Por: Beyond Pesticides
Los gobiernos de todo el mundo juntos están gastando al menos US$1,8 billones al año (el 2% del producto interno bruto - PIB mundial) en subsidios que impulsan la destrucción de ecosistemas, la extinción de especies y exacerban la crisis climática.
Esta noticia proviene de un estudio encargado por The B Team y Business for Nature (BFN), y publicado en un informe conjunto titulado "Financiando nuestra supervivencia: construyendo una economía positiva para la naturaleza a través de la reforma de subsidios".
Lo importantes es que en el sitio web de BFN se ofrece un remedio a esta entropía:
“Con determinación política y una colaboración radical entre el sector público y el privado, podemos reformar estos subsidios dañinos y crear oportunidades para una economía equitativa y positiva para la naturaleza”.
Con ese fin, las dos organizaciones han emitido llamados a la acción a múltiples sectores, incluidos los gobiernos que participan en la próxima Conferencia de Biodiversidad de la ONU (COP15):
“Adoptar un objetivo claro y ambicioso dentro del Marco de Biodiversidad Global que comprometa a los gobiernos a redirigir, reorientar o eliminar todos los subsidios perjudiciales para el medio ambiente para 2030 y aumentar los incentivos positivos para permitir un mundo equitativo, neto cero y positivo para la naturaleza”.
Más del 80% de los SPA se dirigen a combustibles fósiles, agricultura y agua
Un comunicado de prensa de The B Team informa que los sectores de combustibles fósiles, agricultura y agua son los destinatarios de más del 80% de todos los subsidios perjudiciales para el ambiente (SPA o EHN, en inglés) anualmente, lo que "agota los recursos naturales, degrada los ecosistemas globales y perpetúa niveles insostenibles de producción y el consumo, además de exacerbar las desigualdades globales”.
Otros beneficiarios de subsidios significativos incluyen los sectores de silvicultura, construcción, pesca de captura marina y transporte. Para BFN, “el dinero público está financiando nuestra propia extinción”.
La publicación es oportuna, dada la reunión del Grupo de trabajo de la COP15 del Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica (CDB) en Ginebra. La Conferencia de seguimiento de la Biodiversidad de las Naciones Unidas (COP15) programada del 25 de abril al 8 de mayo en Kunming, China y la próxima Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27) en Sharm El-Sheikh, Egipto (reprogramada para noviembre de 2022).
El estudio espera informar a los responsables de la toma de decisiones en el gobierno y las empresas sobre el caso y cómo reformar estos subsidios perjudiciales para el medio ambiente.
Los SPA son programas de apoyo del gobierno que, aunque a menudo se establecen para resolver problemas socioeconómicos, en última instancia fomentan patrones de producción y consumo insostenibles. Esto porque en gran parte porque se implementaron sin tener en cuenta los impactos ambientales.
Enfoques preventivos y holísticos pueden evitar los impactos dañinos
Muchas de las crisis ambientales y de salud a las que nos enfrentamos han surgido debido a un enfoque aislado de los problemas. En términos generales, los enfoques preventivos y holísticos pueden evitar tales impactos no deseados y dañinos. (Los hallazgos científicos respaldan el reemplazo de venenos con precaución, pág. 9)
El Foro Económico Mundial considera que la falta de acción contundente sobre el clima -lo que resulta en eventos climáticos extremos y la pérdida de biodiversidad- son las principales amenazas para la humanidad, catalizadas en parte por las enormes cantidades de dinero que los gobiernos otorgan para apoyar industrias y prácticas dañinas.
La investigación encuentra que, a nivel mundial, la industria de los combustibles fósiles recibe anualmente $640 mil millones en SPA; el sector agrícola $520 mil millones; agua $350 mil millones; silvicultura $155 mil millones; construcción $90 mil millones; transporte $85 mil millones; y pesca de captura marina $50 mil millones. (El informe también menciona que, aunque no hay métricas disponibles en los SPA, la minería ilegal de oro representa miles de millones de dólares en daños cada año).
