Philip Morris International (PMI) invertirá US$232 millones para ampliar una fábrica de Kentucky que fabrica bolsas de nicotina, como parte de su estrategia "futuro sin humo" y que le ha brindado no solo grandes beneficios porque sigue vendiendo cigarrillos tradicionales, sino porque ha incluido cigarrillos electrónicos y bolsas de nicotina, entre otros productos adictivos.
La fábrica en Kentucky produce bolsas de nicotina marca ZYN. Las bolsas se colocan entre el labio y las encías para liberar niveles bajos de nicotina que es absorbida en el torrente sanguíneo. El contenido se disuelve y luego se desecha la bolsa. Las bolsas orales de ZYN contienen nicotina en polvo y saborizantes como menta, café y cítricos. Actualmente, las bolsas son el segmento de más rápido crecimiento de la industria tabacalera.
Salubristas advierten de peligrosidad
Tanto el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), como el Ministerio de Salud, han advertido que ningún producto de tabaco es seguro. Han lanzado advertencias sobre los cigarrillos tradicionales que aumentan la probabilidad de cáncer, enfermedades cardíacas y problemas pulmonares. Lo han dicho sobre los vapeadores, el tabaco para masticar y los bolsas de nicotina pues están directamente vinculados con el cáncer de boca, enfermedades de las encías y pérdida de dientes, entre otra gran cantidad de enfermedades.
Para el Dr. Jeancarlo Córdoba, experto de la Red Nacional Antitabaco (RENATA):
Las bolsas de nicotina, también conocidas como nicotine pouches o snus, representan un serio riesgo para la salud a pesar de su apariencia inofensiva. Aunque no involucran la combustión como los cigarrillos, contienen altas concentraciones de nicotina, una sustancia altamente adictiva. La nicotina contenida en las bolsas crea una fuerte dependencia.
¿Qué efectos tienen en el consumidor?
Dentro de los efectos a corto plazo se encuentran:
Aumento del ritmo cardíaco y presión arterial: La nicotina actúa como estimulante, elevando la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Dificultad para respirar: La nicotina puede estrechar las vías respiratorias, dificultando la respiración.
Aumento de la ansiedad y el estrés: Aunque algunas personas buscan la nicotina para relajarse, a largo plazo puede aumentar los niveles de ansiedad y estrés, como parte del ciclo de abstinencia y recompensa.
Adicción: La nicotina es altamente adictiva y puede llevar a una dependencia física y psicológica.
A largo plazo se puede reconocer los siguientes efectos:
Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares: El consumo prolongado de nicotina aumenta significativamente el riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades arteriales periféricas.
Mayor riesgo de cáncer: Aunque se necesitan más investigaciones, se sospecha que el uso de bolsas de nicotina puede aumentar el riesgo de cáncer de boca, garganta y otros tipos de cáncer.
Problemas dentales: La nicotina puede manchar los dientes, causar problemas a nivel de las encías y aumentar el riesgo de enfermedades periodontales.
Problemas de fertilidad: Tanto en hombres como en mujeres, la nicotina puede afectar negativamente la fertilidad.
Algunos otros efectos que se han descubierto son:
Irritación bucal: El uso prolongado puede causar irritación en las encías y la mucosa bucal.
Dependencia a otras sustancias: Los usuarios de nicotina pueden ser más propensos a consumir otras sustancias como el alcohol o drogas.
¿Son sustituto de los cigarrillos y los vapes?
No. Aunque las bolsas de nicotina se presentan a menudo como una alternativa "más segura" a los cigarrillos y vapeadores, la realidad es mucho más compleja. En este momento esos productos poseen una alta concentración de nicotina que genera alta dependencia física y psicológica. Asimismo, no existen estudios científicos que determinen en sí los efectos de las bolsas de nicotina a largo plazo en el cuerpo humano, entendiendo que a corto plazo sí existe mayor probabilidad de que las personas aumenten el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, problemas dentales, irritación bucal, y un potencial padecimiento de ciertos tipos de cáncer.
Hace falta mucha investigación científica para determinar si realmente estos productos pudieran funcionar como herramienta de cesación. Sin embargo, es importante destacar que: No están diseñadas para dejar de fumar. Las bolsas de nicotina no son un tratamiento de reemplazo de nicotina aprobado para dejar de fumar. Ni tampoco sus creadores han realizado los procesos para poder cumplir con los requisitos de esa categoría de productos.
Pueden crear una nueva adicción. Al reemplazar la adicción al cigarrillo por una adicción a la nicotina en forma de bolsa, se puede estar simplemente cambiando una adicción por otra.
Existen mejores opciones. Existen tratamientos farmacológicos y terapias conductuales más efectivas y seguras para dejar de fumar.
En resumen, organizaciones de salud a nivel mundial advierten sobre los riesgos de las bolsas de nicotina y recomiendan su prohibición o regulación estricta. A pesar de que se presentan como una alternativa "más segura" al cigarrillo, la evidencia científica sugiere lo contrario. La mejor manera de proteger la salud es evitar cualquier producto comercial que contenga nicotina.
PMI le apuesta a este nuevo producto de tabaco
Utilizando su logan de "un mundo sin humo", en julio pasado, PMI anunció que invertirá US$600 millones durante dos años a través de su filial estadounidense para abrir una planta de fabricación de bolsas de nicotina en Colorado. Esta nueva planta y la expansión de Kentucky buscan impulsar la oferta de este otro producto que claramente dice en su empaque: "Este producto contiene nicotina. La nicotina es un químico adictivo".
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