saber la situación en la que se encuentra la compañía, y es ahí donde entra la importancia de la comunicación y mensajes de los líderes empresariales: el tono, la claridad y la cercanía pueden marcar la diferencia en el comportamiento de los empleados. Por ello, se debe comunicar claramente cómo deben proceder los equipos de trabajo y las estrategias que se siguen para mantener el negocio funcionando de manera efectiva. Es fundamental comprender el perfil profesional de los funcionarios y considerar la flexibilidad con la que se cuenta para desplegar personas en diferentes áreas .
- Clientes, proveedores y socios: Ante la situación actual, se debe ser proactivo y comprometerse temprano con los socios. Se deben planificar las consecuencias inesperadas del coronavirus en el negocio y tener en cuenta si se tendrá el capital de trabajo suficiente para cuando la actividad laboral se recupere. Informar de cualquier cambio en los servicios. Además, mantener comunicación frecuente con los proveedores y tener en cuenta que ellos pueden enfrentar problemas con efectos negativos en el negocio.
- Fiscal y Auditoría: Dado que el coronavirus provocó impacto en las ganancias y flujo de caja, es posible que necesiten tiempo adicional para pagar deudas tributarias pendientes. ¿Será necesario obtener un préstamo o una subvención, o reclamar un descuento en las tasas comerciales, para superar con éxito las consecuencias de la situación? Es importante tener en cuenta, si la ausencia de algún miembro de la planilla podría hacer que no se llegue a una fecha límite marcada en el calendario. Es posible que pueda retrasar las fechas de auditoría o utilizar herramientas virtuales.
- Optimismo empresarial: Siempre hay que ser resistente y persistente, así las empresas estarán acostumbradas a prepararse para las interrupciones comerciales. Aquellos que puedan desarrollar planes y reforzarse con éxito estarán listos para volver a la actividad cuando la pandemia disminuya. Se trata de adaptarse a la evolución de la crisis.
- Seguimiento a evolución de la crisis: La pandemia continúa evolucionando y los planes de las empresas deben estar en constante actualización dependiendo de cómo avancen y se presenten los acontecimientos. Asegúrense de mantenerse al día a través de las fuentes adecuadas.
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