Estos subsidios contribuyen significativamente a muchas de las crisis que enfrenta el mundo: el clima que se calienta, la pérdida de ecosistemas y biodiversidad, la contaminación del aire y el agua, la degradación de la tierra y la desigualdad social y económica.
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sugiere, por ejemplo, que de los subsidios proporcionados a los agricultores, casi el 90% distorsiona los precios o causa otros daños, y que la mayoría de los subsidios a los combustibles fósiles obstaculizan la necesidad crítica y urgente de hacer una transición hacia un mundo limpio.
El informe también regaña a los gobiernos por el seguimiento de las promesas hechas, y luego ignoradas o no cumplidas. Por ejemplo, “durante la Cumbre del CDB de la ONU de 2010, 190 países se comprometieron a eliminar o reformar los subsidios perjudiciales para la biodiversidad para 2020 como parte de los objetivos de Aichi. Los gobiernos no dieron en el blanco y no podemos permitirnos que la historia se repita”.
“Esto se debe no solo al poder de los intereses creados, sino también a que, tanto los gobiernos como los beneficiarios, incluidas las empresas, desconocen la escala total de los subsidios y sus impactos. Las empresas a menudo presionan para que el gobierno continúe o aumente, lo que a menudo tiene consecuencias ambientales negativas no deseadas”.
Entre sus observaciones se encuentran las necesidades de una mayor conciencia pública y visibilidad de los subsidios, y mucha más transparencia y divulgación sobre los subsidios de los gobiernos y las empresas receptoras.
En EE.UU., tales subsidios tienden a ser “resueltos” a puertas semicerradas entre legisladores, agencias federales, cabilderos y entidades comerciales privadas y, en ocasiones, algún periodista informa sobre ellos, lo que no es parte de un gobierno abierto, democrático y responsable.
Solución podría costar menos de $700 mil millones al año
El resumen del informe afirma que una reforma adecuada a los objetivos de revertir la "pérdida de la naturaleza" para 2030 y lograr emisiones netas de carbono cero para 2050 requerirá aproximadamente $700 mil millones anuales, mucho menos de lo que se gasta actualmente en la financiación de gobiernos que destruyen el clima y la naturaleza con programas de subsidio.
Los investigadores y autores, Doug Koplow y Ronald Steenblik, dicen que estos esfuerzos gubernamentales deben ocurrir en paralelo con una realineación de todos los flujos financieros privados para que sean "positivos para la naturaleza" y un aumento de los ingresos públicos y privados; financiación que puede ofrecer soluciones financieras innovadoras para proteger, restaurar y conservar la naturaleza.
Estos flujos financieros "positivos para la naturaleza" podrían lograrse mediante:
- Reducciones de emisiones y la transición a economías de energía renovable.
- Restauración de ecosistemas dañados e iniciativas para detener una mayor pérdida de biodiversidad y restaurar poblaciones dañadas y en peligro.
- Apoyo a las necesidades sociales y económicas de las poblaciones, incluida la reparación de las desigualdades económicas y ambientales.
Reformar los subsidios apoyando a los más necesitados
Es importante destacar que la reforma de los subsidios debe perseguir “el imperativo de una transición justa y equitativa. La reforma administrada con sensibilidad significa brindar apoyo a los hogares más pobres y a las comunidades más vulnerables, por ejemplo, a través de transferencias de efectivo específicas”.
Dicha redirección de subsidios dañinos hacia resultados positivos para la naturaleza debe contemplar:
- Liberar recursos gubernamentales sustanciales para apoyar las necesidades sociales y los medios de subsistencia locales.
- Redirigir el capital hacia la restauración ecológica, incluidas las soluciones basadas en la naturaleza.
- Cerrar la brecha financiera de la biodiversidad al reducir la degradación ambiental y desbloquear los fondos necesarios para mitigarla.
- Enviar señales más precisas a los inversores y productores públicos y privados sobre dónde dirigir los esfuerzos de I+D y las inversiones futuras.
