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Un 7 de octubre para orar y tomar acción por la paz en Tierra Santa

El Patriarca Latino de Jerusalén emitió una carta pastoral en la que pide promover cualquier acción por la paz, la reconciliación y el encuentro

Cardenal Pierbattista Pizzaballa

A un año del atentado terrorista en Israel, cuando Hamás secuestró a 251 personas el 7 de octubre del 2023; Oriente Medio está en una guerra mucho peor. El Gobierno del Estado de Israel ha asesinado a más de 40 mil palestinos en la Franja de Gaza, y según estimaciones independientes publicadas por The Lancet, la cifra de víctimas mortales en Gaza podría haber llegado en agosto a 186 mil, un 8% del total de la población de la Franja.

Pero ahora, la violencia es aún mayor, pues Israel ha atacado a Líbano. El presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, ha asegurado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York que Israel no parará hasta derrotar a la milicia libanesa Hezbolá. Mientras tanto, cientos de miles de libaneses han huido de sus casas y han muerto por lo menos 700 personas en Líbano en este conflicto, según reporte de France24.

Ante la impresionante escalada de violencia que cumple ya un año, el Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha emitido una carta pastoral, llamando a una jornada de oración, ayuno y penitencia el próximo 7 de octubre.

Justamente para la festividad de María Reina del Rosario, el cardenal Pizzaballa expresa su profunda preocupación por el incremento de la violencia y el odio en Tierra Santa durante el último año, calificando la situación como un “torbellino de violencia y odio nunca antes visto ni experimentado”, según reportó InfoCatólica.com.

Según sus palabras, las tragedias ocurridas en los últimos meses han herido gravemente la conciencia colectiva y el sentido de humanidad en la región.

El patriarca resalta que la violencia no solo se ha manifestado en actos físicos, sino también en el lenguaje y las acciones políticas y sociales, lo que ha afectado gravemente el sentimiento de pertenencia a Tierra Santa, que históricamente ha sido vista como un lugar para construir un reino de paz y justicia, no como un terreno de odio y división.

Pizzaballa reitera su condena a la guerra y a las dinámicas que han llevado a este conflicto, instando a los líderes políticos a buscar alternativas que respeten los derechos de todos los pueblos, garantizando justicia, dignidad y seguridad:

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No podemos sino hacer un nuevo llamamiento a los gobernantes y a quienes tienen la pesada responsabilidad de tomar decisiones en este contexto para que se comprometan con la justicia y el respeto del derecho de todos a la libertad, la dignidad y la paz.

Debemos apoyar a los necesitados, ayudar a los que trabajan para aliviar el sufrimiento de los afectados por esta guerra y promover cualquier acción por la paz, la reconciliación y el encuentro.

La carta concluye con una invitación a la oración comunitaria el 7 de octubre, solicitando a los fieles que presenten a Dios su dolor y deseo de paz:

Que cada uno de nosotros, con su rosario o en la forma que mejor le convenga, personalmente pero mejor aún en comunidad, encuentre un momento para detenerse a rezar confiando en la intercesión de María, Reina del Rosario, para que guíe a los habitantes de esta tierra y del mundo hacia la reconciliación y la paz.

El cardenal ha enviado al mundo una oración especial por la paz en Tierra Santa y el mundo:

Oración por la Paz

Señor Dios nuestro,
Padre de nuestro Señor Jesucristo
y Padre de toda la humanidad,
que, por la cruz de tu Hijo
y por el don de su propia vida,
pagó un alto precio para destruir
el muro de la enemistad y la hostilidad
que separa a los pueblos y nos convierte a todos en enemigos:
envía a nuestros corazones
el don del Espíritu Santo
para que nos purifique de todo sentimiento
de violencia, odio y venganza,
que nos ilumine para comprender
la dignidad irreductible
de cualquier persona,
y nos inspire a trabajar
por un mundo de paz y reconciliación
en la verdad y en la justicia
en el amor y en la libertad.
Dios Todopoderoso y eterno,
las esperanzas de la humanidad
y los derechos de todos los pueblos
están en tus manos:
asiste con tu sabiduría a quienes nos gobiernan,
para que, con tu ayuda,
sean sensibles a los sufrimientos de los pobres
y a los que sufren las consecuencias
de la violencia y la guerra;
que promuevan en nuestra región
y en toda la tierra
el bien común y la paz duradera.
Virgen María, Madre de la Esperanza,
obtén el don de la paz
por la Tierra Santa que te vio nacer
y para el mundo entero,
Amén

Gabriela Zamora Sauma
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Comunicadora con más de 20 años de experiencia en medios y consultoría. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo, Universidad de Costa Rica.

 

About the Author: Gabriela Zamora Sauma

Comunicadora con más de 20 años de experiencia en medios y consultoría. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo, Universidad de Costa Rica.
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