- Acelerar la innovación para reducir los gases de efecto invernadero y el daño ambiental.
- Crear condiciones equitativas para las empresas, lo que fomentaría aún más la rápida transformación de los modelos comerciales.
- Desbloquear beneficios sociales como la reducción de la pobreza, mejoras en la educación y otros servicios sociales y enfoques más sostenibles para brindar acceso básico a energía, aire limpio y agua.
El informe solicita que las empresas:
- colaboren ampliamente para aumentar la conciencia de las ventajas de reputación, competitividad y para los inversores de la divulgación de subsidios, y
- apoyen el desarrollo de estándares internacionales, marcos y guías para divulgaciones obligatorias, incluidos los subsidios.
Los SPA distorsionan los precios, las decisiones de inversión y la asignación de recursos. Por ello, fomentar la producción y el consumo insostenibles y la competencia desleal genera riesgos en la cadena de suministro, la reputación y las operaciones.
Se abrirían oportunidades que presentaría la reforma de los SPA y la redirección de la financiación hacia objetivos positivos para la naturaleza. Habría un mayor posicionamiento competitivo, un mayor interés de los inversores en ambiente, sociedad y gobernanza, se daría la reducción de los riesgos mencionados anteriormente y el progreso en las "ambiciones del Acuerdo Climático de París".
La reforma informada de los subsidios podría impulsar las oportunidades comerciales y de inversión, crear empleos, revertir la pérdida de la naturaleza y ayudar a garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta. Las empresas pueden movilizar e implementar cambios con rapidez (a menudo más rápido que los formuladores de políticas), sentando un precedente para la mejora en toda la industria.
Los inversores están empezando a reconocer los riesgos financieros y de sostenibilidad de los subsidios perjudiciales para el medio ambiente y las empresas con visión de futuro reconocen que deben prepararse para la reforma de los subsidios.
El informe finaliza con una serie de comentarios de respaldo de miembros del Equipo B, líderes empresariales y grupos de defensa:
- “Es hora de detener el cabildeo egoísta y miope en lugar de dirigir el dinero público para apoyar la transición de empresas responsables a modelos de negocios positivos para la naturaleza”. — Paul Polman, líder empresarial y miembro de The B Team.
- “Es más importante que nunca establecer objetivos ambiciosos para revertir la pérdida de la naturaleza y redirigir, reutilizar o eliminar todos los subsidios que dañan nuestro mundo natural”. — Marco Lambertini, director general de World Wildlife Fund International.
- “Debemos acabar con el enfoque aislado que ha llevado a establecer subsidios sin tener en cuenta sus costos ambientales a largo plazo”. —Jennifer Morris, directora ejecutiva de The Nature Conservancy.
- “La acción climática se encuentra en una encrucijada, en parte debido a la gran escala de dinero público que fluye hacia industrias y prácticas dañinas. Necesitamos ver una reforma exhaustiva de los subsidios por parte de los gobiernos y las empresas, con consideraciones sociales y ambientales en el centro, para garantizar una transición justa y equitativa para todos”.—Mary Robinson, expresidenta de Irlanda y miembro de The B Team
Agregaría al alcance ambicioso de este informe y sus patrocinadores que la reforma de los SPA y la reforma implícita de las cadenas de suministro deberían abordar directamente la toxicidad de gran parte del flujo global de materiales, en particular, pesticidas y fertilizantes sintéticos, plásticos y productos químicos. ingredientes de productos industriales y de consumo (consulte, por ejemplo, este artículo del Daily News Blog sobre PFAS y otros tóxicos).
Las empresas deben limpiar sus cadenas de suministro, en especial de los pesticidas y de todo producto que impacte el ecosistema con químicos tóxicos por su daño a la biodiversidad.
Beyond Pesticides alienta a que el informe se tome en serio y que su influencia conduzca a un cambio genuino en la comunidad empresarial mundial hacia objetivos positivos para la naturaleza: redirección de políticas e inversiones para reparar y restaurar, en lugar de devastar, el clima y los sistemas naturales de este mundo.
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